Capítulo LXIII: Secretos que no le pertenecen

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El regreso al castillo fue más difícil de lo que esperaba, dado que había sobrepasado el toque de queda, e incluso las puertas se encontraban cerradas de manera parcial

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El regreso al castillo fue más difícil de lo que esperaba, dado que había sobrepasado el toque de queda, e incluso las puertas se encontraban cerradas de manera parcial. Necesitó usar un par de hechizos para poder entrar y escabullirse a las cocinas, en donde para su suerte los elfos domésticos no hicieron preguntas al verla allí entrando a la sala común de Hufflepuff. En la cual apenas encontró a un par de chicos de séptimo, que la ignoraron mientras se dirigía a la habitación de Cedric con algo de prisa.

Suspiró con alivio una vez entró, pero volvió a preocuparse al ver a Diggory ponerse de pie con prisa de su escritorio en cuanto entró.

— Me tenías preocupado— exclamó el chico guardando las distancias e intentando no enojarse con ella—. No volviste después de ir a tu sala común, y tus amigos no sabían dónde estabas...

— Tenía que ver a alguien— se limitó a explicarse al quitarse la túnica y caminar al closet para engancharla allí—. Iba a hacerlo más temprano, pero hoy se me fue el tiempo contigo, no tienes por qué preocuparte por mí si desaparezco unas horas.

— Sabes que confío en ti, pero— dijo el castaño al caminar hasta ella y sostener su mano—, me gustaría que no tuviéramos secretos, si quieres ver a alguno de tus amigos, dímelo, así no creo que algo te pasó.

— Deacuerdo— aceptó dando la vuelta para besar los labios de su novio—. De hecho, quiero hablarte sobre un buen amigo que quiero que conozcas, pero ya será mañana, estoy cansada— le dijo sobre sus labios un poco soñolienta logrando hacerlo sonreír antes de asentir sin ser capaz de molestarse o dudar de ella.

Pensar en una manera de cómo contarle a Cedric sobre el estado de Black solo logró que la bruja se retractara al respecto. Seguía siendo un fugitivo de la ley ante los ojos de casi todo el mundo mágico, si no llegaba a creerle lo pondría en peligro, y arruinaría su relación por completo, porque no podía estar con alguien que quisiera ver a Sirius en Azkaban.

Por lo que a pesar de prometerle al chico que le contaría de su amigo, se dispuso a posponer la conversación durante toda la semana, sin él ser capaz de presionarla al respecto, esperando que estuviera lista para hablar con él. Sabía que si sacaba el tema a coacción solo la molestaría, o la haría retractarse de ello, al conocer lo desconfiada que era su novia.

Malos Hábitos [Cedric Diggory/Lucius Malfoy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora