Capítulo 6 (Nuevo Plan)

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Caroline despertó después de un rato, dándose cuenta que no se encontraba en el mismo lugar dónde se quedó dormida. Klaus la había cargado hasta la cama, cuando la rubia se quedó dormida entre sus brazos. Caroline notó los brazos de klaus rodeándola, con fuerza contra él.

La rubia se preguntaba porque no podía amarlo, si entre sus brazos encontraba la paz que tanto buscaba. Si sus labios la hacían sentir viva, y sus caricias arder de deseo. Klaus le confesó su amor de la manera más dulce que nadie más lo haya hecho, era el hombre perfecto. Y aún así, ella no podía corresponderle como él quería. Probablemente por cobardía, por miedo a salir herida de nuevo.

Además de cobarde se sentía egoísta, sentía que perfilaba para ser la peor persona del universo. Le había pedido a klaus se quedará, aún cuando el le dijo lo mucho que su amor lo lastimaba. Su cercanía era un problema si no podía decirle lo que sentía y aún así, él mismo le pedio olvidar todo lo que dijo. Solo para que ella no se sintiera incomoda o culpable.

Él era perfecto, merecía una chica perfecta que lo amará. Y sabía que con el tiempo la encontraría. Pero Caroline era egoísta y no quería. Quería que siguiera amándola a ella, con la misma fuerza que lo había hecho todo este tiempo. Porque ¿Cuántos se pueden dar el lujo de decir, que fueron amados así en su vida? Pocos en realidad.

Ella podía, decirlo. Pero sabía que no se arriesgaría, no entregaría su corazón nuevamente, había tardado demasiado uniendo los pedazos, como para dejar que se lo rompieran de nuevo. Y es que al final klaus solo es un hombre, con virtudes, pero también defectos, defectos que se convierten en errores y traiciones. Las traiciones solo traen corazones rotos. Protegerse de lo inevitable la volvía egoísta, Caroline lo sabía.

—Estas mirándome. —Dijo klaus abriendo los ojos, Caroline se sorprendió, había perdido la noción de cuánto llevaba mirándolo.

—Te miro dormir. ¿Tiene algo de malo? —Pregunto curiosa. Klaus sonrió. —Tu lo haces todo el tiempo.

—Tuche. ¿En qué pensabas?

—En ti.

—¿En mí?

—Si, Realmente te vez adorable, dormido. —Le aseguro la rubia. Klaus sonrió y la atrajo más a él, quedando Caroline sobre klaus.

—¿Adorable?

—bueno en realidad, sexy.

—¿Es una invitación? —pregunto con picardía.

—Lo es, pero tendremos que esperar hasta regresar de la cena. Dormimos demasiado. —Respondió mirando el reloj. Klaus soltó un suspiro cansado.

—Comienzo a arrepentirme por aceptar.

—Tu culpa —Dijo divertida, levándose de la cama. —Me iré a duchar.

Aviso antes de encerrarse en el baño. Klaus tomo la almohada y la puso sobre su cara. Caroline le parecía un enigma cuando se trataba de adivinar lo que pensaba. Y aunque muchas veces soño con despertar y encontrarse con los ojos de Caroline mirándolo dormir.

Ahora solo podía pensar en que era lo que pasaba por la mente de  Caroline. La pequeña esperanza de que la rubia sintiera algo por él, sólo lo torturaba más. No tendría respuesta y Caroline jamás se la daría.

La rubia salió media hora después con vestido de noche color negro. En cuanto klaus la vio perdió el aliento, lucia tan hermosa y sexi, que solo quería arrancarle el vestido y hacerle el amor, sin pensar en un mañana. Haciendo uso de todo su auto control se metió a la ducha. Minutos después salió usando un traje en color negro con camisa blanca. Decidió omitir la corbata para verse más relajado en la cena.

Give Me Love [Klaroline] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora