Capítulo 8

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Capítulo 8. 

"Its a beautiful life... Its a masterpiece"

El antiguo Kim Junkyu probablemente hubiese preferido pasar sus vacaciones haciendo cualquier otra cosa que estar ayudando a su madre casi todas las mañanas en su estudio de baile tocando el piano y con los dedos adoloridos.

Pero ahora cuando veía a Mashiho bailando con gracia y fluidez por todo el salón con una sonrisa pacífica en su rostro él no podía evitar pensar que no preferiría estar en ningún otro lugar, cada vez que su mirada se posaba en el ojiazul era como si el dolor en sus manos mágicamente desapareciera y solo podía concentrarse en los movimientos de Mashiho, en las estilizadas piernas de Mashiho, en el rostro de Mashiho y simplemente en todo lo que tenía que ver con Mashiho.

Esa es otra de las cosas que jamás se imaginó que le iban a pasar, el caer perdida e irremediablemente por alguien al cual acaba de conocer hace menos de un mes y que a pesar de eso sintiera que lo conocía por mucho más tiempo, como si de alguna manera el universo los hubiese destinado a estar juntos y tal vez eso sonara absurdo o cliché pero así se sentía.

El fin de semana después de la primera cita que tuvo con el ojiazul pasó sin ningún suceso resaltante, Jihoon fue a su casa el sábado en la noche a tomar algunas cervezas con él y ponerse al día en lo que había pasado en sus vidas, le comentó lo mucho que le gustaba Mashiho y el pelinegro simplemente empezó a reír diciendo que ya se lo imaginaba.

Lo que más le gustó del fin de semana es que el ojiazul y él se la pasaron hablando por mensajes y cuando estaban muy cansados para escribir se llamaban y se quedaban dormidos escuchando las respiraciones pausadas del otro a través del teléfono, Junkyu pensaba que podría acostumbrarse a eso por siempre y eso le asustaba mucho porque jamás se había sentido tan increíblemente necesitado de estar con alguien a todas horas todos los días.

Sonrió inconscientemente de manera boba observando de nuevo hacia donde estaba Mashiho y su sonrisa rápidamente se borró de su rostro cuando el ojiazul, haciendo un giro particularmente difícil, puso las puntas de sus pies de manera incorrecta y cayó estrepitosamente sobre el suelo doblando su pie derecho de manera dolorosa soltando un quejido de dolor.

Junkyu ni si quiera se detuvo a analizar las cosas, se levantó del banco donde estaba sentado frente al piano y se acercó casi corriendo hacia donde estaba Mashiho todavía en el suelo agarrando su pie con una mueca adolorida en el rostro, Junkyu se arrodilló frente a él ignorando las miradas atónitas que le dirigían los demás chicos a su alrededor

-¿Mashi? ¿Estás bien? ¿Te duele mucho?- Preguntó con el ceño fruncido por la preocupación.

-Sí... Es el tobillo, creo que me lo torcí.- Sollozó Mashiho observando a Junkyu con tristeza.

El ojiverde pronto sintió como alguien se arrodillaba a su lado y se volteó para ver que era su madre que tenía la misma expresión preocupada que él, la pelinegra agarró con cuidado el pie de Mashiho escuchando como este siseaba adolorido y le quitó como pudo la zapatilla revisando su tobillo y moviéndolo un poco de un lado a otro.

-Estarás bien.- Dijo Misuk con una sonrisa poniendo su pie de nuevo en el suelo.- Es solo una pequeña torcedura, pero nada grave, tu tobillo no está inflamado así que tómate el día de hoy regresa a tu casa, ponte un poco de hielo y descansa, mañana volveremos a practicar ¿De acuerdo?

-Mamá... ¿Mañana no es un poco pronto para que regrese?

-Junkyu, necesitamos seguir ensayando, no podemos atrasarnos.- Respondió la pelinegra encogiéndose de hombros antes de levantarse del suelo.- Llévalo a su casa, no creo que pueda caminar en las condiciones en las que está.

El bailarín y el pianista [Mashikyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora