[Años después]
[Mansión Sakamaki]
Ayato dormía en el sofá junto a las escaleras, hasta que sintió un aroma conocido, uno que no había sentido en años. Abrió los ojos, se incorporó y dirigió su mirada hacia la entrada.
Las puertas se abrieron, dando paso a aquel hombre de poderoso porte. De largo cabello albino y brillantes ojos ambas, vestido de traje negro y camisa blanca, con un pañuelo rojo amarrado en un moño sobre uno de sus hombros.
– Ayato...Buenas noches –sonrió.
– ... ¿Qué haces aquí, viejo?
El hombre rió.
– ¿Es así como saludas a tu padre?
– Tch.
– ¿Padre? –llamó, ladeando la cabeza.
– Ohh~ Qué extraño verte aquí. Nfu –sonrió.
– Kanato, Laito.
– Es extraño verte aquí –dijo el rubio, apareciendo sentado en las escaleras, con los ojos cerrados.
– ¿A qué debemos que nos honres con tu presencia? –acomodó sus lentes.
– Así que ese era el aroma que me despertó –chasqueó la lengua, fastidiado.
– Shū, Reiji, Subaru –sonrió.– Qué agradable verlos a todos.
El Rey Vampiro comenzó a caminar, adentrándose a la sala y siendo seguido por sus hijos, quienes lo veían con cierto recelo; se acercó a uno de los sofás individuales y se sentó, cruzando las piernas una sobre otra y sus manos sobre su regazo.
– Tengo un anuncio que darles.
– ¿Volverás a casarte? –bromeó Laito.
– Hm –sonrió.– No...No yo.
– ¿Ah?
– Me he visto con un viejo amigo hace unos días, para conversar y hacer negocios. Tiene una hija, es muy hermosa e inteligente. Y, bueno, llegamos a un acuerdo. Esa joven se casará con uno de ustedes.
Los hermanos se veían confusos ante las palabras de su padre, y expectantes al oír el nombre del pobre desafortunado que formaría parte de su desconocido y, seguramente, maléfico plan.
– ...Ayato.
– ¿Qué? –atinó a decir, con sorpresa.
Los otros cinco miraron a aquel pelirrojo con la misma sorpresa, sin saber si sentirse aliviados, preocupados o celosos.
– E-Espera ahí, viejo. ¿Por qué Ore-sama debe hacer lo que digas? –se cruzó de brazos.
– Oh, no seas tan rudo. Te agradara esta...chica.
Antes de que aquel trillizo pudiese quejarse, un teléfono comenzó a sonar, interrumpiendo. Karlheiz sacó su celular de uno de los bolsillos, observó la pantalla y volvió a guardarlo.
– Tengo una reunión. Deberán disculparme –se levantó.– Fue agradable verlos –miró al pelirrojo.– Ayato, deberé pedir que te prepares. Conocerás a tu prometida la noche de mañana, cenaremos con su padre.
– Pero-
– Me alegra que lo comprendas –sonrió.
El hombre comenzó a caminar, saliendo de la sala y dejando aún desconcertados a sus hijos.
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Pride 🏆 Ayato Sakamaki 🐍🔞
Fanfiction❝Pride/Orgullo: la soberbia se basa en ese deseo incontrolable de intentar ser o mostrarse siempre mejor que los demás. Es decir, ser superior de forma física e intelectual que el resto de personas. Un pecado que resulta de la sobrevaloración del yo...