La duda carcomía la mente del Ángel. La acción del supremo no lo dejo concentrarse en ningún momento de su rutina diaria qué sólo era; limpiar, cocinar, y comer.
Puede sonar poco, pero viviendo con un dios el cual destruye asta dormido y come como si no hubiera un mañana, es un gran labor y ocupación el qué esté tenia.
Whis ya no podía soportar el peso de la duda, así qué levantándose se dirigía hacia la salida de aquel templó con forma de triángulo invertido.
-¿A dónde vas, whis?-le pregunto su dios de la destrucción, qué apenas vio qué se levantó de su lugar, lo siguió con la mirada.-
El ángel solo se detuvo, volteando la cabeza le contestó.
-Iré al planeta supremo, debo atender algunos asuntos. No me tardo-respondió, siguiendo su caminó.-
El dios no le dió mucha importancia, mirándolo unos segundos para continua comiendo.
Al llegar al planeta supremo, busco con la mirada a los residentes de este, pero para su sorpresa no estaban tomando té, como era frecuente cada vez que esté venía. Ya sea por antender algo con respecto al universo o por qué el dios se lo pedía. Decidido, decidió aventurarse por aquel templó y sus alrededores.
La vegetación en ese sitio le era tan abrumadora, y el aire tan fresco que por un momento se había olvidado cual era su objetivo por ver aquel lugar, después de dar una media vuelta por el templo pudo verlo nuevamente.
Pudo apreciarlo regando algunas plantas en ese inmenso jardín, le parecía gracioso ya que esas plantas le doblaban la altura, siendo unos dos metros más grande que el. Un sentimiento de regocijo se apoderó de el inmediatamente, animado se acerco a éste lentamente.
-Disculpe, supremo kaio-shin-llamo esté animadamente, pero este parecía otras vez no escucharlo-!hey, Shin¡-grito sin éxito otra vez.-
"Tal vez, no me oye"
Se convenció en su mente, caminando a paso lento se fue acercando a el, este no sabía el por qué de su insistencia por la atención de este, pero algo le era claro y era qué no le complacía no tenerla. Cometiendo el mismo error volvió a tocar su hombro haciendo que este se sobresaltara, y por el miedo intentará darle un golpe, que este logro esquivar con facilidad.
-W-whoa, menuda forma tiene usted de ya de recibirme, supremo-dijo con una sonrisa-discúlpeme, pero creo que no me allás oído llamarle-le dijo con curiosidad.-
Shin simplemente se puso nervioso, sin saber el porqué este estaba allí, mirándolo tan amable. Éste empezo a mover su mano, llevándola desde el pecho y terminando en su frente, repetidas veces. El ángel sin comprenderlo simplemente lo quedo mirando.
-¿Que estás haciendo?-le pregunto sin quitarle la vista de encima-...¿Por qué estas moviendo tus manos de esa forma, supremo?-
Shin simplemente se detuvo, su rostro paso a una de sorpresa para terminar en una neutral, su expresión no paso desapercibida por el angel.
"Hice algo malo"
Pensó instantáneamente whis, para si mismo. Mientras miraba como el supremo pasaba al lado suyo, en completo silencio, un silencio agobiante para este.
-Lo siento...-fue lo que le susurro, antes de marcharse.-
Whis simplemente se quedó inmóvil. "Lo siento", realmente esa era su voz, ¿Cómo alguien podría tener una voz tan gruesa y cautivadora, en primer lugar? Se sentía cómo si una bandadas de flores, florecieran dentro suyo al instante, o como los humanos suelen llamarlo mariposas en el estómago, para el era una sensación extraña. Un muy notorio sonrojo se desprendió de sus mejillas que para suerte de éste el supremo kaio-shin ya se había ido. Este colocó sus manos sobre sus mejillas sintiendo el ardor de estas ¿realmente estaba pasando? Sin siquiera darse cuenta cuánto tiempo estuvo así reaccionó rápidamente, parpadeando un par de veces.
Girando su cabeza hacia los lados repetidas veces, solo una idea paso por su mente y era: "disculparse".
Aunque no sabía nada sobre el templo que yacía frente suyo decidió meterse dentro, para su sorpresa su interior le pareció agradable, teniendo un condecorado modernista pero a la ves arcaico. Sin saber en qué dirección ir simplemente merodeaba por ahí, asta que sus pasos lo llevaron asta un lugar que parecía ser la cocina, al ingresar a este pudo percatarse de la presencia de alguien mas que cuando voltio su cabeza su rostro paso a uno de sorpresa.
-Oh. Señor whis, ¿que hace usted aquí?-le había preguntado kibito, con sorpresa por la aparición de este, la cual le fue repentina.-
Whis se le quedo mirando, embobado sin saber por qué, le respondió con una pregunta diferente.
-A visto a el supremo kaio-shin por aquí, debo hablar con el de algo importante-
La voz de whis, sono sería por alguna razón, kibito no respondió sólo lo quedo mirando un rato.
-¿Hablar?-repitió con algo de duda.-
-Si. Debo hablar con el de algo importante-dijo-pues verá, lo estuve llamando varias veces pero no me contestó. Incluso pretendió que no podía entenderme, y temo que se habrá enojado con migo.-
Terminó diciendo whis, la expresión de kibito, solo fue de sorpresa ante lo que dijo.
-¿Acaso el antepasado no se los dijo?-pregunto acercandose a esté a lo cual este retrocedió.-
-¿Qué cosa?....-
-Señor whis. El supremo kaio-shin, shin es sordo...el no puede oírle.-
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Señas
FanfictionTras la llegada de un nuevo dios de la creación. El Ángel whis comenzará a sentir sentimientos hacia éste, pero descubrirá su inusual falta auditiva, aún que sentirá cierto afán por su tono de voz que le parece hermoso.