Paulina

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Primer día de clases después de vacaciones de invierno, Paulina no había hecho demasiado en sus vacaciones, no era una chica de muchos amigos, por lo tanto se quedó en casa a la orilla de la chimenea leyendo unos buenos libros mientras sus papá estaban de viaje de negocios, ¿qué clase de padres dejan a su hija sola en vacaciones de invierno mientras pasa navidad y año nuevo sola?. Paulina había decidido teñirse el cabello oscuro y cortarlo un poco, nadie en la escuela lo iba a notar puesto que incluso los maestros la ignoraban.

Paulina subió a su coche para ir a la escuela pero como era de costumbre puso su disco favorito de The 1975 y subió el volumen para no escuchar el sonido de la calle. Salió de su casa y se marchó por la amplia casa hasta el colegio. Cuando llegó, notó una figura poco peculiar en su escuela, era un chico alto de piel clara y cabello oscuro, llevaba unos pantalones de mezclilla y una camiseta negra con un estampado en verde al centro, Paulina decidió no hacerle caso pues sabía que esa clase de chicos no le hacían caso.

Paulina subió a su salón de clases, entre la multitud de gente en las escaleras saludandose y contando sus magnificas historias de vacaciones de invierno, decidió no hacer mucho caso hasta que escucho una de las voces de las chicas populares de su salón.

-¿Ya viste al chico nuevo?- Dijo la pelirroja de las escaleras a su amiga.

-Sí, la verdad es que está demasiado sexy-

Paulina siguió caminando y pensando en la clase de cosas que había en la cabeza de sus compañeras para pensar en chicos y fiestas y no en la escuela, pero debía admitir que el nuevo sí era bastante guapo. Cuando entró a su salón, como era de costumbre, se sentaba en la segunda fila de adelante hacía atrás, de esa manera podía ver y nadie la distraía. Cuando entró su profesor de historia, detrás de él entró el mismo chico que había visto al llegar a la escuela, cuando lo vieron entrar se escuchar murmullos de las chicas que estaban a su alrededor.

-Buenos días, alumnos, antes de empezar la clase, me gustaría presentarles a su nuevo compañero, su nombre es Oscar y nos va a estar acompañando por el resto del ciclo escolar-

Cuando el profesor terminó de presentarlo, Oscar tomó lugar en la única banca que quedaba vacía hasta el fondo del salón. 

Durante el resto del día, Paulina había sentido que alguien la observaba desde atrás y cada vez que volteaba, Oscar desviaba la mirada hacía algún otro lado de el salón.  Fue hasta la última clase cuando tuvo que convivir con él pues lo habían integrado a su equipo de biología para el laboratorio y mientras estaban en el laboratoria, Oscar observaba cada movimiento que hacía Paulina y con que delicadeza tomaba los objetos.

-Haces todo con mucho cuidado- Dijo Oscar a Paulina

-¡wow! pensé que no hablabas- respondío Paulina con ironía

-Noté con que delicadeza te bajas de tu coche y cierras la puerta-

Paulina tomó por sorpresa ese comentario porque no pensó que Oscar la hubiera notado entre tanta gente. 

Por fin terminó la hora de biología y Paulina tomó sus cosas para poder irse a su casa a comer algo de lo que podía encontrar en el refrigerador. Cuando llegó a su coche, se di cuenta de que sus llaves no estaban en su mochila ni en la bolsa de su pantalón, buscó como loca en cada parte de su mochila.

-Oye, creo que se te cayeron tus llaves- dijo una voz detrás de Paulina

Paulina volteó a ver quien era la persona que le hablaba y se dio cuenta de que era Oscar y tenía sus llaves en la mano.

-Oye, eso es mío- dijo Paulina tratando de arrebatarle las llaves a Oscar pero él solo se echo para atrás.

-¡Oh! ¿Con qué quieres tus llaves?- Dijo Oscar entre risas

-Devuelveme mis llaves-

-Te las regreso con  una condición- Dijo Oscar con voz tentadora

-Está bien- Aceptó Paulina

-Me llevas a mi casa, porque mi coche se descompuso y no quiero regresar caminando- a Paulina no le quedó de otra más que aceptar así que en cuanto subieron al coche y lo echo a andar empezó a sonar Sex de The 1975, bajó el volumen pues supusó que a Oscar no le gustaba esa música, pero en el momento en el que quitó la mano del volumen, Oscar en seguida volvió a subir el volumen y empezó a tararear. Paulina no dijo nada hasta que terminó la canción.

-No pensé que te gustara ese tipo de música- dijo Paulina

-No me imaginé que a alguien más le gustara The 1975- respondío Oscar

Paulina y Oscar se mantuvieron en silencio durante el resto del camino hasta que llegaron a casa de Oscar.

-Servido- dijo Paulina

-Gracias, aquí tienes para la gasolina- Oscar le dio un billete de 200 MXN y se despidió de Paulina dandole un vez cálido en su mejilla.

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⏰ Última actualización: Feb 04, 2015 ⏰

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