Pride 🏆 Ayato Sakamaki 🐍🔞

🏆 11

Tn caminó por la mansión y subió escaleras, hasta que abrió una puerta que llevaba a un cuarto bastante grande; observó tras ella y, al ver a sus amigas subir las escaleras, entró rápidamente y cerró la puerta, poniéndole el seguro. Suspiró, bebió y se acercó a la puerta de cristal que daba al balcón, la corrió y salió, se acercó al diván blanco que estaba allí y se sentó. Se quitó el abrigo y lo dejó a un lado, apoyó el codo en una de sus piernas, recargó su mentón en su mano y le dio un largo sorbo a su bebida.

– Odio esta mierda... –murmuró.

No sabía si era porque estaba cansada, molesta o por el alcohol en sangre que tenía, pero reconocía que odiaba esa vida. Le gustaba ser el centro de atención y que le dijeran lo hermosa que era, pero detestaba tener que fingir ser tan perfecta para agradar la agotaba. Ir a fiestas y alcoholizarse le divertía a veces, pero otras prefería sólo quedarse en casa o tener una noche tranquila caminando un poco. Pero debía mantenerse al tope de la cadena, en la élite de la pirámide social, no podía dejarse descender y ser un cero a la izquierda. Tal vez en la mañana ya no pensaría así y volvería a fingir ser la reina perfecta, pero en ese momento estaba agotada.

Tomó aire y soltó un largo suspiró, observó el contenido en su vaso y le dio otro sorbo.

<<Flashback>>
Tn caminaba por aquel parque de diversiones, con su novio siguiéndola.

– Subamos a la noria. ¿Qué dices, Ayato? –giró, mirándolo.

Ayato se acercó a ella y la tomó en brazos, cargándola como princesa y haciéndola pegar un grito. Rió.

– ¡¿Qué haces, bobo?!

– En serio, eres muy liviana.

– Bájame, bobo –rió.

– Nop –comenzó a caminar.– Vamos a la noria.

– ...Tonto.

– Agradece que Ore-sama es bueno contigo.

Ella le sacó la lengua y él rió, deteniéndose. Se miraron unos segundos y se besaron.
<<Fin Flashback>>

Suspiró, frustrada. Debía admitir que, por más que al principio salir con Ayato había sido como una sentencia de tortura, desde que comenzó a llevarse bien con él se sentía bastante cómoda, era agradable salir con él y pasar tiempo juntos. Le gustaba, claramente, como a él le gustaba ella. Pero desde que esa humana, Yui, había aparecido, toda su relación se torció y se rompió, volviendo a esa molestia e incomodidad que sentían al principio de la apuesta.

– Maldita humana... –murmuró.

Frunció el ceño y volvió a beber, quería beber hasta perder la conciencia, y estaba cerca pues ya sentía la música muy alejada. Alguien le quitó el vaso de pronto, sobresaltándola. Cuando levantó la cabeza, vio unos ojos verdes que la miraban con cierta molestia y preocupación.

– Ayato...

– Deja de beber tanto, tonta. Ya ni siquiera caminas bien.

– Vete al diablo. ¿No tienes admiradoras con quien perder el tiempo? O esa humana estúpida y plana.

– Deja de ponerte celosa por tonterías.

– Dame esooo... –ordenó, estirando su mano para agarrar el vaso.

El pelirrojo chasqueó la lengua, se acercó al barandal, estiró el brazo y soltó el vaso, dejándolo caer. La chica soltó un quejido, dando pequeños brincos y haciendo pucheros.

– Ayatooo... –se quejó.

– No más alcohol para ti. Ahora escúchame.

– No quiero...

– Debemos hablar.

– Nope. 

– ¡Mierda, deja hablar a Ore-sama!

– Oreo-baka.

– ...Tch.

El vampiro tomó el abrigo, lo dejó en el respaldo del diván y se sentó con ella.

– Escucha. Respecto a la Chichinashi-

– Y aquí vamos otra vez... –interrumpió, rodando los ojos.– No me interesa saber si te la cogiste, sólo quiero que me termines.

– ¡No es lo que piensas! –suspiró frustrado.– No me gusta ella, no me interesa. Tú eres mi novia, ¡Y te amo!

La rubia abrió los ojos con sorpresa y giró la cabeza para mirarlo, de pronto toda su ebriedad se había desvanecido. El chico chasqueó la lengua y volteó la mirada, tratando de ocultar su sonrojo.

– A-Ayato...Tch. Deja de molestarme –se cruzó de brazos.– Sólo di "terminamos" y acaba con esto.

– ¡No voy a terminar contigo! ...De verdad me gustas, así que... ¡Mierda, no me hagas decir estas vergonzosas cosa de humanos!

– ...Dilo de nuevo.

– ¡Olvídalo!

– Entonces no quiero oírte –se levantó.– Iré por más alcohol.

La fémina dio unos tambaleantes pasos, cuando sintió que él la sujetaba de la muñeca y la atraía, haciéndola sentar en su regazo; lo miró, sin cambiar su seria expresión.

– ¿Qué?

– T-Te... ¡Te amo! –chasqueó la lengua, encogiéndose de hombros.– ¿Feliz?

– ...Feliz –sonrió.

– En verdad eres odiosa.

– Pero te gusto así.

– Molesta.

– Entonces, la plana esa...

– No sé. Mi...padre la mandó a la mansión, dijo que era una "invitada especial" y que no la matemos.

– ¿Es todo?

– No dijo nada más. Ni siquiera nos avisó, sólo llamó a Shū y le dijo eso.

– Y tú...

– Nada. Sólo aproveché que tenemos una nueva novia de sacrificio y bebí su sangre.

– ¿Y ya?

– ¿Por qué habría algo más entre un ser tan genial como Ore-sama y una simple humana como ella?

– ...Sí, ¿Verdad? Además, soy mucho mejor que ella. Soy un demonio, hija de Luficer y hermana del Anticristo, Princesa del infierno, hija de Lilith, comando ejércitos de demonios. Y soy hermosa, sexy, tengo un cuerpo genial y pechos grandes. Soy la rubia de ojos azules que todos desean –rió.– Esa ridícula humana no se compara a alguien como yo.

– Sí, sí. Lo que digas. ¿Mejor?

– Eres un imbécil.

– ¿No piensas confesar tu amor por Ore-sama, Oppai-onna?

– Je t'aime.

– ¿Ah? –levantó una ceja, ladeando la cabeza.

Ella rió, divertida.

– Significa "te amo" en francés.

– Ni siquiera sé mucho de inglés, ¿Por qué me hablas en otro idioma?

– Only to annoy you.

– Te detesto.

Tn se carcajeó, divertida, le gustaba molestarlo; se levantó un poco y se acomodó, sentándose a horcajadas, lo que provocó que la falda de su vestido se subiese más, tomó el rostro del chico y lo besó. Ayato correspondió, abrazándola por la cintura y colocando sus manos en su espalda, para atraerla más contra él.