◇Prólogo

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Inquieta, reacomodaba cada tanto la vasija dispuesta en la mesa, era consciente del hecho. Ella llegaría en cualquier momento.

"-  Kirito es mi novio"

No podía alegar que desconocía esa realidad. Para ser específica era algo que conocía desde el momento que cruce miradas con Asuna.

Estaba segura que desde su manera de conducirse, como hablaba y sobre todo esa ansia de volver a su mundo original se debía a una gran motivación. ¿Y como no ser importante? Tenía una familia adoptiva que lo había acogido como uno más, un grupo de amigos grande y leal.

Y cuando miró a Asuna, su mirada plateada centellante y llena de devoción.

Recibí advertencias de todos lados, incluso de Agil y Midori, la madre de Kazuto.

Liz comenzó con advertencias y amenazas si llegaba a perjudicar.

Silica se decantó por una negociación, explicando a detalle el porqué de su importancia y que en el grupo apreciaban aquella relación.

Sinon me miraba con una mirada tan penetrante antes de negar frenéticamente, con Leafa agregando a sus acciones unas palabras simples pero determinantes.

- No podemos hacer nada. Ella decidirá si se percata o no.

Tonta.

Tonta.

Solo alguien completamente desesperado se aferra a una esperanza inexistente, fuerza las situaciones y planifica sabiendo que ese corazón ama a alguien más.

Sabiendo que al final es claro quien perderá y saldrá mucho más lastimado a comparación del inicio.

-  Asuna.

Ella me miraba con preocupación. Incluso tomó mis manos antes de preguntar si todo estaba bien.

Ese tipo de amabilidad la había contemplado antes, en Quinella, una preocupación artificial que escondía un oscuro propósito de controlar el corazón humano con maquinaciones y manipulación. Pero los ojos son una ventana que alumbra lo más profundo de nuestro ser.

No percibía nada, ni la más ínfima luz en su antigua maestra cuando pronunciaba aquellas frases, por mucho que buscara

Los ojos avellana eran todo lo contrario. Tan reales, tan verídicos… quería llorar.

- Lo siento, lo siento… por todo, Asuna.

Sus manos tomaban las mías. No eran de metal como las mías, eran cálidas.

Me incliné con vergüenza.

Orgullo

Osadía

Esas eran las palabras que me habían guiado de forma errónea hasta ahora. Pero ya no más.

- Lo siento. Perdón

Pude ver que sonreía desconcertada. Aclaré las dudas esperando que sus facciones se endurecieran pero no fue así.

- No tienes de que disculparte, Alice.

- ¡Claro que sí!

¿Cuántas veces interferí con sus salidas?

¿Cuántas veces me acerque a Kirito con intenciones más allá de una amistad?

Asuna era un ser humano. Siente celos inseguridad e incomodidad en cierto tipo de escenas, cuando las chicas se le acercan a Kazuto, siendo yo una de ellas. Soportaba todo en silencio y cuando le pregunté la razón, dijo que le bastaba con la confianza construida.

- Perdóname

Sentía las lágrimas quemarme a pesar de no poder generarlas con ese cuerpo de metal

- ¡No es cierto! Intente conquistar a Kirito a mi modo, intente entrometerme en su relación - susurro angustiada - Por qué no te enojas conmigo? Soy...

Asuna negó suavemente. Con dulzura.

- Alice, aun no conocías los detalles de Kirito fuera de tu mundo, de Underworld, no es tu culpa intentar estar al lado de… Kazuto por todos los medios posibles. Se que es estar enamorada - y su mirada se pierde en recuerdos muy lejanos a los míos - haces locuras. Lo único que te pido es que este asunto ya no afecte nuestra amistad. Que querer a Kirito…

Nuestra amistad.

Me hice amiga suya para ver que tanto merecía a Kirigaya pero poco a poco fui aproximándome a ella y conociéndola. En algún punto crucé una línea y dejé de verla como mi rival la vi como una amiga. La primera amiga oficial de este mundo tan extraño y maravilloso, quien me ayudo a eliminar distancias con Lizbeth y Silica, formo grupo con Leafa y Sinon invitándome para conocerlas mejor y gracias a ella y Kirito pude ver este mundo como mi nuevo hogar. Conseguí adaptarme a una nueva realidad gracias a sus incesantes esfuerzos.

¿Cómo se los devolví?

- Asuna. Lo que pides es… imposible para mí, lo siento tanto en serio.

Lo dije con tanta convicción que fui testigo de como hizo una mueca dolorosa dejando caer su cabeza sobre su cuello.

Verdad.

Esa mirada plateada que consiguió que despertara del sopor que me sumergió la bruja de cabellos morados .

Sus comentarios fuera de lugar, impropios de una persona que paso por tanto. Sin dejarse abrumar, como si se aferrase a una única luz al menos por ese instante crítico.

Estar en el mundo en el que se crio y contemplar todo lo que el en cierta firma protegió fue determinante. Quiero ayudarlo.

Esa luz se apagó cuando Eugeo murió, y ni quiero que algo así vuelva a pasar. Mi resolución es firme, inalterable.

- No puedo dejar de quererlo – cerrando mis ojos frustrada confesé – créeme  sería tan genial ya no querer al tonto con cara de papa. Pero lo que siento es algo similar a lo que percibía al tener a Selka a mi lado, ese tipo de sentimiento pero invertido, como si yo fuera la menor.

No es una mentira.

Lo quería, deseaba estar siempre a su lado y protegerlo así me costara la vida, porque era consciente de que mi voluntad estaba de acuerdo con la suya y mis anhelos quedarían en buenas manos.

Hacer desaparecer el afecto, y uno tan intenso como el que sentí es prácticamente imposible de la noche a la mañana. No puede desaparecer, pero si transformarse.

Siempre creí que viviría con la amargura de ver a Kirito y Asuna juntos en la lejanía, pero esa idea a dejado de atormentar mi cabeza.

Quiero avanzar, y el primer paso es pedir disculpas a quien más dañe.

- Silica y Alice tienen algo en común – comenta ella por lo bajo, palmoteando alegre – Leafa se enfadará si se entera que buscan quitarle el puesto de hermana menor a Kirito.

“Ambas ríen a un mismo tiempo, pero Alice no consigue notar la pequeña preocupación que destella en los ojos de la pelinaranja.

Esta inmersa en los recuerdos de un olvidado pasado, queriendo resolver una cuestionante repleta de tristeza… tal vez un sentimiento de pérdida que siente al ver un color en específico, pero por más que intente adivinarlo no consigue una respuesta satisfactoria”.

- ¿Alguna vez fui especial para alguien?

Nota de la autora:

Esta historia se sitúa después de la guerra de Underworld.

Perdonen cualquier error ortográfico/gramatical.

Actualizaré en cualquier instante.

DianemiNote

¡Vaya! Ha pasado un largo tiempo desde la publicación de este capítulo. Primer capítulo editado como es debido, todo capítulo editado llevara “◇” al principio.

Va uno, ¡Quedan 4 por revisar!

Conociéndote Como la Primera VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora