Quod ad dolorem praefinita.

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           Miento al decirte que no sufrí las consecuencias del torrencial viento, las heridas causadas por aquel desastre.

La daga me quebró el espíritu, amarle a usted fue un error, debí verte a la cara con desdén y olvidarle de una vez.

Después del tornado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora