Capítulo 33

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Después del almuerzo, Harry y Hermione se separaron con Ron en el Hall de la entrada, Harry se dirigía a la mazmorra en busca del profesor Snape, Hermione no tenía mucho que hacer y quiso acompañar al azabache. Mientras Ron estaba cruzando los terrenos hacia los invernaderos de Herbología. Cuando se separaron, Harry sintió una oleada de alivio porque la presión de estar con Ron sintiendo que necesitaba estar a solas con Hermione finalmente terminó. Hermione también parecía complacida.

A Harry no le gustaba la idea de recibir lecciones de Snape, pero lo tenía que hacer por Dumbledore. El director confiaba en él y no fallaría. Hermione decidió esperarlo en la entrada de la oficina. Cuando el profesor Snape entró en la mazmorra poco después de su llegada, el sentimiento de temor de Harry regresó. Snape parecía de un humor particularmente vengativo. Snape volátil y malvado.

—No contento con verme en clases, tengo que soportarte en mi tiempo libre —dijo Snape, con su voz helada como siempre, —ya que estás en oficina, solo puedo asumir que eres tipo demasiado estúpido Potter o que Dumbledore te obligó a tomar clases de nuevo.

Un cumplido, considerando lo que se ha obligado a escuchar durante cinco años del profesor Snape.

—Correcto, quizá un poco de ambos —señaló Harry sin tanta especulación.

La mirada de Snape se dirigió a Harry amenazante.

—Debo decir, Potter, que la forma en que manejas a Dumbledore es bastante insólita. Por un momento, consideré la posibilidad de que Dumbledore enloqueció. Pero luego recordé que él ya estaba demente, y tú no sería capaz de meterle más locuras en la cabeza, ¿verdad, Potter?

—No lo habría pensado, señor —respondió Harry, con una voz inocente, con las palmas de sus manos en alto.

—Yo tampoco lo hubiera pensado —siseó Snape.

¿A qué estaba jugando Snape? Lo ayudaría o ¿no?

—Lo aré, espero que al menos sea decente, porque en Pociones pareciera que es un adulador con su nuevo profesor y en Defensa da mucho que desear —dijo Snape mientras se deslizaba hacia Harry.

—Deseo impresionarlo, señor.

—Potter, aunque algunos pueden considerarlo una oportunidad, en realidad es un compromiso. No esperes ningún trato especial de mi parte. Nunca he tratado tu condición de celebridad como algo que merezca una consideración especial y Dumbledore entregándote esta nueva responsabilidad no cambiará mi actitud hacia ti.

—Qué sorpresa —replicó Harry.

—Todavía se dirigirá a mí con el respeto que se merece un profesor principal, aunque no debe esperar ese respeto de mi parte.

—No lo soñaría.

—Bien, la idea de que sueñes conmigo es particularmente inquietante y desagradable. Al igual que tus desdichadas habilidades —dijo Snape cuando regresó a su escritorio —estaremos intentando entrar a tu mente como lo haría él. Será altamente difícil, delicado y avanzado, en esta clase seguirá siendo un alumno común. Entonces, espero encontrarlo preparado Potter antes de que lleguemos a fin del ciclo escolar.

Harry quería insultar a Snape con increíble ferocidad, pero las palabras de Dumbledore sonaron en sus oídos. Decidió trabajar doblemente duro, no solo en su Oclumancia para ganarse el derecho de demostrar lo bueno que era en su cara, sino también en Pociones para darle a Snape la menor munición posible para sus propios insultos.

Saliendo de la oficina de Snape. Hermione lo estaba esperando con su mirada de preocupación. Harry la tranquilizó diciendo que todo resulto mejor de lo que esperaba y Snape le iba a dar clases de Oclumancia. Caminaron por los pasillos sin hablar, ella había tomado el brazo de Harry, sintió que era solo para su beneficio, pero internamente Harry estaba igual de complacido. Al menos a la vista del resto de la escuela que estuvieran tan cerca uno del otro no resultaba diferente o extraño. Ella mantuvo su mano rozando contra la de él tanto como pudo.

Elegido con el corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora