Había asegurado la lealtad de su reina, solo se había tratado de eso.O al menos Norman estaba intentando convencerse de aquello mientras que su mente seguía divagando entre los planes que pronto debería llevar a cabo y el recuerdo de los dulces labios de la chica sobre los suyos al momento en que la beso como única opción para que esta dejara de dudar. Aunque aquella no había sido su única opción, habían miles de opciones más para lograr el mismo objetivo, Norman simplemente no había pensado y eso le causaba un terrible pesar.
Todo lo que se relacionara a Rachel terminaba siendo un dolor de cabeza para él en realidad, la chica siempre había sido tan terca que quitarle una idea de la cabeza era una tarea imposible si no eras él e incluso ahora había tenido que recurrir a la táctica más baja para lograr controlarla. Después de todo usar sus propios sentimientos y los de la chica como método de manipulación no era más que una sucia jugada para lograr sus cometidos, no le agradaba tener que haber hecho aquello pero no podía permitirse perder a la pieza más valiosa de su plan solo por un descuido estúpido que había tenido hace un tiempo, claramente hubiera preferido poder demostrar aquello cuando finalmente estuvieran todos a salvo en el mundo de tranquilidad que ella se merecía.
Por que claramente lo que Norman estaba sintiendo por Rachel era demasiado especial como para dejarse crecer en un mundo tan horrible como en el que vivían, ella era su luz por eso mismo quería apreciarla en el entorno luminoso que ella merecía, no en un mundo oscuro lleno de demonios que no durarían en devorarlos ni por un instante.
No la había visto desde el momento en que salio de su oficina tras aquel beso bastante improvisado que freno la creciente discusión que estaban teniendo, le informaban regularmente como se encontraba la chica y donde se encontraba incluso aunque realmente no lo había pedido pero al parecer el caos que hubo tras la primera desaparición de Rachel dio a entender que el albino no era realmente estable sin ella por eso mismo no dejaban que la castaña se alejara demasiado de cualquier lugar en el que se encontraba Norman.
— ¿Rachel no ayudo a que cambies de opinión? — la pregunta saca a Norman de sus pensamientos, Ray había entrado a la oficina del albino con su tranquilidad habitual haciendo aquella pregunta mientras tomaba asiento, eso confirmo sus sospechas de que en un principio Rachel nunca lo abría desafiado sin antes buscar apoyo en otro lado. Aunque a decir verdad no había sido completamente malo que la lealtad de la castaña trastabilló ya que había dado paso al más placentero desenlace posible de la situación en que Ray lo metió.
— Sabes bien que lo que pienso sobre los demonios no va a cambiar y supongo que ambos sabemos que Rachel esta siendo manipulable. — respondió Norman de una manera un tanto simple, a decir verdad la idea de que el pelinegro hubiera intentado usar a la castaña para salirse con la suya realmente no le gustaba demasiado, consideraba que por más manipulable que fuera Rachel solo la persona correcta debería utilizarla y estaba de más decir que la única persona correcta para aquello era él.
— ¿Crees que yo fui quien le dio las ideas? La subestimas demasiado, cualquier cosa que haya mencionado lo hizo en base a sus propios pensamientos, aunque es muy fácil de predecir así que... ¿Que hiciste para que retrocediera? — era reconocible en el tono de voz de Ray el ligero tono burlón que se hizo más obvio en cuanto noto el ligero sonrojo en las mejillas de Norman quien desvío la mirada aclarándose la garganta.
— ¿Sabes donde esta Rachel? — pregunto Norman en un vago intento de cambiar de tema aunque por la mirada del pelinegro probablemente no funcionaria por lo que tendría que soportar varias burlas además de una larga charla sobre el por que las ideas de Rachel y Emma tenían sentido si se las pensaba de la misma manera que ellas lo hacían.
— Esta con Emma, así que dudo que haya que preocuparse, me generaría más preocupación la salud de quien intentara meterse con ellas y creo que tienes una pregunta que responder Norman. — el pelinegro termino por responder antes de sonreír burlonamente hacia su amigo.
ESTÁS LEYENDO
The queen of the board
Fanfic[Situaciones y personajes pueden estar alejados del canon] Aceptar la decisión que su corazón había tomado fue algo fácil en un principio o al menos eso creyó hasta que todo lo que en algún momento había amado se destruyo frente a sus ojos, se habí...