SAP [ ARCHIVO 1]

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—No soy dueño de esta serie o sus personajes

—Historia creada para entretener y formar ideas imaginarias

—Ideas propias y formulaciones agregadas

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A veces el fuego no solo se lleva objetos materiales o vidas, sino que se puede llevar la libertad y la calma de los vivos. La muerte corre en todas partes.

Y la vida seba en un millar de aves de aves

-CIUDAD KUO

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Las llamas de la avaricia se presentan en los momentos más inoportunos, nunca se sabe cuánto queremos una cosa... Hasta que la perdemos.

Al igual que el fuego se presenta en los momentos más críticos, y la muerte es su dulce amante

—¡Bájame! ¡Bájame! ¡Puedo salvarlo! ¡Suéltame Issei! ¡Papa necesita...

¡Bom!

—Ayuda —Las lágrimas comenzaban a brotar de los ojos del pobre y indefenso castaño, era un niño de 14 o 15 años—. ¿Papa? —El pobre parecía como si estuviera a punto de romperse.

Era de noche, y las llamas como en un millar de ocasiones consumían sin dudarlo los recuerdos y esperanzas de esa pobre familia, claro, solo los recuerdos que podrían mantener los 3 castaños

—¿Hermanito? —Una niña que parecía tener 14 años, probablemente, estaba hablando tan formalmente porque compartía el mismo problema que el castaño que estaba llorando. Ella estaba rota

—¿Qué pasa Isai? —El castaño que parecía ser el mayor de los 3 pregunto, este no voltio la mirada ningún momento hacia la niña. La razón era simple. Hyoudou Issei no quería, no quería que ella lo mirar llorar.

—Papa y mama... están bien ¿Cierto? —Ella miraba al suelo con un peluche de conejo en mano, sus ojos estaban vacíos y si no fuera por ese color de avellana, se podría decir que el castaño estaba hablando con un muerto—. ¿Issei? —Ella uso directamente el nombre de su hermano, levanto la cabeza con lágrimas marcadas en su rostro.

Que dios se apiade por las pobres ovejas que habían sido heridas, pero ese era otro problema, dios estaba muerto, ellos no lo sabían, pero nadie tendría piedad de esas pobres crías las cuales acababan de perder su felicidad.

—Katsuo —El castaño menor a hora solo miraba al suelo aun roto—. Quiero que me prometas una cosa —Este se acercó al castaño y lo tomo de los hombros, con su mano levanto su cabeza y el cabello de su frente y lo miro, este finalizo chocando su frente con su hermano pequeño para luego agarrar a la otra niña la cual se había identificado como su hermana—. Ninguno de ustedes tiene la culpa de lo que haya pasado aquí hoy ¡Entendieron! —Termino de decir con un grito lo cual hizo racionar a los niños.

—Entonces de quien es —Murmuro el castaño menor

—Si no es nuestra culpa ¿De quién es? —Murmuro la castaña que aún era abrazada por Issei

Issei no sabía qué hacer, que podía hacer, la culpa no solo la tenía el, también ellos, pero como podría permitir esto, dejar que sus hermanos carguen toda esta culpa, ellos tenían que sentir odio contra alguien y posiblemente, esto sería su única manera de así cuidar a sus hermanos

—Cumpliré mi promesa... Papa —Pensó issei—. Es mía —hablo sin reparo y ambos castaños lo miraron atónitos—. Ustedes solo son niños, no tiene la culpa de cosas como estas, odiarme si quieren, pero no destruyan lo que aún les queda a los dos, su alma.

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