3) No huyas más

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Narra Lola

Después de un rato, la encuentro en el jardín. Cuando ella también me ve, me saluda con la mano.
- ELLA esta aquí.
Esta frase es suficiente. Ya entiende a quién me refiero.
(Mia) - ¿Y qué haces aquí? Habla con ella.
- ¿Estás segura? Es tu fiesta.
(Mia) - Claro que sí. Tenéis que arreglarlo de una vez.
- Ya, gracias. ¡Diviértete!
La abrazo brevemente y voy a mí habitación. ¡Qué desastre! De hecho, no tengo ni idea de lo que le voy a decir. Para mí nada ha cambiado, sigo siendo la misma. Puede que esto no termine bien, pero quiero... definitivamente no quiero que ninguna de nosotras sufra. Probablemente no será posible.
Inspiro y espiro profundamente.
Abro la puerta de mi habitación y ahí está, hermosa como siempre. Cuando se da cuenta de mi mirada, se da la vuelta, se apoya en la ventana un momento y sonríe. Niega con la cabeza y así su cabello ondulado se mueve ligeramente de un lado a otro.
(Miriam) - Cuando dicen: una imagen vale más que mil palabras.
Ahora está bastante cerca de mí, pero ni siquiera me di cuenta de que había empezado a ir hacía mí.
- Miriam.
(Miriam)- ¿Si?
- Tenemos que hablar. ¿Te acuerdas? Pero si sigues creando ésta tensión entre nosotras, no lo vamos a conseguir.
Al final de la frase mí voz suena un poco desesperada, pero no lo quería.
(Miriam) - Tienes razón. Es solo que, hace mucho tiempo que no te veo y ahora estás aquí, tan cerca...
- Lo sé. A mí tampoco me deja indiferente.
(Miriam) - No pensé que lo admitirias. Le brillan los ojos
- ¿Admitir qué?
Estoy confundida.
(Miriam) - Que mí presencia tampoco te dejara indiferente.
- ¿Lo he dicho en voz alta?"
(Miriam) - Mmm.
Me siento en la cama, tengo que alejarme un poco y cambiar de tema.
- ¿Supongo que pensaste en lo que me quieres decir?
Me deslizo hacia arriba hasta que mi espalda está contra la pared. Miriam se sienta también. (Miriam) - Me lo había preparado todo, pero ahora que estoy aquí no es tan fácil.
Hay una larga pausa en la que simplemente nos miramos
(Miriam) - ¿Dirías que has cambiado?
- No, no creo.
Se crea otra pausa. Realmente no entiendo por donde quiere ir, pero le doy el tiempo que necesita.
(Miriam) - Yo tampoco creo que hayas cambiado del todo. Pero puedo ver muy claramente que hay pequeñas cosas que han cambiado.
- ¿Qué quieres decir con eso?
(Miriam) - Quiero decir que no te comportas y reaccionas como hace 6 meses. Antes nunca me habrías dejado besarte en medio de una fiesta. Además te has dejado llevar y encima lo has disfrutado. Lola muestras lo que sientes mucho más abiertamente y ya no prestas tanta atención a lo que dices en voz alta y lo que no. He pasado muy poco tiempo contigo y ya he notado todo esto.
Actuaste impulsivamente, Lola. Eso nunca hubiera sido posible hace 6 meses.
Hace una breve pausa para que pueda procesar todo lo que me acaba de decir.
(Miriam) - Creo que es imposible destruir de la noche a la mañana todos los muros que has construido. Pero también creo que has hecho progresos.
Se inclina un poco hacia adelante y pone su mano sobre mi muslo.
(Miriam) - que luchaste para lograr todas estas pequeñas cosas y que es posible que nunca seas completamente libre. Lo entiendo. No te presionaré más, pero quiero que me dejes estar en tu vida, incluso si vas a sentir cosas que te asustarán. Por favor, no huyas más. Por favor.
Me esperaba de todo, pero nunca me imaginé esto. Me ha dejado completamente sin palabras. Necesitaré tiempo para interiorizar y procesar todo lo que me ha dicho.

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