A través del tiempo. | Kaisoo Two shot |

💮 Primera parte 💮

~❤️~

Era temprano en la mañana cuando Kyungsoo despertó, abriendo los ojos con dificultad y adaptándose a la luz persistente en la habitación. Removiéndose un poco pudo sentir como los brazos alrededor de su pequeño cuerpo apretaban el agarre sin hacerle daño realmente, sino con la intención de traerlo más cerca al cálido cuerpo que estaba a su lado, justo detrás de él.

Los labios acorazonados se amoldaron en una pequeña sonrisa tímida pero con inmensa satisfacción. ¿Algún día se cansaría de esto? Estaba seguro de que nunca lo haría.

Con un esfuerzo inmenso para evitar despertar al moreno, el mayor se volteó lentamente, logrando quedar frente a la figura del hombre que amaba con toda seguridad, quien para entonces seguía durmiendo tranquilamente.

Mirar su rostro siempre fue un encantador pasatiempo de Kyungsoo, haciéndolo siempre que el chico no lo estaba observando porque a pesar de todos los años que llevaban juntos aún le daba vergüenza verse tan enamorado y sobretodo tan desesperado por las atenciones de JongIn.

Kyungsoo dirigió su mano izquierda a ese perfecto rostro, detallando con la punta de sus dedos la piel morena de su mejilla, sintiendo la suavidad de esos gruesos labios que tanto le encantaban, perfilando la llamativa nariz y finalmente peinando sus cejas.

Era la perfección en persona, y Kyungsoo lo sentía no solo por su atrayente físico, sino por su cálido corazón.

Nunca había conocido a alguien como JongIn, un chico con una imagen sexy y arrolladora sobre el escenario, pero que en la privacidad de un hogar se volvía el ser más tierno, protector, cariñoso y tímido que había visto jamás.

Otra sonrisa adornó sus labios cuando pensó en lo contradictoria que era la personalidad del moreno, sobre todo cuando se tornaba atrevido y apasionado. A él le encantaba y no le había sorprendido para nada haberse enamorado tanto de él.

Una conocida risa lo sacó de sus pensamientos, haciéndole notar que JongIn había despertado y lo había atrapado con la mano sobre su rostro.

El lindo sonrojo que coloreó las mejillas del hyung cuando apartó su mano y se volteó para darle la espalda al moreno, fue suficiente para hacer que JongIn sonriera con una mezcla de picardía y cariño.

A Kyungsoo le daba mucha vergüenza que el moreno lo pillara mostrándose cariñoso con él, porque eso solo le decía cuán dependiente era de la persona a su lado. Estaba seguro que si JongIn lo dejaba algún día, moriría, pero también estaba seguro de que eso no pasaría porque ellos se amaban después de todo.

-¿Qué haces, hyung?- preguntó el menor burlonamente sabiendo lo tímido que era Kyungsoo en determinadas ocasiones.

-N-nada, solo removía algo que tenías en el rostro- le contestó tartamudeando un poco, porque odiaba que el menor supiera todas las cosas que hacía o pasaban por su mente, pero muy en el fondo, aunque no lo admitiera en voz alta, amaba que JongIn lo conociera tan bien.

-Hyung, no es necesario que mientas- luego de lograr que Kyungsoo quedara boca-arriba en el colchón, JongIn se apoyó en sus codos acercando su rostro al del mayor que lo miraba temblando de los nervios. Tantos años y aún sentía mariposas en el estómago cuando estaba cerca del moreno. -Sé lo que haces todas las mañanas cuando crees que estoy dormido- sonrió victorioso, sabiendo lo que provocaba en el pequeño a su izquierda.

Kyungsoo abrió los ojos desmesuradamente, estaba seguro de que se saldrían de sus órbitas. ¿JongIn sabía que acariciaba su rostro todas las mañanas?

-Te he dicho que tenías algo en el rostro- intentó voltearse de nuevo pero el moreno lo impidió colocándose sobre su pequeño cuerpo y abriendo sus piernas para acomodarse entre estas. Sus rostros estaban completamente cerca el uno del otro y JongIn lo miraba fijamente. -¿Q-qué sucede?- se atrevió a preguntar el mayor, temblando de nervios y anticipación.