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El calor me estaba matando, ni siquiera con todo el aire acondicionado y menos ropa en mi cuerpo podía dejar de sentirme caliente. Mientras yo sufría por el inmenso calor un fuerte dolor en mi espalda comenzó a generarse por estar echado en el suelo por casi una hora, me levanté y me dirigí a la cocina por un vaso con agua super helado.

Al terminar de tomar agua me disponía a volver a echarme, pero esta vez en otro lugar que no sea tan duro como el frío suelo. Mientras caminaba por uno de los largos pasillos de mi casa pude darme cuenta de la gran cantidad de aromatizantes que hay, el olor a mazana con canela era muy potente, aunque es mi combinación de olores favorita, no puedo quejarme.

— Ah, mi hermanito siempre tan atento conmigo.

Luego de un rato decidí llamar a Jaehyun, mi mejor amigo, para así no estar tan aburrido en un día tan soleado.

Llegué a la sala, me senté en el sillón más cercano, saqué mi celular y marqué su número. Esperé a que contestara y hablé primero.

— Jeffrey, bro, es un día tan bonito como para pasarla en compañía ¿vienes o le temes al éxito?

— Sí Johnny, estoy bien gracias por preguntar.— dijo con cansancio.

Solté una risa burlona.

— Vamos ¿si vendrás?

Escuché un bufido por el otro lado de la línea.

— Bien, llevaré algunos snacks para acompañar la tarde.

— Vale, te estaré esperando, adiós, durazno.

Colgué y ordené un poco la sala para recibir bien a la visita, si bien es mi mejor amigo el que viene me gusta tener todo presentable.

Nunca se sabe si de casualidad la primera dama va a visitarte.

Al terminar me senté a esperarlo. Luego de 15 minutos pude escuchar golpeteos en la puerta principal.

Me paré a recibirlo abriendo la puerta, lo iba a abrazar como los buenos bro que somos, pero él puso su mano evitando la acción.
— No tienes camisa, dude.

— Uh no es como si fuera la primera vez que me tocas sin ropa.

Él alzó la ceja en respuesta. Bufé ante eso.

Lo dejé pasar, subí a cambiarme y cuando ya estaba listo volví a bajar.

Observé a Jaehyun comiendo en el sillón del medio, fui a sentarme a su lado y lo miré por un rato.

— Y bien ¿ahora qué?

— Hay que ver una película, no sé.— Mencionó con la boca llena.

Hice una mueca de asco ante eso.

— Mmmh, veamos el conjuro.

— Dale, pero no quiero que después me pidas que duerma contigo porque te dio miedo.— Sonrió burlonamente haciendo que sus hoyuelos aparezcan.

— Apuesto a que tú serás el que me pida eso.— Dije con un tono retador.

Prendí mi televisor y con el control remoto apreté en la aplicación Netflix, busqué la película y le puse play.

Agarré una bolsa de papas fritas de la mochila de Jaehyun y me puse a ver la película.

Estuvimos atentos todo el tiempo, aunque se podían escuchar por ratos algunos leves gritos míos y sutiles risas de parte de Jaehyun. Al terminar la película nos pusimos a seguir viendo todas las demás películas que tengan que ver con el conjuro.

El tiempo pasó volando y el sueño se comenzó a apoderar de mí y de Jaehyun. Las luces estaban apagadas y un pequeño sentimiento de temor se apoderó de mi.

Jaehyun como el mejor amigo que es sonrió con malicia al verme así.

— Veo que tienes algo de miedo por la oscuridad eh.

— Claro que no, seguro tú sí.

— Nah, no me da miedo la oscuridad.— Afirmó con valentía.

Fruncí mi ceño en respuesta, ¿miedoso yo? ¿a la oscuridad? tonterías.

— Si eres tan valiente como se ve anda a mi habitación y baja dos colchas con dos almohadas para nosotros.

Una mirada retadora se presentó en él, sonrió e hizo lo que antes había mencionado.

Me quedé solo cuando subió, lo esperé en mi lugar mientras el sueño comenzaba a adueñarse de mi.

Mis ojos comenzaron a cerrarse y mientras eso pasaba pude ver borrosamente una figura humanoide pequeña al frente mío, sentí frío cuando eso apareció a mi lado y más aún cuando se acercó a mi oreja a susurrarme la misma palabra que ayer.
— 𝙉𝙤 𝙗𝙖𝙟𝙚𝙨.

Abrí los ojos en grande, tanto que parecía que se iban a salir de mis cuencas, me tambaleé un poco en mi lugar y me quedé viendo a la nada.

Sentí que movían mi cuerpo y cuando me fijé era Jaehyun.

— Hey, tierra llamando a Johnny, tierra llamando a Johnny.

Pegué un brinco por el susto, mi contrario frunció el ceño confundido.

— Ok, eso fue raro.— Dijo para después lanzarme mi pijama junto la colcha y la almohada. — Cambiate ya, es muy tarde.

Lo observé fijamente por un rato hasta que obedecí a sus palabras.

Pero esa frase que había escuchado con anterioridad no salía de mi cabeza. 

ㅡ𝙉𝙤 𝙗𝙖𝙟𝙚𝙨【Johnil】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora