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Medianoche, gimnasio. Hora del almuerzo. Tn tomó uno de los takoyakis que traía en un pequeño recipiente hermético y lo llevó a la boca de su novio. Ayato abrió la boca para recibir aquella pequeña bola dulce, sonrió comenzando a masticar y acarició la cadera de su novia a quien tenía en su regazo. Ambos miraron a las chicas, quien acababan de dar una idea para el fin de semana.

– ¿Festival? –preguntaron ambos.

– ¡Sí! Habrá un festival el sábado. Podríamos ir, sería divertido.

– Hey, es una buena idea –sonrió un chico.– Podríamos beber sake o algo –rió.

– Cierto. Es genial.

– Ebrios...

– ¿Qué dicen, Tn, Sakamaki?

– Sí Okami dice "sí", entonces Ayato dirá "sí" –rió.

– Está bien –miró a su novio.– Suena divertido –sonrió.

– ...Tch. De acuerdo –rodó los ojos.– Pero dame otro –abrió la boca.

La rubia rió, tomó otro takoyaki y se lo dio en la boca; el vampiro sonrió, comenzando a masticar. Los amigos de ambos intercambiaron miradas, aún no se acostumbraban a verlos tan unidos como pareja.

[Sábado]

Ayato llegó al lugar de aquel festival, vistiendo pantalones negros, una camiseta blanca y una chaqueta negra y roja; caminó con las manos en sus bolsillos, hasta que encontró a su grupo de amigos.

– Oi –llamó.

Los chicos lo miraron y lo saludaron.

– Creímos que no vendrías –rió.

– Luego tendría que escuchar a mi novia fastidiándome por eso, así que...

– Aún no me creo que hayas venido por Okami –rió.

– Sólo vengo porque sé que hay takoyakis. Déjenme en paz.

– Y hablado de la reina... –señaló con la cabeza.

Todos miraron hacia donde aquel señalaba, viendo a las chicas llegar. El pelirrojo abrió los ojos con sorpresa al ver a su novia. Tn vestía un hermoso kimono corto hacia la mitad de sus mulsos, color morado, con flores lilas y amarillentas con un obi rosa con un gran moño; su cabello estaba recogido en un elaborado peinado.

– Hola, chicos –sonrió.

– Lindas piernas, Okami.

El vampiro miró a su amigo, frunciendo el ceño, y le dio un golpe en la cabeza, para luego acercarse a su novia y abrazarla por detrás de forma posesiva. Aquel rió, sobando su cabeza.

– Oye, Ayato. Despacio.

– Les avisé que no se metieran con mi novia.

– Celosooo –se burló.

– Como sea, vamos. Comamos algo y compremos un poco de sake.

– Vamos.

– Adelante.

Todos comenzaron a caminar, mientras conversaban. Se compraron algunas cosas para comer y beber. Ayato compró takoyakis, una bandeja para él y otro para su novia; Tn rió, no acostumbraba a comer cosas dulces, pero aceptó.

– Gracias –sonrió.

– No te vi comer nada...N-No es que me importe, no podrías morir, pero...Tch. Sólo come.

Pride 🏆 Ayato Sakamaki 🐍🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora