Una espina en el corazon

Un encantador desconocido

Lo conocí el 8 de Diciembre del 2012, era día de fiesta y sabia que la iba a pasar bien como siempre, pero sin duda nunca imagine conocer esa noche a mi punto débil, al latido descoordinado de mi corazón, al sudor de mis manos, al dueño de mis lagrimas de dolor pero también al motivo de mis mejores sonrisas. Nuestra historia fue, es y será hermosa, pero lo mas importante, una historia única y real.
Era fiesta de una amiga en común, jamas lo había visto ni de casualidad, pero sentí una conexión desde el primer momento en que nuestras miradas se besaron. Termino la ceremonia y a la 1 de la mañana empezamos hablar y de sonrisa entre sonrisa, me daba cuenta que jamas que me había sentido así, tan fantástica y emocionada. Me pareció el chico mas guapo que había visto, siempre me han atraído los negros, pero el era mas que una atracción, la forma en la que me miraba y yo lo miraba, la forma en la que me hablaba entre todo bullicio.
Era una fiesta y no habíamos ido precisamente a conversar, bailamos un buen rato, pude ver sus rulos tan perfectos en tono oscuro, una nariz muy bien formada, dientes rectos y unos labios en lo mejor etapa de la perfección.
La fiesta iba acabando y nosotros seguíamos en juego de miradas, no podía aguantar dejar de mirarlo, necesitaba mas de el, mi alma me pedía a gritos complementarnos, mientras mi corazón me narraba en el oído que estábamos hechos el uno para el otro, yo estaba volando por la atmósfera y paseando por el anillo de Júpiter mientras los pocos que quedaban estaban bailando.
Estábamos con un grupo de amigos, yo era la única mujer, pero conocía a todos, los 6 íbamos en la misma secundaria, excepto el.
La fiesta iba acabando y no me venían a recoger, me estresaba la idea de quedarme sola. Bajamos todos porque nos dimos cuenta que nos estaban tratando de botar, me empece a despedir porque todos ellos se irían juntos en un taxi, el me miraba con cara de confusión pero no me decía nada, cuando llego el turno de despedirme de el me dijo NO YO ME QUEDO ESPERANDO QUE TE RECOJAN, mi corazón aumento la velocidad, mis nervios se encendieron y solo se lo agradecí aunque por dentro me moría de ganas de abrazarlo.
Lo confieso, jamas sentí tanta conexión con un desconocido, por eso el es tan especial.
La fiesta era en el segundo piso, arriba solo quedaban los familiares de la cumpleañera y nosotros estábamos en el primer piso solos, jamas me sentí tan comprometida, me ganaban las ganas de abrazarlo pero luego recordaba que solo llevaba horas conociéndolo, estábamos parados contra la pared, el a mi izquierda, nos mirábamos fijamente y cada vez lo sentía mas cerca, rayos! ¿Porque no me besaba? ¿quería que yo lo haga? ¿Porque me ponía entre la espada y la pared? nunca la entendí.
El cafe de sus ojos y el dulce de sus labios, me incitaron al pecado irresistible de besar aquella boca que recién había conocido esa noche, aquellos labios que mi boca sin nunca haberlo probado me pedía a gritos saborearlos. Lo bese sin pensarlo, jamas había besado en mi vida labios tan perfectos, todo era como un sueño, estaba volando por la luna contando las estrellas y brillando como el sol, sentía que todo no podría ser tan perfecto, me besaba con tantas ganas como yo a el, nos despegamos y nos volvimos a encontrar en las miradas, sonreímos al mismo tiempo todo era como un hechizo o un milagro, todo era como una PERFECCION, me cargo como una bebe y no dejaba de besarme, quería detener el tiempo y quedarme con el y con sus besos la vida entera, quería saciar esta sed que llevaba dentro de mi y solo lo podría lograr con besos de el. Pasó mas de una hora y vinieron a recogerme, lo único que pedía en ese momento en mi interior era volver a verlo...