Un día un par de niños con apariencia singulares llegaron al Muelle de Loto en compañía de Nie HuaiSang, quien había estado cuidando de ellos desde que los encontró. Pero ya era tiempo de que alguien más se hiciera cargo de ellos y tenía los candida...
Wei WuXian estaba emocionado, los días que había estado Jiang Cheng en los Túmulos Funerarios fueron maravillosos pese a que el de morado seguía negándose a tocarlo o siquiera darle un beso. Pero debido a que había estado bajo la estricta vigilancia de Wen Qing para que no hiciera ninguna tontería, no había hecho todas las travesuras que quería hacer desde un principio, sin embargo, ya era hora de que todos viajaran a Yunmeng Jiang.
Wei Ying había dejado a su secta en manos de Wen Qing y Wen Ning —quienes ya estaban acostumbrados debido a las diversas escapadas que su actual líder se daba—, sus discípulos ya sabían lo que tenían que hacer y estaba seguro de que Xue Yang mantendría el entrenamiento como era debido, tal vez se quejaría en el proceso, pero lo haría.
Después de despedirse de todos, la futura familia partió con rumbo al muelle del loto. Los niños viajaban emocionados debido a que sus padres ahora sí se veían como una pareja, mientras que el líder de Yunmeng Jiang procuraba mantener su seriedad al mismo tiempo en que miraba de vez en cuando por el rabillo del ojo al hombre de largos cabellos negros y poseedor de una belleza inigualable que viajaba a su lado.
Wei WuXian iba tan concentrado en armar diversos planes para quebrar la voluntad de Jiang Cheng que ni siquiera había notado la mirada curiosa y cariñosa sobre él, que el hombre al que amaba le estaba dirigiendo.
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El Muelle del Loto los había recibido con entusiasmo debido a que un pequeño festival se estaba llevando a cabo. Las farolas iluminaban todo de manera que resultaba llamativo a la vista, se podían ver familias disfrutando de los puestos, niños jugando y parejas paseando.
Los hermanos Jiang no podían ocultar la emoción que les causaba ver aquello, pese a que en el futuro habían asistido a varios festivales en compañía de su hermano mayor Wei Yuan y en ocasiones de Jin Ling, esta vez la emoción se debía a que tendrían la oportunidad de desempeñar el papel de hermanos mayores con el pequeño A-Yuan.
Jiang Cheng sonrió de medio lado al notar la emoción de los pequeños, quería complacerlos pero no sabía si Wei WuXian se encontraba cansado del viaje como para recorrer el festival.
Sin embargo, aquella duda fue respondida por el de ojos grises incluso antes de que el líder de Yunmeng Jiang le preguntara.
—¿Qué te parece dar un paseo por el festival, A-Cheng? —el patriarca de YiLing Wei mantenía una pequeña sonrisa en sus labios, había notado la mirada ilusionada de sus niños por lo que quería cumplirles ese deseo y al ver la media sonrisa en los labios de Jiang Cheng, supo que él también era consciente de ello.
—Sí eso es lo que quieres, veamos que tal va el festival —al escuchar lo dicho por su padre, los ojos de los tres niños adquirieron un brillo aún más fuerte, por lo que comenzaron a moverse hacia el comienzo de los puestos.
A-Shen llevaba cargando en sus hombros a A-Yuan, el de ojos almendrados sonriendo cómodamente y escuchando como el pequeño en sus hombros reía con alegría, mientras que A-Xing señalaba con emoción todos los puestos de comidas y de juegos, los tres parecían realmente felices.
