Si nos planteáramos la vida como un camino recto, o un viaje con un destino fijo, siempre habría al menos un hoyo en medio del sendero. Un hoyo en el que los soñadores percibidos como débiles por la sociedad tienen una tendencia peligrosa a caer. Una vez atrapados en ese agujero, los viajeros tendrían que encontrar dentro de sí mismos la voluntad para intentar trepar por los riscos lo más rápido posible hasta la superficie y continuar, pisando con más cuidado esta vez.
Tristemente, muchos de los viajeros caídos tienden a rendirse una vez han tropezado con la primera roca de la pared, y permanecen atrapados hasta que recuperan las fuerzas mentales para intentarlo de nuevo. Algunos mueren en el hoyo, algunos salen solo para tropezar de nuevo...
Yoongi estaba empezando a trepar, o así lo veía Namjoon. Había estado profundamente hundido poco después de abandonar la carrera, tan lejos que la voz de su mejor amigo le llegaba distorsionada como un eco. Yoongi no había muerto en el hoyo únicamente porque sabía que fuera le esperaban y seguían pendientes de él. Ellos, sus amigos, su hermano. Las personas que lo amaban, y a las que Yoongi amaba. Habían puesto un freno a su muerte, y quizá por eso él había adoptado hábitos como el tabaco o la conducción temeraria. Morir lentamente, en lugar de hacerlo de golpe.
Y Namjoon sabía que Yoongi ya no estaba intentando morir, y lo sabía porque había vuelto a sacar su teclado del estuche, y se había pasado horas ensayando la misma melodía de Chopin, y tratando de inventarle un final a una canción para piano que había empezado a componer hacía casi tres años, cuando aún salía con Jimin. Namjoon podía reconocer al ex novio de su amigo en aquellas notas, si bien el final que Yoongi estaba improvisando sonaba alegre y cálido como Hoseok, y simultáneamente calmo y hermoso, como él mismo, o quizá como Seokjin.
El amor mantenía vivo y despierto a Yoongi, a pesar de la fama de persona fría que arrastraba. Nada más lejos de la realidad, pensaba Namjoon. El amor a la música, el amor a sus amigos...La manera de amar de Yoongi era callada y constante, y mucho más apasionada de lo que podía suponerse sin conocerlo.
Y ese amor era correspondido, incluso si no era de una manera que llenara su vacío vital por completo. Namjoon sabía escucharle y entenderle como nadie. Jimin cuidaba de él de una manera más evidente y exagerada, y siempre estaba dispuesto a darle abrazos y seguía metiéndose en su cama cuando se sentía correcto, aunque eso terminaría el día que se enamorase de nuevo.
Después estaba Hoseok. Hoseok quería a Yoongi con locura, incluso si era, de los tres, el que llevaba menos tiempo en su vida. Lo admiraba y animaba, porque era capaz de verlo bajo una luz que el mismo Yoongi nunca había sabido mirar. Para Hoseok, su hyung era una persona muy especial. También estaba como loco de contento al ver los progresos de Yoongi, y se había pasado un día entero apoyado en su hombro mientras tocaba el teclado. Se habían dormido juntos ese día, y Namjoon había suspirado, preocupado.
Sabía como eran aquella clase de cosas. Jimin intentaba que funcionara, pero Namjoon tenía una visión más realista. Hoseok jamás había demostrado sentir atracción por un hombre en sus veinticuatro años de vida, y eso no iba a cambiar por muy encantador que le resultara Yoongi. Se querían, pero no se veían el uno al otro de la misma forma. El propio Yoongi era consciente, por mucho que le doliera.
Y esa era otra de las ventajas de que hubiese vuelto a centrarse en la música. Sentado con el teclado sobre las rodillas, concentrado, con los auriculares y las gafas que necesitaba para leer las partituras... Namjoon no necesitaba decirlo para que Yoongi supiera que también él se sentía orgulloso de ese avance. No quería engrandecerlo, poner más presión sobre él. No quería señalarle que sus pies estaban sobre la primera roca, por miedo a que Yoongi mirase hacia abajo, tropezase y volviese a caer. Así que Namjoon simplemente estaba ahí, esperando, dispuesto siempre a ofrecerle una mano para que se aferrara a ella, porque para algo era su mejor amigo.
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Losers (MY+KSJ)
FanficYoongi y Seokjin se conocen por casualidad, y conectan enseguida. Seokjin no puede enamorarse de Yoongi porque eso no es lo que se espera de él. Yoongi no debe enamorarse de Seokjin porque siempre termina herido cuando se deja guiar por el corazón...