- ¿estás segura que no quieres quedarte con nosotros un poco más? – pregunto la señora Jeon ya estando fuera de la casa de Cassi después de haberla acompañado hasta esta, aunque la susodicha hubiera insistido para que no causarle tales molestias.
- no, está bien, hay algunas cosas que me gustaría ver por mi cuenta, no debe preocuparse señora Jeon, estaré bien
La señora Jeon soltó un suspiro dándose por vencida. - está bien, pero ya sabes, si te sientes mal o solo quieres algo de compañía estamos para ti
- claro y muchas gracias por la comida, todo estuvo muy delicioso – aunque ya había probado antes esos platillos de comida coreana su reacción al consumirlo fue como la primera vez, enterneciendo a Jungkook y a la madre de este.
Con un ultimo abrazo fue como se despidieron. La señora Jeon no estaba muy convencida de dejar sola a la joven mujercita, aunque sabía que no le pasaría nada y confiaba en ella. Le había tomado mucho cariño, incluso cuando se enteró que había quedado en coma, le dio un muy fuerte dolor en el pecho sintiéndose muy mal por ella. Llegando a culpar por un momento a claudia, por no cuidarla como se debía, o al menos era lo que ella pensaba.
Algo de tiempo después de su pequeña crisis y de enterarse del terrible estado de Cassandra, la señora Jeon encontró un mejor empleo, como traductora, el cual le daba un mejor salario y mas tiempo para poder estar atenta de su hijo y poder visitar a Cassandra en el hospital mas seguido. No sabía que tenía aquella chica, pero de alguna u otra manera la había cautivado. Talvez fue por el hecho de ver a su hijo un poco mas desenvuelto desde que la conoció y no verlo simplemente metido en sus videojuegos o sin ganas de hablar. Lo veía preocuparse por alguien más, querer a alguien mas que no fuera solo su madre y esa persona era Cassandra, ella lo había hecho salir de todo el sufrimiento en el que su propio padre lo había encerrado.
Lo que realmente quería hacer Cassandra en su casa era buscar respuestas que le dieran algún indicio de su pasado que no le hayan dicho aún. Comenzaría buscando en su habitación.
...
Después de una hora de solo buscar y buscar, tenía una caja repleta frente a ella. Había decidido reunir todas las pruebas de su pasado en aquella pequeña caja para después de su intensa búsqueda tomar asiento en la sala para con las piernas en pose indio comenzar a indagar en ella y tratar de recordar cada una de esas cosas que no había visto jamás o al menos no se encontraban en su memoria. Talvez de esa manera algún recuerdo regresaría a ella.
Primero, unos cuadernos, los cuales, si recordaba, pero no las cosas que estaban escritas en sus hojas las cuales debían estar en blanco pues según sus recuerdos los compro antes de mudarse junto a su madre de país. Comenzó a leer notando que no tenían casi nada de información escrita y se pregunto que había hecho el año pasado pues al parecer los estudios no eran su prioridad en el pasado. En uno de esos cuadernos pudo distinguir una letra que no era suya, pero se había dado cuenta que esa persona había escrito lindas cosas en su cuaderno entre todas ellas algo que le daría un indicio de quien era el dueño de esa letra. Un número de teléfono el cual decidió arrancar pues lo marcaria después, aun había varias cosas por ver.
Un lindo osito de peluche fue lo siguiente que llamo su atención, aunque sincerándose con ella misma lo había hecho desde que lo vio en una esquina de su cama sin poder recordar cómo había llegado ahí. En un principio pensó que pudo haber sido un regalo de su madre, pero lo descarto al preguntar discretamente a su madre y que esta le haya contestado que ella no había tocado su cuarto y que nunca entraba a este pues no quería que Cassandra despertara se molestara con ella por indagar en sus cosas e irrumpir con su privacidad, esto según la madre de Cassandra.
Bien, siguiente cosa, pensó para si misma y tomo una hoja la cual parecía ser para promocionar un ...
«Me regaló una sonrisa que se veía más que forzada, talvez lo estaba interrumpiendo.
- lamento interrumpirte...- dije algo apenada.
- ya lo hiciste...- la verdad su mirada no expresaba emoción alguna, pero parecía cansado. - quiero decir ¿se te ofrece algo? - trato de sonar un poco más amable que antes.
- no es muy común que se vendan este tipo de cosas en una feria...
- lo sé...- soltó un suspiro y continúo. - mira, no fue mi idea ¿sí? Fue idea de mi supervisor para que más personas vallan a la tienda en donde trabajo.
- vaya, eso explica mucho... Mmm... si quieres, puedo ayudarte a repartir volantes.
- ¿quién eres?- pregunto con una risilla incrédula.
- me llamo Cassandra, mucho gusto. - estiré mi mano para que el la tomara.
- Suga»
La cabeza de Cassandra daba mil vueltas y el insoportable dolor parecía no querer desaparecer. Un dolor punzante, hacia que tuviera los ojos cerrados mientras se aferraba al pequeño peluche dejando esa hoja de lado. Pequeñas lágrimas, ocasionadas por el intenso dolor, corrían por sus mejillas.
- Suga
Soltó en un susurro, con miedo de que lo poco que había logrado recordar se escapara de ella una vez más. Aunque fuera solo un nombre que no había escuchado antes, aunque fuera solo una pequeña conversación, lo había recordado por su cuenta. Eso hizo que entre sollozos una sonrisa se mostrara en sus labios por el hecho de haber recordado algo, por mas doloroso que haya sido el precio de recordar solo eso, ella quería seguir intentándolo. Pensaba que no importaba si debía desmayarse del dolor, pero se propuso a recordar todo su pasado. Sabía, y tenía en cuenta, que no sería cuestión de días, ni semanas, pero lo haría, sin importar que.
Dos golpes a la puerta la sacaron de su pequeño trance. Rápidamente se levanto de su lugar y salió corriendo para rápidamente abrir la puerta y darle un fuerte abrazo a quien estuviera del otro lado. Sin darse cuenta lo hizo y un confundido Jimin la sostuvo para que ella no callera. Al momento de que el joven se dio cuenta de quien lo abrazaba solo correspondió sonriente al afecto que le era otorgado por parte de la castaña. El abrazo se había alargado pues el rubio no pensaba soltarla y en medio de la muestra de afecto, ella pronuncio.
- recordé algo Jimin
- ¿en serio? – el muy alegre se separo de ella pues quería saber que había recordado, con la esperanza de que recordara algo de lo que habían vivido juntos.
- sí, ¿sabes quién es Suga? – pregunto con la respiración agitada encontrándose con la mirada de decepción que se posaba en el rostro de Jimin. Mirada que cambio al ver que entre sus brazos sostenía a...
- Chimmy – dijo sin pensarlo, acariciando uno de los bracitos del lindo peluche.
- ¿Chimmy? – pregunto una confundida Cassi.
- así le pusiste cuando te lo regale
- ¿tu me lo regalaste, cuando?
- mmmm...- pensó un poco y decidió mejor evitar el tema, quería que ella sola lo recordara como había recordado a ese tal Suga. - después lo recordaras por ti misma, y prefiero que así sea
Con una tierna sonrisa seguía acariciando al pequeño peluche. Cassi tenia un puchero en sus labios el cual no pudo evitar deshacer al ser contagiada por la linda sonrisa de su acompañante dispuesta a recordar, aunque lo haría después. No quería correr con el riesgo de volver a llorar y hacerlo frente a él le aterraba. El solo hecho de llorar frente a alguien le incomodaba sin recordar que ya lo había hecho muchas veces antes.
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Triple Problema |ˢᵉᵍᵘⁿᵈᵃ ᵗᵉᵐᵖᵒʳᵃᵈᵃ ᵈᵉ •ˡᵒ ⁱᵈᵉᵃˡ•|
RandomEs raro pensar que yo los conocía, cuando en mi cabeza no hay nada. Pero... ¿En mi corazón? |Segunda parte de Lo Ideal, disponible en mi perfil|