❝Tu aroma se disipó en el aire, tus mentiras ahora solo son ecos que resuenan en mis oídos, y las huellas de tus dedos, lejos de yacer simplemente en mi piel, ahora solo se aferran con fuerza, quemándome.❞
S E G U N D O L I B R O
Kita Nanami ya n...
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Yuta está ahí, parado frente a su viejo y conocido auto deportivo, tal como me lo imaginé.
Atravieso la calle hacia su dirección, al llegar, me cubro el pecho con mi abrigo, cruzando un extremo contra otro.
ㅡ ¿Estás bien? ㅡ es directo con la primera pregunta. ㅡ ¿Tienes unos minutos?
ㅡ Sí. Pero tampoco tengo toda la noche. ㅡ escupo. ㅡ ¿Qué ha pasado con el asunto de mi tío?
Se mete las manos a los bolsillos de su gabardina oscura, apoyándose mejor en sus pies.
ㅡ De eso quería hablarte precisamente. ㅡ afirma, acercándose. ㅡ reuní un grupo de mis compañeros abogados para recopilar documentos que lo inculpen de sus delitos. Ellos aceptaron, de igual forma, están de acuerdo en ayudarte, como te prometí. Solo falta que tú confirmes cuando podemos iniciar con tu caso.
ㅡ ¿Y en ese grupo está... ㅡ me silencio antes de pronunciar el nombre.
ㅡ ¿Lee? ㅡ cuestiona con un tono amargo en la voz. ㅡ ¿Crees que quiera involucrarse en un caso que yo estoy organizando? ㅡ me hace ver lo obvio de la situación.
ㅡ No. Y ahora mismo, tampoco creo que quiera involucrarse en algo relacionado conmigo.
Yuta frunce el ceño, sin entender lo que estoy tratando de decir.
ㅡ ¿Pasó algo con él, Nanami? ㅡ pregunta, confundido.
Alzo mi mirada hasta que está se encuentra con la suya. Se muestra preocupado, las ráfagas de viento despeinan su cabello castaño con fuerza y el negro mío se mece frente a mí rostro. Su expresión suplicante me hace replantearme lo que dije. Y es entonces que empiezo a titubear dudando si debo comentarle o no.
Opto por omitir esa parte.
ㅡ Nada que sea asunto tuyo — corto de tajo con el momento. Él asiente, entendiendo. — ¿Y que más tenías que decirme?
ㅡNecesitamos que tú también pongas de tu parte. Tienes que ayudarnos con algunas investigaciones, tenemos sospechas de que tu tía sabe muchas cosas, o alguno de los hijos de Honako.
ㅡ¿Qué quieres decir?
ㅡMe refiero a que tenemos que robar algunos documentos suyos.
ㅡ¿Qué?ㅡsuelto una risa nerviosa, negando inmediatamente. ㅡ¿Y tú esperas que yo me meta a la casa de mis tíos? Yo no vuelvo a entrar ahí jamás, Yuta.
ㅡNo necesariamente. Podríamos usar a algún trabajador de ahí. ¿Sabes si tienen alguna ama de llaves o un chófer?
Mis labios forman una línea, y después de recordar un poco, asiento.
ㅡRecuerdo a la cocinera, su nombre era Limi, Limi Nara.ㅡ cruzo los brazos alrededor de mi pecho, moviéndome ansiosa. ㅡella trabajó para mi tío durante diecisiete años, al menos cuando yo vivía en esa casa.
