Tn soltó un ligero suspiro y giró, acomodándose. Se encontraba aún en la cama de aquel vampiro, usando la parte baja de su lencería y la camisa del chico que le quedaba bastante holgada; luego de su encuentro sexual, ambos se habían quedado dormidos. Ayato se giró hacia ella, se acercó más y la abrazó por detrás, desabotonó los botones a la altura del pecho y metió sus manos. La rubia soltó un jadeó, despertando al sentir las frías manos del chico apretar sus pechos.
– ¿Qué...? –suspiró.– Suéltame, idiota –le pegó levemente con el codo.
El pelirrojo rió.
– Es hora de despertar, Oppai-onna. Además...no puedo resistirme –apretó de nuevo.
– Ngh –gimió.– A-Ayato, basta.
Él rió, sacó una de sus manos de debajo de la camiseta para correr el cabello de su novia a un lado, y acercó su rostro a su cuello, sintiendo su dulce aroma a vainilla.
– ¿Sabes...? Me desperté con mucha sed –sonrió.
Ayato giró a la joven, dejándola boca arriba, y subió sobre ella.
– Maldita sea, sabía que esto pasaría.
– ¿Uh? –levantó una ceja.– ¿...Desde cuándo lo sabes?
– Tu piel es fría y tu corazón no late, además desprendes aroma a sangre. Ya sabía que tus hermanos y tú eran vampiros.
– ...Ahora que lo mencionas, tú no hueles a humana, ¿Qué demonios eres?
– Un demonio.
– ¿De verdad?
– Aunque no lo creas. Soy la Princesa del Infierno...e hija de Lucifer.
Él abrió los ojos con sorpresa.
– Oh...Entonces de verdad salgo con una princesa.
– Sí. Deberías sentirte honrado, ¿No crees? Aunque sólo sea por una apuesta estúpida que ninguno de los dos quiere perder.
– Cierto...Bueno, de todos modos tengo sed, así que...
– ...Lo que sea –rodó los ojos.– Sólo hazlo de una vez.
– ¿En serio?
– Muérdeme si vas a hacerlo, sino quítate de encima. Verte es desagradable.
– ¿Ahh? –rió, divertido.– Eres bastante ruda –tomó sus manos, entrelazando sus dedos.– Ahora...quédate quieta.
El pelirrojo abrió la boca, enseñando sus afilados colmillos, se acercó al cuello de ella y la mordió. La joven soltó un ligero gemido.
– Hmm...Dulce –murmuró, volviendo a morderla.
– Despacio, Loser.
Bebió un poco más y se incorporó un poco, para mirarla.
– No me llames perdedor.
– Per-de-dor.
– Fas-ti-dio-sa.
Se miraron unos segundos, y comenzaron a reír.
– Oye, Loser. Este cuarto es muy rosa, y no creo que sea tu color favorito. No es tu cuarto, ¿Verdad?
– No.
– ¿Podemos ir a tu cuarto? Quiero verlo.
– ...Pero nos teletransportamos. Me gusta que estés con poca ropa, pero no quiero que mis hermanos te vean.
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Pride 🏆 Ayato Sakamaki 🐍🔞
Fiksi Penggemar❝Pride/Orgullo: la soberbia se basa en ese deseo incontrolable de intentar ser o mostrarse siempre mejor que los demás. Es decir, ser superior de forma física e intelectual que el resto de personas. Un pecado que resulta de la sobrevaloración del yo...