Lo que se inició

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En algún punto de la noche comenzó a acariciar con delicadeza las hebras superiores del cabello del muchacho. Apreció la diferencia de tono entre cada una de ellas, unas más rojizas que las otras, y alguna rebelde con sub-tonos negros. También pudo notar, los pequeños moretones que apenas comenzaban a formarse en la mandíbula del chico debido a la pelea de hace unas horas. Lo tenía preocupado.

 Esto era muy nuevo para el.

Faltaban exactamente 36 minutos  para la hora acordada. ¿Había algo que hacer antes de que el sol saliera? Podía ver la pequeña línea del alba difuminándose entre la luz azul de la bodega. 

Regresó su atención al chico. A Rick le tenía inquieto el encontrar una manera de salir de la ciudad. El auto en el que estaban pasando la noche no era opción, puesto que ni siquiera conservaba el motor, lo sabía porque lo revisó durante la madrugada. Milagrosamente nadie había robado los asientos, o el volante. 

Abandonó su acción de jugueteo en los cabellos del joven, se irguió para recargar su peso en sus brazos en el asiento de enfrente. 

En el espejo retrovisor con una fina capa de polvo y rayoneado se podía observar a Smith dormir con profundidad. Su respiración profunda la hacia eco en sus oídos. Al otro lado, en la esquina derecha, el reflejo del medio rostro de Rick, mas específicamente su sien izquierda con el brillante led azul. 

Los dedos del androide vagaron al rededor del ella para después contornar su forma. Se mantuvo en ello unos segundos hasta que poco a poco, sus uñas se encajaron con firmeza, ejerciendo gradualmente más fuerza para finalmente arrancárla de un tirón. 

El pequeño circulo tan solo brilló unos instantes antes de pagarse por completo. Rick apretó su puño hasta que se escuchó ese crack, de que se habría roto.  En su sien se desactivó la piel revelando una parte del fondo blanco grisáceo que a los segundos, regresó a la piel humana. Intacta, como si nada hubiese pasado.

El androide tiró al suelo lo restante del led, y con la punta del zapato esparció los restos debajo del asiento. Luego de ello su espalada volvió a reposar en el asiento, junto a Morty.    

Faltaban 13 minutos con 38 segundos antes de que tuviera que despertarle. Comenzó a divagar de nuevo, en cosas como  que debería buscar algo de comida para Morty, porque aunque la noche anterior ingirió toda su cena, le preocupaba que el no haya traído algún snack, porque dudaba en que pudieran detenerse en alguna tienda de conveniencia, puesto que no sabía si ya se ha levantando una denuncia, o si por mera mala suerte, Beth habría decidido despertase más temprano, notando su ausencia. Porque si ese fuese el caso, su retrato estaría en los noticieros. 

Y hablando de la mujer, también debía pensar en como le explicaría a Beth que siguió a su hijo durante la noche en lugar de advertirle a ella.

¿Podría odiarle por eso?

La inseguridad escaló con rapidez para colgarse de sus hombros . No deseaba el rechazó de la matriarca, no con el cariño que le había tomando a lo largo de los meses. Además, el repudió que la mujer pudiese crear hacia el, significaba tener que alejarse de Morty, y ese hecho, por más extraño que pareciera, le causaba aún más inquietud, que el ser desmantelado.

llevó su mano hacia la base de su cuello masajeando con incomodidad. Ni si quiera sabía si los androides podía sentir las emociones de forma fisiológica, pero juraba que  los hombros le pesaban. 

Podría utilizar la excusa que Morty propuso, decir que él extrañaba a su padre, y que lo logró convencer para que lo acompañara. Sonaba más convincente y seguro, pero lo mas probable es que Beth no se quedaría tranquila.

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