Capitulo 21

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Narra Karla

— deberías darle una oportunidad a Miguel — dijo Marce mientras desempacaba sus maletas, terminé de desocupar un mueble para que pusiera sus cosas — que te demuestre si realmente te quiere a ti

— ¿y la pulsera? — pregunté acostándome en la cama mientras veía como guardaba sus cosas

— tal vez ni siquiera se refiere a la chica que le gusta, puede ser su...¡SU LETRA DE LA SUERTE! — dijo buscando algo que justifique esa maldita pulsera de cuero

— no lo se...

— vamos, ¿le darás la oportunidad? — preguntó sentándose en la cama a lado mio

— puede ser...

— ¡oh vamos! ¡le darás esa oportunidad! ¡le darás a enteder que eres a chica que cualquier chico desearía! ¡quién eres!

— karla...— dije con pocos ánimos

— ¿quién?

— ¡Karla! — grité

— ¿dejarás al chicos que amas por un error?

— ¡no!

— ¿entonces?

— le daré la oportunidad — dije decidida mientras me levantaba con una sonrisa — y mañana estaré deslumbrante

— ¡esa es la actitud! — gritó Marce brincando

Narra Horacio (el padre de Karla :3 )

Bajé a la cocina mientras esperaba de que quería hablar Alex, se veía algo serio el asunto, aunque con el, dificilmente un asunto es serio, tomé una manzana y un vaso con agua para dirigirme al comedor, me senté a la cabeza de la mesa como suelo hacerlo en las comidas familiares como Navidad o algún cumpleaños. Alex dijo que se tenía que ver intimidante para hablar conmigo, supuse que se iba a poner un traje, saqué mi celular y empecé a contestar mensajes de clientes y oficiales, soy abogado, trabajo en la "unidad de vicimas especiales" normalmente y hablo con mis clientes durante todo el día, me envían correos en las que me muestran amenazas de parte de sus agresores y todo lo necesario para el juicio, escuché pasos en las escalera, supuse que era Alex, y acerté. ¿dije que se vestiría de traje? me equivoqué, lo miré cuando llego al comedor, estaba vestido de luchador con una máscara del Rey Misterio, la manzana que tenía en la mano se resvaló, lo vi un poco asombrado, esto superó mis espectativas e hizo que perdiera la poca fe que me quedaba de que madurara este año.

— vamos a hablar — dijo recárgandose en la mesa — ¿qué hacías hoy?

— hoy, estuve haciendo muchas cosas — contesté — ¿por qué?

— me dirás la verdad papá — dijo sentandose sin apartar la mirada de mi — ¿qué hacías hoy a las tres cero cuatro de la tarde en el centro comercial con la madre de Marce? — dijo fulminándome con la mirada

— ¿qué? — dije abriendo mas los ojos

— responde — dijo serio — ¿era una cita?

— ella es casada — respondí

— ¿saliste con una mujer casada? — preguntó asombrado

— ¿qué? ¡no! Alejandro no tuve ninguna cita, hablamos de un asunto

— ¿y cuál es el asunto?

— ella y su esposo tienen que viajar a Rusia por su trabajo, y me pidió que Marcela se quedara con nosotros un tiempo, ¿algo mas que quieras saber?

— ¿te intimidó mi traje? — preguntó con sus ojos brillosos, esperanzado a que le diga que si

— me morí de miedo - dije y sonrió, se quitó la máscara feliz y me abrazó

Pequeña gran obsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora