𝒢ℴ𝒹𝒹ℯ𝓈𝓈 • Boku No Hero Academia x Male! Reader •

💫 01 💫

Caminó tarareando una canción infantil a la vez que daba pequeños saltitos esquivando las líneas que habían en el suelo bajo las curiosas miradas de los transeúntes, sobre todo debido a la curiosa apariencia del niño de baja estatura. Su camiseta holgada de color negra con un estampado que dice "Hungry" Con distintos colores, junto a su chaqueta con estampado de galaxia, sus pantalones bordó estilo militar con un cinturón negro y varias cadenas colgando de este, junto a sus zapatillas violeta oscuro con varias caritas felices de variados colores le daban al joven un aspecto muy alegre, siendo todo lo contrario con lo que demostraba su cara, sus ojos rosados con grandes bolsas negras debajo de estos y sus múltiples perforaciones en su labio inferior y en sus orejas. Además de su piel tan pálida que daba la impresión que el adolescente jamás salía a la luz del Sol. Daba la impresión de ser el típico "chico malo" claro, si es que te fijas únicamente en su cara e ignoras su vestimenta, su caminar y su tararear alegre. Ya saben a lo que me refiero, el típico chico malo de las telenovelas que fuman, se drogan y tienen a miles de chicas detrás de ellos.

El chico miraba atentamente el suelo para esquivar con facilidad las líneas o grietas de este, de su hombro colgaba una mochila gris oscuro con varios pines colgando de ella junto a llaveros de distintas formas y tamaños.

—¡S-Senpai! ¡E-Espere! — Escuchó una voz nerviosa a una distancia considerable de él, parecía agitada debido a que corrió durante unos minutos detrás de él. El Doncel se detuvo en seco, haciendo que el chico que lo perseguía chocara contra su espalda que, aunque parezca delgada y débil, poseía bastante fuerza. Así que el contrario dio unos pasos atrás para no caerse de trasero en el suelo — ¿¡Otra vez se escapó de su academia?! — Gritó tomando de los hombros al Doncel. Este hizo un puchero, cruzando sus brazos y volteando para ver al contrario. Se trataba de Izuku Midoriya, su pequeño Algodón, su cabello es alborotado de color verde al igual que sus ojos llenos de vida y varias pecas en sus mejillas, era más alto que el mayor por 11 centímetros, haciendo que le llegue hasta su quijada aproximadamente, así que tuvo que levantar la mirada para ver los ojos Esmeraldas del menor.

—B-Bueno Algodoncito, es que es muy aburrida la academia— Hizo un puchero molesto, pataleando como niño pequeño. Izuku se sonrojó al ver la expresión tan tierna del mayor junto al apodo que le puso hace mucho tiempo cuando aún era un niño de cuatro años, con el cual no está acostumbrado.— Además... ¿No deberías estar en tu secundaria? — Cambió de tema.

—Ayer le dije que no tendría clases hoy, Senpai— Reprendió el peliverde.

—Oooh... Tienes razón— Dirigió su mano en su nuca rascandola con nervios, digamos que no tenía una memoria tan buena que digamos— Bueno, ¿Estás yendo a casa? — Preguntó con una pequeña sonrisa. Akane se acostumbró a tener la casa de la familia Midoriya como su segundo hogar.

—Pues... Sí. Salí a comprar unas cosas para que mamá cocine y justo te ví escapandote de tu preparatoria— Se encogió de hombros, Akane se rió restándole importancia al indirecto regaño del menor.

—¡Bien! ¡Entonces vamos! — Gritó sonriente tomando del brazo a Midoriya y correr dando saltitos de vez en cuando, camino a la casa del de cabellos verdes.

—P-Pero n-ni siquiera te dije que sí... — Murmuró más para sí mismo el de menor edad, dejándose arrastrar por el mayor.

—¡Llegamos! — De un fuerte portazo, se abrió la entrada dejando ver a un emocionado chico de baja estatura con cabello rubio ceniza alborotado hasta su nuca con un pequeño mechón en su zona izquierda un poco más largo atado con una liga de color oro, tenía puesto una bella corona de flores en su cabeza de distintos tipos que brillaban de una forma muy anormal, sus ojos eran de color azul eléctrico muy brillosos y su piel era clara, casi como la de un fantasma, sin ninguna imperfección. Su nariz era respingada y tenía un lunar en la parte derecha de esta. Vestía una camiseta manga corta blanco con estrellas de muchos colores en ella, un overol corto hasta un poco más arriba de sus rodillas, calcetines hasta sus rodillas blancas y zapatos dorados. En su mano derecha llevaba un brazalete de oro y de su cintura colgaba una máscara alegre. Detrás del chico, tomado de la muñeca, estaba Midoriya, agachado agarrando sus rodillas y jadeando con cansancio, llevaban corriendo durante mucho tiempo. Le sorprende la resistencia del mayor.

—Oh, Izuku, ven, te ayudo a llevar las co... — De la cocina salió una mujer de baja estatura, regordeta con cabellos de color verde y ojos del mismo color. Al ver frente a él al rubio cenizo, sonrió alegre acercándose. —¡Akane-Chan! ¡Que bueno que vienes!— Saludó con una sonrisa, estrechandolo contra sus brazos.

—¡Soy Eufrósine! ¡Gracias Señorita Midoriya, yo también estoy feliz de volverla a ver! — Habló con júbilo, correspondiendo el abrazo con gusto. Escuchó la suave risa de la mujer.

—Está bien, Eufrósine. ¿Cómo está Kimi-San? ¿Tienes buenas notas en la Academia? — Preguntó separándose del abrazo, viendo la sonrisa tan emocionada del chico.

—¡Mamá está muy bien! Y eh... Voy muy bien en la Academia— Se rió suavemente con nervios, mirando de reojo al chico peliverde quien se posicionó a su lado.

—Me alegro Eufrósine-Chan. Ya debes de estar en tu último año, ¿No es así?

—¡Sí! — Asintió con emoción, feliz de saber que dentro de tan solo unas semanas ya terminaría la Academia.

—Ven, entra. Iré a cocinar mientras tanto puedes ir con Izuku a su habitación— Sonrió mirando a su hijo, que al escuchar eso se sonrojó con timidez.

—¡Está bien! ¡Vamos Algodoncito! — Corrió escaleras arriba, jalando de la mano a Izuku.

"¿Porqué mi corazón late tan fuerte? "

Pensó el peliverde sin dejar de ver la mano contraria que tomaba la suya.