-¿Disfrutando?- pregunto Calum. -Si Cal, ¿Qué pasa?- le dije mientras le quitaba el diario de la mano y lo miraba. -¿Disfrutando con Paul?- me miro. Estaba celoso, lo sabía. -Eso es problema mío, ahora vete. Quiero ducharme.- dije seca. -Joder Rose...- dijo y se fue.
Madre mía, Calum tenía razón, hace demasiado tiempo me encuentro aquí. Pero es que, Laurie ya era como mi madre y Calum... Bueno, aprendí a acostumbrarme a él. Creo que debería contarles un poco más sobre mí... Estancia aquí en Australia. Cuando era chica, tenía un sueño. Conocer todos los países del mundo. Tenía ese sueño... Pero no tenía ni el dinero, ni... Bueno, digamos que no tenía el dinero. Al crecer, mis padres se fueron dando cuenta de algo, y ese algo es que nunca había olvidado mi sueño. Mi habitación en ese momento de mi vida era una jungla de imágenes de todos los países que te pudieses imaginar. Recuerdo que un día mi madre me dijo -Rosie... Querida, no llores, tengo un plan.- y a partir de ahí mi vida fue mejorando. Yo tendría unos quince años, y mi padre era militar. Nunca había aceptado mi sueño, el decía que debía dejarme de gilipolleces y estudiar. Pero... ¿Conocen ese sentimiento, donde no tienes motivación para estudiar, porque solo puedes pensar en tus sueños, en las cosas que quieres hacer en tu puta vida? Bueno así estaba yo. Mi madre, Mary, entendía perfectamente. Con los ahorros que ella había juntado toda la vida para pagarme la universidad, pude comprar mi primer pasaje a México, y a partir de ahí continué. Me quedaba en casas estudiantiles, residencias, hogares para viajeros. Olvide comentar, en México fue donde conocí a Paty, una señora regordeta de unos sesenta años de vida bien vivida, que lo único que sabía hacer era blasfemar por todos lados. Era una buena mujer, nunca la olvidare. Siempre me quedaba uno o dos meses, pero, Australia había sido diferente, y, creo que por ahora, aquí es donde me quedare.
Termine de ducharme, y me vestí con unos simple pitillos negros y una camiseta que decía Santa Cruz en un circulo. Me la había obsequiado Calum... Me parecía bonita. Unas medias con flores y baje las escaleras.
-¿Qué?- pregunte mientras veía a Calum con la cabeza hacia abajo, sentado en la mesa y a ella parada juzgándolo con la mirada. -Necesito saber, ¿Cuanto tiempo te quedaras? Rosie ya llevas cuatro meses y me preocupa, algo no está bien. - pregunto Laurie y él me miro a los ojos. -Pues... No lo sé, no lo he pensado, simplemente me la estoy pasando bien. ¿Cual es el problema?- pregunte. -Ninguno, Calum me cuestiono cuanto tiempo te quedarías. Deberían hablar entre ustedes, ahora ya me olvide que demonios iba a decirles chicos...- dijo bufando y se fue. -¿Qué demonios te sucede? Ni siquiera vives aquí, tu casa está junto a ésta, lo sé, pero solo porque Laurie sea tu madrina no significa que me tengas que echar...- susurre lo último. -No quiero echarte, simplemente... Joder Rosie, hace meses estoy esperando que me digas que te vas para decirte que quiero largarme del puto país contigo... Y ahora... Te quieres quedar, y, solo por un tío que esta pirado...- dijo. Me senté junto a él, podía verlo de reojo... -Calum... Entonces... Vámonos.- dije. Sonrío irónico. -¿Qué te hace pensar que ahora si quiero irme...?- pregunto mirándome. -Venga Cal, yo se que tu quieres, y aún quedan países por visitar...- dije y lo mire. -¿Tienes goma de mascar?- pregunto y luego río. Eso seguramente era un "si" a mi propuesta...
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madre mía, la imaginación me carcome y me sale por los putos poros de la piel. Así que, no lo sé, si les ha gustado, pues, votad y si no, bueno... Lo siento <3.
Saludos xx.
PD. Comentar es gratis <3
PD2. Si no entienden algo solo díganlo :)
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✘ Chicle c.h. ✘
FanfictionMadre mía... El chicle no dejaba de moverse dentro de su boca y si pronto no paraba con el maldito sonido iba a ir y quitarle el chicle de un golpe... O un beso. Aún no lo sé.