II: La terquedad

182 20 2
                                    

El tercer año que pasaba la clase 'A' en la U.A.

Katsuki Bakugou, un estudiante ejemplar, buenas notas en todo y un cuerpo formado por el duro ejercicio.

Era el tercer año, así que era el año en el que los estudiantes se quemaban las pestañas para entrar en la universidad que quieren.

Bakugou, como siempre mantenía un mal genio hacia todos y todas.

[---]

Era una mañana de Lunes, la alarma de el ceniza sonaba a la hora de siempre.

Somnoliento se levanta para apagar su celular y empezar otra semana. Mientras se estira como ejercicio matutino siente una horrenda sensación  de picazón en la nuca. Se rasca, y sigue con su rutina habitual. Mientras se da su baño la picazón vuelve pero ahora mas fuerte, se rasca con uñas y sigue en su baño. Cuando sale y cierra la puerta de su dormitorio la picazón se volvió aun mas intensa que las otras dos veces. Entrando en un cólera, entra de golpe a su dormitorio, se acerca al espejo en el baño y mira que es lo que le da tanta comezón. Cuándo se da cuenta de que eran pequeñas flores rojas que empezaban a retoñar en su nuca. Él sabia que estaba jodido.

Las arranca todas de un solo jalón, y aunque le dolió y sangro no hizo ni el menor ruido.

Se limpia, cubre todo su cuello con una bufanda y sale.

Nadie dijo nada de su bufanda pues era principios de Enero y hacia un frio infernal.

[---]

Llego Febrero, y las malditas flores en vez de desaparecer se multiplicaban.

En las piernas del ceniza largas líneas verdes debajo de su piel, unen uno a uno los pequeños retoños de flores.

Sus flores son pequeñas (diminutas) peonias color carmesí que cresen en sus muslos.

Katsuki, sin piedad, las arranca una a una, es un dolor horrible, pero nunca se arriesgara a que lo descubran. 

Le era bastante ocultarlas luego de los entrenamientos en el baño común, así que prefería salir de la academia e ir hasta a su casa para ducharse, aun que su madre se enojara por tal acción.

Se pregunta si el siente lo mismo, si el vive lo mismo, si el también siente ese dolor.

[---]

Marzo llego y se autoconvenció de que en tiempo lo cura todo, con suerte y ya para su cumpleaños desaparecen las malditas peonias que ahora suben por su cadera.

[---]

Abril, 18 años y se oculta como un niño pequeño al que lo persigue un lobo, un enorme, feroz, rojizo, amable y lindo lobo llamado Eijiro Kirishima.

[---]

Mayo y ya se cuentan ya 4 meses desde que se dio cuenta, las peonias ahora no son solo de un color carmesí, se dio cuenta de que las que ahora cubren su espalda son color verde claro. ¡¿Donde se han visto peonias verdes?!, Solo en el cuerpo de Bakugou.

[---]

Junio, mitades de año, inicio de vacaciones, Katsuki se aleja de todos sus compañeros y solo se oculta en su casa, el consuelo que tiene son los brazos de su madre.

[---]

Julio, las que eran apenas pequeños retoños florecieron y son grandes flores.

Kirishima lo iba a visitar todas las semanas de vacaciones, aunque el nunca lo recibía.

[...]

Katsuki apenas presento el examen de repaso a sus profesores sale corriendo a su dormitorio.

Kirishima apresura paso lo mas que pudo y salió tras de el.

Bla-blasty - Le llama.

¡¿Que quieres pelo de mierda?! - le contesto de manera fingidamente enojada.

Todavía te falta realizar la prueba de campo, ya sabes bro, con tu qirk - respondió un poco desanimado por la actitud de su 'bro'.

Ah... Y-ya voy -.

Se para y camina hasta el baño, mierda, el sabia que no debía hablar con Eijiro, ahora si estaba jodido. Las peonias rojas llegaron hasta su nariz y mejillas, líneas verdes le cubren la cara hasta llegar a retoños donde se terminaban.

Dudoso, Katsuki empieza a arrancarlas, la sangre le cae en el uniforme y las manos.

Acabado de arrancar se lavo la cara (la cual ardía como brasas de fuego en la piel).

Agarra el poco maquillaje que le había podido robar a la cara redonda justo para estas situaciones y se cubrió la cara con polvos de un color mas oscuro que el suyo, aun que eso ya no importaba.

Las líneas verdes aparentemente desaparecieron, pero la heridas no paraban de sangrar.

Bro!, ¡Ya es hora!! - Le grito un pelirrojo del otro lado de su puerta.

¡¡Dije que ya voy, maldita sea!!-.

Esta jodido, descubrirán su secreto. Ya era casi imposible cubrirlo.

Se cubre lo mas que puede con una sudadera debajo del uniforme y se cubre la cara con el gorro.

Sale de se dormitorio con la cabeza abajo.

[...]

Kirishima sabe que algo no anda bien pero prefiere no decirle nada al rubio.

Había llegado el turno de Bakugou. Era demasiado simple, es solo aventar la pelota lo mas lejos y alto que puedas para que puedan comparar los resultados.

Agarro la pelota entre sus manos, alzo su cara al cielo como si suplicara algo...

Y lanzo, lanzo con su qirk. Pero en vez de salir una fuerte explosión que lanzara lejos a la pelota de beisbol que tenia entre sus manos, salieron peonias, peonias color carmesí salieron de su mano. Para acabar de arruinarse, el gorro de la sudadera había caído, dejo al descubierto su cara sangrante a la que le florecían nuevas flores. Estaba dando más que un show para todos sus compañeros.

Al darse cuenta de su apariencia salió corriendo, lo mas rápido que pudo. Pero su cuerpo ya esta cansado, así que su velocidad no fue la de siempre, las cintas de Aizawa rodearon su cintura y lo jalo hacia atrás.

Cayo al piso por la fuerza y cayo rendido ante el cansancio.

Alguien, no recuerda quien, lo tomo en brazos y lo llevo cargando hasta la enfermería, solo recuerda que las peonias rojas se abrieron aun mas.



Enfermo [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora