Bullying, Anorexia y un Angel - Niall Horan

Capitulo 51

Uno de los momentos más esperados ya está llegando ;)

Alejandra

No podía negar que la idea de levantar una denuncia contra Harry se me había pasado por la cabeza varias veces durante los últimos meses, pero siempre la descartaba. El miedo ante la posibilidad de que Harry reaccionase peor de lo que normalmente hacía era mucho más grande de lo que ya le tenía, así que no podía arriesgarme a levantar cargos sin tener pruebas.

Por eso mismo es que estaba negándome esta vez también.

Niall había insistido en que debía hacerlo, y tras una charla de más de hora y media, había prometido pensarlo, pero muy en el fondo sabía que terminaría negándome una vez más.

Los Styles eran una familia de renombre. No había que pensar mucho para saber que, con seguridad, podrían contratar al mejor abogado de todo Reino Unido si se les antojaba hacerlo. Arriesgaba mucho más de lo que perdía si levantaba cargos.

No quise pensar mucho en ello, por lo que tras llegar a casa, me cambié y me adentré a las sábanas de mi cama por más que sean antes de las 20:00 pm. Me distraje con un libro y luego caí dormida sin darme cuenta.

El sonido de la puerta de mi habitación cerrándose hizo que despertara. Las luces ahora estaban todas apagadas. Supuse que mi madre acaba de salir de mi habitación tras apagarlas.

Por desgracia, se mi hizo un poco más difícil caer dormida esta vez. Un par de horas después, me desperté exaltada por un sueño que no lograba recordar, y así fue por unas dos veces más durante la noche.

Desperté a las 9:30am, cansada y sintiendo los ojos hinchados por la mala noche que había tenido. Sin realmente quererlo, me levanté de mi cómoda y cálida cama y fui al baño para comenzar mi día.

Hice mis necesidades, me lavé la cara y los dientes, encendí la ducha y, mientras esperaba a que el agua calentara un poco, cogí ropa de mi closet. Fue una ducha larga y reconfortante.

Habíamos acordado salir el día hoy con Niall: Pasear un poco, tomar algo. Era sábado y en aproximadamente media hora, Niall estaría aquí.

Decidí aprovechar el tiempo que tenía hasta que llegase y fui a la cocina para alimentar a Jandro. Tras dejarle su plato lleno de comida de perro en el suelo y cambiar su agua, cogí un vaso de la alacena y lo llené de leche.

La puerta de casa sonó cuando todavía tenía la mitad de mi vaso lleno. Caminé con el vaso en mano y abrí, dejándome ver a un Niall sonriente.

— Hey

— Hey -le devolví el saludo.

Dejé la puerta abierta volviendo a la cocina, esperando que Niall la cerrase y me siguiera, lo cual sucedió.

— ¿Terminando de desayunar? -asentí.

— Solo tomé esto.

— No es un buen desayuno...

— Lo sé, pero tuve una mala noche y no tengo muchas ganas de nada -él frunció el ceño y se acercó a mí con el rostro preocupado.

— ¿Por qué?

Me encogí de hombros, regalándole una sonrisa para que no se preocupara y luego bebiéndome la leche que quedaba en mi vaso.

— No lo sé. Me desperté un par de veces y...

— ¿Tuviste pesadillas? -negué con la cabeza.

— No... En realidad no lo sé. Si las tuve, no recuerdo qué fueron exactamente, pero sí me despertaron.