Lara.
Me estaba vistiendo para ir a recoger a Jessica.
La había invitado a cenar. Esperaba que esto no fuera incómodo. Tenía tratar de darle un discurso de como los hombres no lo podían ser todo en la vida de una mujer.
Se notaba que esa chica estaba perdida en la vida, lo notaba siempre en su mirada. Desde el primer día que la salve de Santiago. De ese momento hasta ahora habían sucedido muchas cosas.
Su obsesión por Santiago tal vez había empeorado o mejorado una de dos.
Me puse igual que siempre, mi gran ropa. Le envié un mensaje a Jessica que iba a saliendo a buscarla. Así que arranque en el Ferrari.
El Ferrari que le quite al inmaduro. Todavía podía sentir el sabor de la victoria en mi boca.
El inmaduro y yo seguíamos ignorandonos hasta en el trabajo. Su comportamiento el día que arruinó mi casi beso con Luke fue aún más extraño y razón para molestarme aun más. Que persona tan insoportable.
Llegamos al lugar caro de carnes dónde invitaría a Jessica. Otra salida de chicas, me gustaba despejar mi mente de esta manera.El lugar era elegante y expendido. Y ofrecía tal vez lo íntimo que necesitaba esta noche. No estaba tan lleno por ser día de semana.
Tenía la copa de vino en mi boca, cuando Jessica pregunto por Santiago.
–El está bien?
No sabía que responder. No era la mejor para decir algo sobre la vida de el inmaduro. Pues nos odiabamos.
–Eso creo, pero no debería ser el tema importante está noche. Quiero es saber cómo te has sentido últimamente Jessica. Cuentame de ti.- no quería hacer de terapeuta y mucha menos de psicólogo.
Sin embargo, notaba la soledad de esta chica. Necesitaba a alguien que la escuchará.
Jessica miro el vino mientras se perdía en los pequeños remolinos del mismo que hacía cuando movía su copa.
Me miró entonces y su mirada estaba aún más perdida.
–Mira que tenemos aquí, a un insecto y su compañía.- voltee en seguida a la voz chillona de Blair.
Pensé que estaba completamente desaparecida de mi vida, después de lo sucedido con la moto.
–Hola para ti también Blair.- Hoy no quería pelear con la Barbie sin cerebro.
Jessica no levanto la mirada en ningún momento como si estuviera intimidada por la Polly.
–Que raro que en estos lugares tan caros permitan a chusmas como tú.- quería derramarle el vino en su cabello rubio perfecto.
Hoy no perdería los estribos.
–Y yo pensé que las ladronas como tú iban a la cárcel.-
La cara de Blair se puso roja.
–No sabes cuánto te detesto.-
Blair siguió caminando y desapareció en el gran restaurante. Deseaba con todo mi corazon no volverla a encontrar.
ESTÁS LEYENDO
Aléjate o déjate llevar
Teen FictionLara y Santiago, muy diferentes pero al mismo tiempo tan iguales, con las mismas ganas de comerse al mundo. Lara es una chica fuera de lo común, desde su aspecto hasta su personalidad ruda y fuerte, chocara con Santiago al demostrar de verdad que un...