EL ASESINO ASIÁTICO

Capítulo 1: "Tokio"

-Buenos días estamos en el centro de Tokio en directo contándos la última hora. Al parecer hoy día 21 de abril a las doce y media de la mañana, en plena hora punta, ha aparecido un cadáver en el famoso cruce de Tokio. Aún no se sabe quién ni cómo ha podido hacer tal horro. Esto es todo Matías, gracias.

   El señor Hernández cogió el mando de la televisión con el manos sudorosas la apagó. En la sala todos callaban y esperaban que alguien se animase a romper el frío silencio.

-Bueno... nos han adjudicado este caso... no... no hay que ponerse nerviosos. Sr. Hernández usted irá con Gutierrez, esta aún de pruebas.- Dijo el Coronel López.

-De acuerdo, mañana a primera hora saldremos hacia Tokio. Buenos días.- respondió Hernández mientras salía de la habitación seguido por Gutiérrez.

-Buaf, vaya lío esto el crimen de Tokio. Bueno como te han dicho me llamo Gutierrez, Rodrigo Gutierrez, pero me puedes llamar Rodri.

-Prefiero Gutiérrez, gracias.- Respondió Hernández mientras abandonaban la comisaría de Madrid.

8:15. Hotel Budapest, Madrid.

-Buenos días señor. Mire, de los mejores taxis de toda Madrid.

-Ayudeme con las maletas, hemos de darnos prisa.

Rodrigo cerró el maletero y entró en el coche. En pocos segundos estaban de camino al aeropuerto.

-¿Ha dormido bien Señor?.- dijo Rodrigo repanchingándose en el asiento y sacando unos papeles de la guantera.

-Si si, muy bien. Pero vamos a lo que vamos. Cuénteme que pasó especificamente.

Rodrigo colocó los papeles sobre sus rodillas y comenzó a leer:

-"Buenas Hernández, soy el Coronel López. El gobierno japonés me ha explicado brevemente lo que ha sucedido. Al parecer un hombre de mediana altura y vestido de gris ha apuñalado por la espalda a un joven japonés. Nadie pudo ver quién fue, porque, como ya sabes, el cruce de Tokio siempre está repleto de gente. Seguramente cuando llegues a Japón te darán mucha más información. Buen viaje y buena suerte. Gracias''

Rodrigo terminó de leer y el taxi aparcó en el aparcamiento del aeropuerto Madrid-Barajas. Cogieron las maletas y esperaron en la sala de embarque a la hora de salida.

La cara de Hernández era un poema.

¿Cómo podía haber alguien matado a un joven delante de miles de personas?

11:30 Vuelo Madrid-Tokio

Hernández estaba dándole vueltas al tema del asesinato de Tokio. Sin duda, era el caso más duro al que jamás se había enfrentado. Una mínima información le hacía creerse películas en su cabeza, las cuales al pensarlo en frío demostraban que estaban faltas de información.

A todo esto, y a unos 20 centímetros se encontraba Rodrigo, roncando a más no poder, razón más que justificada que este tema le importaba muchísimo.