Clases de piano.
Recuerdo que alguna ves en un centro comercial se oía una música suave y muy melancólica y cuando me quise dar cuenta la seguí como abeja que sigue a la miel, pronto llegué a un pianista tocando una música de lo más bonita que inspiraba tantas cosas.
Y Kellan recibía clases.
Esperaba que en algún momento pudiera ver cómo él tocaba aquel mágico instrumento y aunque él lo odiara su madre no le había dejado de insistir en llevarlo a sus clases desde hacia ya varios meses cuando lo habían castigado.
Contrario a lo que Kellan creía, le metieron más horas así que ahora nos veíamos todavía menos en casa.
Pero aún así encontrábamos momentos a escondidas para salir a buscar nuevas aventuras y en la escuela en nuestro espacio casi secreto que por increíble que fuera parecía que nadie se daba cuenta o al menos nadie sospechaba, de que fuéramos ahí a almorzar.
Aunque ya había aprendido la lección. No dejé de tener cuidado de lo que me había dicho su madre, trataba de que nuestra amistad apenas se notará cosa fácil pues yo no era importante y Kellan lograba escaparse del ojo de halcón de su madre.
Hasta que encontramos una rutina que nos permitía vernos, jugábamos mucho, nos divertíamos mucho y éramos un gran apoyo el uno para el otro.
Pasaron dias, luego semanas, luego meses y pronto se convirtieron en un año y casi sin que nos diéramos cuenta en dos años y todo seguía igual aunque ahora ya estábamos más grandes y ya no jugábamos tanto. Ahora hablábamos de nuestros sueños y de lo que haríamos cuando fuéramos grandes.
La escuela media se acercaba y con ella grandes cambios se avecinaban.
Parecía raro pero era como si al estar con él en los últimos meses en la escuela me contaban como una más, poca gente me hablaba pero no recibía esas miradas hostiles que al principio si, casi no lo notaba pues mi única atención era con él.
Ahora que entrabamos en los trece, increíblemente crecí más que él, y cuando nos dimos cuenta le llevaba unos cinco centímetros lo que era blanco de burlas entré nosotros.
Todos cambiamos y fue increíble ver cómo nuestra mente también lo hizo, mi madre me decía que ya era toda una adolescente pero no, eso nunca pasaría mis últimos años de niñez no quería que acabarán.
Pero ya estaban contados aquellos días. Aquellos días con Kellan a mi lado por qué cuando menos me lo esperaba...se fué.
Se fué y me dejó.
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Maybe, maybe...
Are You ready!!!
part two is coming....
<( ̄︶ ̄)>
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La Otra Cara
Romance"Las personas suelen decir mentiras, ocultar verdades y fingir ser más de lo que son. Siempre búscamos nuestra felicidad ¿No es así? Pero por cuántas vidas puedes pasar para ocultar lo que más miedo te da. Es difícil mantener apariencias después d...