- Judith libera mi agenda para los próximos cuatro días - ordenó en cuanto su secretaria apareció dentro del enorme despacho que ocupaba en la última planta del edificio de 20 pisos que era la sede central de su holding en España, sin tan siquiera dejarla hablar. Tenía mucha prisa.
- ¿Ocurre algo señor Vázquez? - preguntó preocupada tapando el teléfono que portaba contra su pecho.
- El señor Hayashi nos concede una reunión en Tokio, está dispuesto a negociar los puntos del acuerdo y no pienso dejarlo escapar.
Se colocó su chaqueta con agilidad y guardó en su maletín de piel negro algunos papeles que necesitaría llevarse. A sus 36 años era uno de los empresarios de mayor prestigio de Europa. Joven, atractivo, exitoso y millonario. El sueño de cualquier mujer u hombre, si no fuera porque en su vida no había tiempo para nada más que trabajo. Alérgico al compromiso y a las muestras de cariño en público, obseso del control y apasionado de las financias. Numero uno de su promoción, empresario del año en las dos últimas entregas y portada del Men's Helth. Su tupé rubio y su mirada ámbar, cargada de intensidad y de misterio, habían provocado más de un tropezón frente a las marquesinas donde aparecían sus fotos. Estaba en la cima del mundo para los ojos de cualquiera, pero para él no era suficiente, por eso estaba tan obsesionado con aquel negocio. Sentía que era la única forma que le quedaba de dar un paso más y coronarse en su carrera. Aquella fusión con la empresa asiática marcaría un antes y después. Si lo conseguía, dejaría de sentirse estancado, por no hablar de que se convertiría en el empresario más joven de la historia en tener la mayor red de negocios en todos los continentes.
Por eso salió resuelto de su despacho casi sin esperar a su fiel empleada que rápidamente lo siguió, medio trastabillando con sus tacones de aguja.
- Disculpe señor...
- Llama al hangar y avisa de que quiero el jet listo en una hora para salir rumbo a Tokio, te acabo de pasar al correo todos los datos que necesita el piloto. Encárgate del resto - siguió hablando sin detenerse.
- Está bien señor, pero...
Frenó en seco delante del despacho de su jefe de departamento y llamó rápidamente, pero no esperó la respuesta. Abrió con urgencia sorprendiendo al hombre que trabajaba concentrado delante del ordenador.
- Señor Vázquez, estoy a punto de acabar el informe que me pidió a primera hora, siento la tardanza, ni siquiera he parado a comer...
- Olvida eso, necesito el informe de riesgos que acabo de mandarte - sonó la alerta de correo. - Es de vital importancia para la fusión y lo necesito para ya.
- Pero señor necesitaría al menos tres días para esto, son muchos datos que tengo que recopilar...
- Tienes veinticuatro horas - sentenció antes de volver a salir sin dar opción a ninguna excusa más.
ESTÁS LEYENDO
FIN
FanfictionRaoul es un empresario de éxito. Todo lo que desea lo consigue. Su vida gira en torno al trabajo y al control. A sus 36 años está a punto de cerrar el trato que propulsará su carrera a lo más alto. Nada puede salir mal, o al menos eso cree. La vida...