Capítulo 23.

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Llegaron a casa de los Lee donde la primera en saludar a la castaña no fue otra más que Chaeyong, estaba emocionada por presentarle a Miryeong su acompañante.

—¡Mimi, Jaemin! —Exclamó alegre. Los padres de Miryeong habían ido a reunirse con el matrimonio Lee y otros socios de empresas importantes que ya habían llegado a la residencia de los dueños de la farmacéutica. —Jaemin-ssi, deja que te robe a Miryeong un momentito quiero presentarle a alguien. —La castaña miró a Jaemin pidiéndole permiso y él le devolvió la mirada frunciendo el ceño.

—¡Ey, qué haces! —Exclamó Jaemin dándole un golpe en la frente. —¿Me estás pidiendo permiso? —Preguntó.

—Sí... No quiero que estés solo, si crees que vas a estar incómodo puedo quedarme y...

—¡Para, para, para! —Dijo Jaemin interrumpiéndola. —¿Quién soy yo para darte permiso? —Se encogió de hombros y Chaeyong y Miryeong abrieron los ojos sorprendidas. —Luego hablamos, vete con Chaeyong noona y haz lo que quieras. —Las chicas se miraron entre sí antes de tomarse de las manos y desaparecer por la enorme casa.

Jaemin se paró en el salón, donde había más gente, tomando un vaso de algo que llevaba alcohol pero no sabía reconocer y que el servicio le había ofrecido. Notaba las miradas sobre él y no sabía si era por su pelo rosa o porque estaba bebiendo una copa de champán aunque no podía hacerlo legalmente hasta dentro de un año.

—¡Jaemin! —Taeyong se acercó al chico y le abrazó por los hombros. —Me alegra verte aquí, ¿has venido con Miryeong-ssi? —El más joven asintió y Taeyong le dedicó una sonrisa. —¡Vaya, hoy todos hemos decidido traer acompañante! —Jaemin le miró extrañado.

—¿Tú también hyung? ¿Te has echado novia también? —Bromeó. Taeyong puso los ojos en blanco y le respondió con la misma moneda.

—¿Y tú? ¿Le has dicho a Miryeong ya que te la quieres ti...?

—¡Shh! ¡Silencio! —Un ruborizado Jaemin le cubrió la boca a Taeyong interrumpiéndolo antes de que pudiese terminar su frase y, conseguido el silencio del mayor, se dispuso a disimular su gesto alisándose la chaqueta de su traje. —Además... Yo no quiero hacer nada con Miryeong... —Taeyong le miró con los ojos como platos y ahora fue él quien se encargó de cubrir su propia boca. Jaemin, siguiendo la mirada del chico, se dio media vuelta para toparse con una confusa Miryeong detrás suyo que miraba a ambos chicos frunciendo el entrecejo enterada de toda su conversación. —¡Mimi! ¡No hagas caso es que...!

—No pasa nada... Conversaciones vuestras... —Miryeong le dedicó una falsa sonrisa al del pelo rosa y se giró buscando a Chaeyong y su acompañante con la mirada. —El amigo de Chaeyong unnie es encantador... ¿Dónde se han metido? —La castaña no quería darle la cara a su amigo ligeramente desilusionada por lo que acababa de escuchar.

Aunque la conversación que mantuviesen ambos podía tener un tono guasón, Miryeong se había sentido algo herida al escuchar con claridad las exactas palabras de Jaemin que negase la imagen de ambos en una relación algo más apasionada.

Su vista se topó con una chica morena que entre señores altos de traje y de avanzada edad se hacía paso para llegar a donde estaban los tres: Jaemin, Taeyong y Miryeong. Al tener a la chica más cerca, vio que se trataba de la hermana de Yuta que vestía aquella noche un vestido burdeos de finos tirantes largo hasta el suelo.

—¡Yumi! —Exclamaron Taeyong y Miryeong al unísono.

—¡Oh, Miri-chan! —Dijo la japonesa. Jaemin a su lado se tensó al oír aquel apodo y sintió como si un escalofrío la recorriese de arriba abajo. —¡Cuánto tiempo! —Miryeong sonrió levemente sintiendo que el rumbo de la conversación entre ellas podía volverse un poco incómoda.

New Romantics |Na Jaemin; NCT|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora