Nuestra historia empezó el día de tu cumpleaños, junto a unos amigos decidimos hacer el mejor cumpleaños de tu vida, rentamos un lugar muy espacioso, invitamos a tu familia, a tus seres más cercanos, queríamos que esta fuera una noche perfecta. Siempre te destacaste por ser alguien honesto. Tu gran sentido del humor, aunque tus chistes la mayoría no causaran la más mínima risa todos se esforzaban por que pensaras que los disfrutábamos. Tu comprensión, siempre calmabas el dolor de los demás, aunque sabias que no podías hacer mucho, pero siempre te esforzabas por hacer sentir bien a los demás, y otros tantos valores los cuales hacían que nadie te pudiera odiar, todos te tenían muy en alto, todos te adoraban.
Tus sonrisas, con ella me contagiabas tu felicidad, conseguías que yo lo hiciera todo por ti, cualquier favor por más mínimo que fuera. Esos ojos los cuales me miraban suplicantes cuando me pedias acompañarte a algún lugar o cuando a través de ellos demostrabas tu dolor, nunca soporte verte sufrir por alguien más, siempre estuve ahí para ti.
Cuando correspondiste mis sentimientos fue el día más feliz de mi vida, no podía apartar mi viste de ti, tú eras mi luz, si desaparecías yo me perdería.
Estuvimos perfectamente por tres meses, no había día que no demostráramos cuanto nos queríamos. Amaba tomar tu mano y luego salir corriendo arrastrándote detrás mientras reías.
Pero no todo era color rosa. Tu mejor amigo comenzó a decir cosas sobre tu ex novio, me decía que te volvió a buscar para que regresen, yo no hice caso, porque solo confío en lo que tú me digas.
Comencé a notarte extraño, ya no dejabas que tomara tu teléfono, pasabas tecleando y tecleando, a veces te veía llorar y en esos momento me comencé a preguntar ¿Estoy haciendo algo mal? Quería saber que sucedía. En la calle ya no me tomabas la mano y si yo lo hacía me alejabas. Esto me dolía, ¿acaso no te dabas cuenta?
Un día en que estábamos en mi casa, será por cosas del destino, pero te fuiste al baño sin llevar el teléfono, ¿Qué puedo decir? La curiosidad mato al gato, después de ver todos esos mensajes solo quería morir, lo deje donde estaba y me senté en un rincón de la habitación a pensar, luego llegaste, lo tomaste y lo revisaste, me miraste enojado.
-¿P-porque lo revisaste?- gritaste histérico, lo único que pude hacer fue levantarme y salir corriendo al baño, escuche unos golpes en la puerta pero no hice caso – ¡Sal! Tengo que hablar contigo sobre esto- tus gritos aún se escuchaban pero no quería responder, no quería saber que estabas con alguien más, decidido solo una palabra salió de mis labios
-Vete- desde el otro lado se dejaron de escuchar los golpes, habría jurado escuchar tus sollozos, pero si hubiera sido así no te hubieras ido.
Pasaban las semanas y todos nuestros amigos sabían de nuestra ruptura, claro, si es que se le podía llamar así. Desde ese día no me volví a acercar a ti, aun así seguía mirándote, aunque ya no estuviéramos juntos mis sentimientos seguían intactos, últimamente te note más decaído, pensé en que habías enfermado y por supuesto le pregunte a tus amigos, ellos dijeron que estabas bien, yo solo les agradecí y les pedí que no te digieran sobre mi preocupación, de seguro ya no te importaba ya que no hacías ningún esfuerzo por hablar conmigo.
Un lunes por la tarde me encontré con tu mejor amigo, conversamos de muchas cosas, parecía triste, me pidió que guardara un secreto, y yo le dije que así seria.
-él se va a Japón, le dieron una beca por ser el mejor alumno de la escuela- mi mundo se destrozó, en esos momentos solo vivía viéndote, el solo divisarte a metros de mi me dejaba tranquilo, amaba verte sonreír aunque tu sonrisa fuera por alguien que no era yo, mi amor por ti me hacía soportarlo.
-C-cuando- dije apenas con un hilo de voz, las lágrimas comenzaban a caer, me sentí morir, él me abrazo, creo que de alguna u otra forma los dos nos sentíamos abandonados.
-En una semana más-
…
Esa semana transcurrió lentamente, pero aun así llego el día que más odie en mi vida. Todos te fueron a despedir al aeropuerto, yo también fui, pero como siempre me mantuve muy alejado. Te veías muy sonriente como siempre y eso me hacía muy feliz, todos te abrazaban y decían chistes para que solo rieras. Me hubiera gustado poder estar cerca de ti en ese momento. Buscas a alguien con tu mirada, te veías triste, debe ser alguien muy importante para que esa hermosa sonrisa desaparezca. Llega tu partida, te vuelves a despedir de todos y subes al avión, la entrada se cierra, yo me acerco donde están tus amigos. Aunque sea déjame verte por última vez, te busco entre las ventanillas y creo verte, volteaste y me viste, ya no temo el que me veas, te vas.
…
Pasan los meses, tu amigo suele hablarme mucho de ti y yo solo escucho, me agrada saber que estas bien, al parecer tienes muy buenos amigos a tu lado.
Ya no tengo a quien mirar, eso me deprime pero no puedo hacer nada.
…
Han pasado dos años y aún no te olvido, no he podido tener alguna relación, pero eso no me disgusta, como dicen “el amor se encuentra una sola vez en la vida” y aunque ya lo encontré y lo perdí me siento feliz de haberlo vivido, ojala esto no hubiera terminado así.
Camino a mi universidad, alguien que iba distraído choco conmigo haciéndome caer, él me ofrece su mano. Después de un tiempo nos volvemos amigos, es un chico agradable.
En una de nuestras salidas de amigos me vuelvo a encontrar con tu amigo, el muy sonriente me abrazo y le correspondí ya que hace mucho tiempo no nos veíamos, me pregunto si podía hablar conmigo a solas, nos apartamos y escuche algo que no creí oír jamás.
-Supe algo sobre él, ¿estás interesado en saber?- me pregunto mirándome serio, no sabía si aceptar o no, se podría decir que comenzaba a superar el asunto, pero moría por saber sobre su paradero, asentí.
-esto me lo confeso tan solo anteayer, ojala lo tomes bien- mientras hablaba comenzaba a asustarme ¿será algo muy importante? ¿Te había pasado algo? –recuerdas que te conté hace años sobre su ex novio, lo estaba buscando, ellos dos se encontraron, tuvieron una discusión y este lo amenazo de hacerte daño si seguían juntos- sentí un frio que recorrió todo mi cuerpo, ¿todo eso lo hiciste por mí? ¿Acaso será que lo pasaste aun peor que yo? –él se alejó de ti por eso, por eso delante de otros mostraba desinterés-
-O-ósea que…- mis rodillas flaquearon y caí, mis ojos comenzaron a despedir lágrimas de dolor. Todo lo hiciste por mí, pensé que era el único que sufría.
-Él vendrá a visitar a sus padres, está de vacaciones, después de eso este será su último año de estudio – se sentó a mi lado y me abrazo ¿Cuándo nos volvimos tan cercanos? Ya lo recuerdo, todo empezó cuando te fuiste, sin saberlo él también término siendo mi mejor amigo –él ya tomo el vuelo, llegara en unas horas-
-P-pero yo no…- no sabía qué hacer, si fuera por mi correría ahora mismo hasta el aeropuerto y esperaría las horas que fuesen con solo saber que te volveré a ver.
-Él aun te ama, lo único que hace es desahogarse con mensajes llenos de sus sentimientos hacia ti- acaricio mi cabello –Ve, recíbelo- se levantó y jalo mis brazos para ayudarme a pararme.
-E-está bien- me acerque a mi amigo, le pedí disculpas y corrí, ya no sentía mis piernas, pero faltaba poco, llegue y caí arrodillado, aun no estaba seguro de todo esto, que pasaría si me rechazabas, si me decías que me odiabas, no lo soportaría, baje la mirada, mis pensamientos me mantenían en otro mundo, pero algo me saco de mis fantasías, había unos zapatos frente a mí, no dude en mirar la cara de aquel sujeto y me encontré contigo.
-T-TaeMin- dijiste mirándome sorprendido, tus ojos comenzaron a cristalizarse y yo sentí mis lágrimas caer, bajaste hasta alcanzar mi altura y me abrazaste, me quede inmóvil mientras tus brazos me seguían apretando –Y-yo lo siento-
-N-no… fue todo mi culpa- dije sin dejar de llorar, mi voz se cortaba –si no fuera por mí no hubieras sufrido-
-Claro que no, TaeMin – me soltaste y con tus suaves y tibias manos comenzaste a quitar las lágrimas que por mi cara bajaban –Tu eres lo mejor que me ha pasado, si esto lo hice solo fue por ti, no estaba dispuesto a que algo te pasara, jamás me lo perdonaría-
-Y-yo te amo JinKi- dije esperando alguna respuesta, sonreíste.
-Yo también te amo-
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Te Amo ~ OnTae One-Shot
FanfictionUn comienzo feliz, un triste final y un hermoso reencuentro. ¿Que mejor? "-Él aun te ama, lo único que hace es desahogarse con mensajes llenos de sus sentimientos hacia ti- acaricio mi cabello –Ve, recibelo- se levantó y jalo mis brazos para a...