Parte única.

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I.

Tsumiki siempre ha estado tragando (duro y a la fuerza, todo).

Cuando su mamá se divorció, y junto años más tarde, con un hombre (de nombre Toji Zenn'in). No le quedó de otra, más que sonreír y tragarse sus pensamientos.

Porque...

La sonrisa y felicidad de mamá, es lo más importante. Es la prioridad.

Porque, ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que su mamá sonreía con la tierna ilusión del amor?

II.

Su mamá estaba esperando un hijo, un hijo de ese hombre con el cual, llevaba tiempo saliendo.

Tal vez debió haberlo esperado, pero, se sentía un poco (demasiado) pronto.

Pero, verla sonreír suavemente y acariciar con cuidado su vientre...

— Oh, acaba de patear — la emoción destellaba en sus orbes chocolate, y su sonrisa, era preciosa.

(Mamá siempre fue hermosa).

— ¿Quieres sentirlo, Tsumiki?

Toji no estaba ese día en casa, pero sabía que más tarde llegaría. Porque él siempre volvía, tarde, pero lo hacía.

Con cuidado, acercó su mano y la posó sobre su vientre. Tenía un sentimiento de emoción e incertidumbre que la recorrían de pies a cabeza y... Era ese mismo sentimiento, el que todavía, le decía que no quitara la mano.

(¿O sería el silencio y la mirada suave de mamá?)

Y entonces...

— Él es tu hermanito, Tsumiki — le confirmó, con voz meliflua, con amor y una sonrisa. Mientras ella, seguía un poco inmersa en la sensación que la patada de su hermanito le provocó —. Su nombre es Megumi.

Megumi, pronunciaron sus labios más no llegó a decirlo. Porque, se sentía irreal, se sentía etéreo.

Toji no era su papá, pero tampoco la trataba mal. Megumi era su medio hermano, su hermanito. Y quien los unía a todos era su mamá.

Y eso los hacía... Una familia.

(Y Tsumiki, volvió a tragarse todo.

Incluso, sus lágrimas de felicidad).

III.

La vida, no era toda rosa pero tampoco toda gris.

Tal vez, mamá no volvió (nunca más). Pero le había dado como regalo (de compensación) a su hermanito, a Megumi; a la pequeña esperanza que mamá dejó atrás.

Y aunque Toji ya no estuviera como antes en casa, todavía les daba algo de dinero para subsistir y de vez en cuando, le ayudaba con su hermanito.

Tsumiki se comprometió a ser una buena hermana mayor para Megumi.

Porque mamá hubiera querido eso.

Y aunque a veces el sentimiento de soledad quisiera clavarle las uñas en el pecho y matarla lentamente; los llantos y las risas de Megumi, asustaban a la oscura soledad y la hacía sonreír.

(Un poco más, cada día).

VI.

Y finalmente, Toji nunca más volvió, como mamá. Y aunque muchas veces se preguntó su paradero, pronto dejó de hacerlo.

(No significa que haya olvidado a Toji, porque todavía le tenía aprecio. Pues gracias a él, mamá fue feliz y le dio a Megumi.

Sólo ha decidido atesorar el presente y dejar de aferrarse al pasado).

Aunque ella y Megumi no tuvieron que preocuparse más por el dinero, pues Satoru Gojō, les proporcionaba de este, además de hacerles visitas sorpresas para ver cómo estaban –y a veces, venía con él su amiga, la cual era muy amable con ambos–.

El señor Gojō no le desagradaba –como a su hermanito–, más bien, él la hacía reír con sus comentarios y cuando venía, era bien recibido. Pero lo que más le gustaba a Tsumiki, era cuando se quedaba a comer, junto a la señorita Ieiri; lo que le causaba nostalgia.

(Y sólo a veces, se preguntaba si pudieron ser así el señor Toji, mamá, Megumi y ella).

No obstante, Tsumiki nuevamente se traga esos pensamientos y sonríe. Porque, comer con el señor Gojō, la señorita Ieiri y su hermano, también son momentos bonitos y divertidos.

Que valen la pena atesorar y disfrutar.

V.

Tsumiki quiere mucho a Megumi, en verdad lo hace, pero eso no quiere decir que por ello deje pasar su mal comportamiento y groserías.

Porque incluso la persona más paciente y tolerante, se cansa.

Y, aunque arrojarle esa caja de leche fue demasiado, Megumi se lo tiene bien merecido. Pues, ¿Cuándo dejará de meterse en peleas y problemas?

No es mamá, no lo es. Y a veces, el pecho le duele cuando la recuerda y quiere llorar.

(Porque te extraño mamá, mucho).

Pero no tiene tiempo para llorarle y decirle a mamá lo mucho que la extraña y necesita. Pues todavía tiene que cuidar de Megumi, y también, esta noche va a acompañar a su amiga en una supuesta prueba de valor, porque no quiere dejarla sola.

Más tarde, hablaría seriamente con Megumi. Cuando volviera.

VI.

(Y entonces, Tsumiki Fushiguro, dejó de tragarse todo.

Porque era momento de dormir.

–Y el turno de Megumi de tragarse las cosas–).

-Traumada Taisho

Tal vez esté fuera de personaje pero... Yo quería escribir de Tsumiki.


Tragar  [Fushiguro Tsumiki-centric]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora