Era la primera vez que Elynne se quedaba en Hogwarts en Navidad, y sabía que se estaban esforzando en la decoración, deseosos de impresionar a los visitantes de Beauxbatons y Durmstrang, aun así, no pudo evitar quedarse maravillada cuando al día siguiente vio como habían decorado todo el castillo por aquel motivo.
A las barandillas de la escalinata de mármol les habían añadido carámbanos perennes; los acostumbrados doce árboles de Navidad del Gran Comedor estaban adornados con todo lo imaginable, desde luminosas bayas de acebo hasta búhos auténticos, dorados, que ululaban; y habían embrujado las armaduras para que entonaran villancicos cada vez que alguien pasaba por su lado. Era impresionante oír Adeste, fideles... cantado por un yelmo vacío que no sabía más que la mitad de la letra. En varias ocasiones, Filch, el conserje, tuvo que sacar a Peeves de dentro de las armaduras, donde se ocultaba para llenar los huecos de los villancicos con versos de su invención, siempre bastante groseros.
Sonrió entusiasmada por las festividades como no recordaba estar desde que era muy pequeña, y no tenía idea de cómo sería su vida. Aun recordaba la última navidad que disfrutó, la manera en que su padre la trataba como su hija, maravillado por cómo se alegraba por los regalos recibidos. Era demasiado pequeña para saber los planes de su padre, para ir en su contra, para decepcionarlo y convertir su vida un infierno.
Ni siquiera era capaz de recordar la última vez que la abrazó. Aunque hace años que había dejado de importarle, al aceptar que no lo necesitaba para ser feliz, que no sucumbiría a sus injustos deseos solo para hacerlo sentir orgulloso de ella de nuevo.
Sus amigos la recibieron sorprendidos de verla tan temprano en el comedor aquella mañana del lunes, ni siquiera Draco la había notado salir de la habitación. Sospechando incluso que ya tenía nueva víctima, pero se extrañó al encontrarla en la mesa de su casa observando las decoraciones como una niña pequeña.
— Nunca habías visto el castillo decorado de esa manera— entendió Malfoy sonriéndole al sentarse a su lado y servirse su desayuno—. Debo admitir que este año se esmeraron más que nunca.
— Suelen decorar todo después de que me voy a casa— le recordó mordisqueando un hogaza de pan sin mucho apetito observando cada detalle de la decoración—. Y es un bonus que Hunter tuviera que irse para poder celebrar su mayoría de edad en casa.
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Malos Hábitos [Cedric Diggory/Lucius Malfoy]
Fiksi PenggemarLa libertad es un derecho que algunos han tenido hace tanto tiempo que la han subestimado, y ignorando su verdadero valor, cuánto significa ser libre. Pero quienes han sido oprimidos desde su nacimiento, cuya vida han sido planeada desde la concepci...