Primer dia

76 7 4
                                    

Lila:
¡Que nervios! Primer día de universidad. Tiene que ser todo perfecto. Me miro por ultima vez en el espejo, tengo la blusa perfectamente planchada y la falda bien colocada, me he recogido el pelo en una coleta y hoy me he puesto lentillas. Suspiro, ojalá fuera un poco mas guapa. Bueno hoy no es día para deprimirme, tengo que estar resplandeciente. Cojo unas hojas y mando un mensaje a Ana.
- Ya estoy lista. En 5 minutos salgo.
Dos segundos después obtengo la respuesta.
- Perfecto voy para tu casa.
Ana y yo desde pequeñas siempre hemos ido juntas al colegio. Somos vecinas y nuestras familias se llevan muy bien, eso nos ayudado a consolidar nuestra amistad.
A Cecilia la conocimos después, pero no nos hicimos amiga suya hasta hace poco. Maria y yo no íbamos al mismo colegio, pero si que fuimos al mismo instituto y rápidamente nos hicimos amigas. A Ester la conocimos a la vez que a María. Resultaba que las dos eran mejores amigas, cosa curiosa ya que son muy distintas. Las cinco nos habíamos matriculado en la misma universidad aunque asignaturas distintas.
Sumida en mis pensamientos oigo un claxon desde la ventana desde mi habitación. Corro la cortina y veo a Ana sentada en el asiento del conductor haciéndome señas para que bajara rápido. Cogí mi mochila y baje lo más rápido a la calle.
Llevaba unas gafas de sol, un vestido rosa precioso y el pelo suelto. Entre en el coche y no tardo en darme un fuerte abrazo en la mejilla.
-Te he hechando de menos lila
-Pero si solo ha sido una semana.
Soltó una carcajada y me respondió que para ella eso era mas que suficiente. Ante su respuesta no puede evitar reírme yo también.
No se si fue porque hacia tiempo que no me reía o por la emoción de que ya iba a la universidad, pero me estuve riendo como una loca todo el viaje. Estaba absorta en mis pensamientos cuando Ana me pregunto:
-¿Sabes que te apoyare siempre?
Tengo que reconocer que la pregunta me sorprendió pero bueno me hago pensar que las cosas pasan por una razón ¿no?
-Claro que si.
Ana ha sido la que mas me ha apoyado después de la muerte de mi madre. Pero eso no acaba ahí. Mi vida ha sido un infierno, lo peor que nadie a parte de Ana me entiende. ¿Y sabéis por qué ella me comprende? Porque se encontró conmigo su cadaver. Entrar en el salón y verla con un cuchillo clavado en el pecho.
Sin darme cuenta había empezado a llorar. Eran demasiados recuerdos.
Llegamos y gracias a dios conseguí tranquilizarme. Reencontrarme con todas las demás fue fantástico. No las veía desde el año pasado. Ceci seguía igual guapa, Ester tenía algún que otro tatuaje y María había crecido.
Ellas no estaban al tanto de los detalles de la muerte de mi madre, por eso no pensaban que podía ser tan traumático para mi y mas si el sospechoso de asesinato era tu padre. Esperaba llevarme este secreto a la tumba, era horrible pensar que algo que te ha hecho tanto daño lo ha causado alguien al que quieres mucho.

Ester:
Si digo la verdad, estudiar no me gusta. Si he llegado tan lejos ha sido por las clases extra, los profesores particulares y mis padres que han estado ayudándome los seis años de instituto.
Pero lo que tengo un reconocer es que el primer día de universidad estuvo genial. Durante ese verano no había quedado con nadie, sinceramente el 4 de julio marco para mi un comienzo y un final. ¿Qué por que? Ya lo sabréis mas adelante, digamos que por eso me he hecho un nuevo tatuaje en el hombro. Es un corazón, pero no vayáis a pensar que soy una de esas "pivas" cursis las que se dibujan con "boli" corazones porque las de miedo una agujita de nada. No. El tatuaje es por una persona muy importante para mi a la que quiero mucho.
Bueno respecto a la universidad, los profesores parecen agradables, lo malo es que no coincido en ninguna clase con María, Ceci, Lila o Ana. Pero siento que ya nada es como antes, ya no nos lo contamos todo...
Dos semanas antes:
Me detengo, siento un fuerte dolor en el pecho. Las rodillas no aguantan mi peso y se doblan, oigo el estridente golpe de mi cuerpo contra el suelo. ¡No! ¡Otra vez no! Abro los ojos unas décimas de segundo y la veo. Es tan guapa, simplemente perfecta, el amor de mi vida. ¿Esta gritando? ¿Es ami? Veo como una lagrima cae por su mejilla, en ese momento deseo tener control sobre mi cuerpo y decirle que no llore que estoy bien. Esto no es la primera vez que me pasa, ella lo sabe. Es la única que lo sabe todo. Me sobresalta escuchar un ruido lejano de unas sirenas de ambulancia y los gritos de gente diciéndome que abra los ojos. Siento como unas manos me cogen de los tobillos y otras de la nuca. Los párpados me pesan, cierro los ojos he intento pensar que todo va a ir bien.
Desde ese horrible acontecimiento creo que me he vuelto mas fuerte. Mi pequeño problemilla no se ha arreglado pero por lo menos se que con su ayuda todo va a salir bien.

El secreto mejor guardadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora