My little baby Omega - OS Ggukmin

..⃗. [ Parte única ]

Desde lejos se podían oír los sollozos de cierto omega peli plateado. ¿La razón?, simple, estaba cansado de vivir, sentía que ya no valía la pena hacerlo para al final provocar que la gente sienta lástima por él y tengan más problemas en sus vidas.

Todo eso pensaba mientras decidía si tomar o no aquella caja de pastillas antidepresivas que tenía escondidas para su "mejor" uso como el decía, solo que todavía no las ocupaba porque no era lo suficientemente valiente para hacerlo.

Resignado a seguir perdiendo el tiempo, tomó la caja de las pastillas, sacó todo su contenido y mientras llenaba un vaso con agua. Estaba a punto de tomarlas si no hubiera sido interrumpido por cierto aroma a chocolate que llegó a sus narices y seguido de ello una mano que le arrebató las pastillas.

- No lo hagas...- Dijo cierto alfa peli negro con su voz ronca producto al miedo de perder a su novio.

- E-es lo me-mejor... Así dejo...de e-estorbar en la vida de to-todos.- Dijo entre medios de sollozos un omega que planeaba quitarse la vida.

- Yo no estaría mejor sin ti... Mi vida no estaría mejor sin ti... Tu eres mi vida, mi corazón... No puedo vivir si tu no estas en ella... Eres mi alma gemela, mi omega, mi razón de vivir... No quiero perderte, si te pierdo es como si perdiera mi vida, ya nada tendría sentido si tu no estás aquí conmigo.- Se detuvo unos segundos al escuchar unos sollozos más fuertes que antes. - No llores mi amor... Yo estoy aquí, no te pienso dejar solo... Solo, cuéntame que sucede, no te guardes las cosas, porque si lo haces no te puedo ayudar y yo quiero ayudarte para poder superarlo juntos.

Sollozos. Eso era lo único que se escuchaba en el baño, todos aquellos venían de Jimin, que lloraba por las palabras que dijo su novio.

Era en esos momentos se preguntaba ¿Qué hizo para merecer a Jeongguk?.

El era un Alfa alto, fuerte, con un aroma que atraía a todo omega o beta que se acercaba, sacaba buenas calificaciones, era hijo de un empresario famoso de Corea, tenía muchas pretendientes, pero se fijó en él.

Que era un Omega pobre, que sufría de depresión hace ya 3 años, era bajo, delgado, tenía un olor a Vainilla, un pasado trágico y lleno de malos tratos, nadie lo quería excepto su Alfa. Se veía a sí mismo horrible, patético, nadie debería estar con él con lo "horrible" que era, pero todo eso se debía a su poca autoestima que tenía, o eso era lo que decía Jeongguk, porque a los ojos del peli negro, el era el Omega más hermoso que había visto en toda su vida. Tenía una eyesmile hermosa, junto a unos apetitosos labios regordetes que besaría todo el día, unas mejillas rellenitas que al verlas te daban ganas de besar o apretar. Era simplemente hermoso.

- Vamos a la cama mejor... Así te puedes relajar mientras me cuentas que sucedió hoy para que estés en ese estado.- Dijo aquello mientras tomaba a Jimin en brazos al estilo princesa y lo llevaba a la cama para tratar de calmar a su bebé.

El Omega asintió y juntos fueron a la cama para luego acostarse, ambos viéndose cara a cara, mientras que cierto Alfa limpiaba sus lágrimas y le daba caricias juntos con besos en su cara. Todo esto sucedía mientras Jeongguk liberaba feromonas para que Jimin se calmara, logrando su meta, ya que el último mencionado dejó de llorar gracias a las caricias que recibía y el olor que tanto le relajaba que venía de su Alfa.

- Ahora que ya estas más calmado... Puedes contarme que sucedió. - Dijo Jeongguk mirando a su hermoso novio con ojos cerrados, nariz roja y pelo revuelto producto al llanto reciente que había tenido.

- Yo... Él... él me llamó... - Dijo en casi un susurro, pero que el menor había logrado oír. - D-dijo que quería v-verme... después de t-todo lo que pasó aún quiere.. verme.. - Una risa amarga se escucho para después escuchar la voz grave de su novio donde se podía notar claramente lo disgustado que estaba con ello.

- No puedo creer como se atreve a llamarte luego de todo lo que te hizo sufrir... Qué hipócrita es, el sabía algunos de tus problemas y luego te abandonó... -Suspiro y vio los ojos llenos de lágrimas de su pequeño novio. - Hey.. Perdón por lo que dije... pero me molesta el saber que quiere hablarte, pero... es tu decisión si aceptas o no, en el fondo sabes que yo estoy aquí cuando quieras.

- No quiero... y-ya... causó mucho daño eso y tienes razón... es bastante hipócrita. - Hizo una mueca.

- Lo sé... pero se que algo más sucedió para que te sintieras así.

- Um... tienes razón... ush, odio que me conozcas tan bien como para saber como me siento. - Jeongguk sonrió para luego besar la frente de Jimin. - Me llamó mi mamá...

Tenso, así se podía describir el ambiente que se formó luego de mencionar a la señora Park.

No es que sea mala... bueno si, pero quien no consideraría malo a alguien que abandonó a su hijo en la calle cuando este tenía 15 años, ¡pues nadie!, además que la única razón era porque este se presentó como omega, no como esta esperaba y deseaba que fuera un alfa.

- Mi bebé... no le hagas caso, has superado muchas cosas sin ella, así que no le permites que llegue y te derrumbe... Porque tu eres alguien muy valiente y fuerte, recuerda que viviste solo hasta los 21, pudiste pagar tus estudios, tu hogar y comida todo tu solo, luego llegué yo para ayudarte y sobre todo para apoyarte en tus peores momentos... Así que no dejes que te haga sentir miserable, porque tu vales más que los demás al haber hecho grandes cosas. - Jeongguk sonrió y empezó a acariciar el pelo de Jimin.

- Tienes razón... Gracias gguk por escucharme y soportarme..

- Mi amor, no digas gracias, haría todo lo que fuera para que estés feliz. - El peli plateado sonrió y poco despuése pidió a su pareja que le diera algunos mimos.

Y así estuvieron toda la tarde, dándose mimos entre ambos, todo para hacer sentir mejor al Omega. Aquello funcionó, haciendo que este estuviera feliz entre los brazos de su novio que le dió todo el amor que quería y merecía, pues Jeongguk estaba dispuesto a hacer lo que fuera para que Jimin estuviera feliz... Incluso si tuviera que tratarlo como su pequeño bebé y llenarlo de mimos cuando se sintiera mal.

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¡Espero que les haya gustado! La verdad es que es la primera historia que he escrito y siento que quedó lindo.
Si ven alguna falta de ortografía me avisan.
¡Cuídense mucho, bye!