Parte 2 - En los casilleros

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A la mañana siguiente Jack despertó, Zill había dormido en una habitación extra de la casa de Jack.
El chacal miró su teléfono, se había quedado dormido y ya iba tarde a la escuela.

Jack: !Estúpida mala suerte!

Bajó las escaleras rápidamente, encontrándose con Zill quien había despertado antes y estaba sentado en el comedor mientras conversaba con la mamá de su amigo.

Mindy: ¿Qué ocurre cielo?
Jack: Debo correr, me quedé dormido y voy tarde a la escuela.

Zill y la madre de Jack se miraron mutuamente tratando de contener las risas.

Jack: Zill ¿Por qué no me despertaste?
Zill: Viejo, tu reloj debe estar mal programado. Aún nos queda una hora.
Jack: ¿En serio?

Miró cada reloj de la casa y en efecto.

Jack: Lo siento.
Mindy: Descuida hijo, ahora coman su desayuno.
Zill: Si señora y gracias por dejar que me quede.
Mindy: Lo que sea por un amigo de mi Jackson.

Zill y Jack se dirigieron a la escuela, evadiendo alguna que otra jugada de la mala suerte del canino.
Llegaron a la escuela y ambos sacaron sus libros.

Jack: Realmente le agradas a mi mamá.
Zill: A diferencia de la primera vez que me vió creo que sí.
Jack: Oh vamos, no es su culpa que fueras alguien desconocido para ella.

Cerró la puerta de su casillero casi cayéndose pero logró chocar con Rusty.

Rusty: Fíjate!

El can lo empujó con una gran fuerza haciendo que Jack se golpeara con su casillero y este le cayera encima.
Oportunamente Damián iba pasando pero claro, no estaba dispuesto a ayudar.

Damián: No sabía que te gusta tanto tu casillero primo Jack.
Zill: ¡Ayúdame a levantarlo en vez de ser un idiota!
Damián: No habría de, además una lagartija naranja no me dirá que hacer.

Zill solamente lanzó una mirada de odio a Damián y Rusty quienes simplemente se reían mientras que él levantaba el casillero para liberar a Jack quien claramente tenía varios huesos rotos.

Zill: ¿Está bien amigo?
Jack: Si, estoy bien y gracias por ayudarme.

Jack se apoyó de Zill quién lo cargaba sobre su hombro mientras que varios de sus huesos rotos se reacomodaban en su cuerpo.

Zill: Eres un imbécil Damián, ni siquiera por qué es tu familia.
Jack: Zill tranquilo, estoy bien.
Zill: ¡¿Lo defiendes, en serio?!

Zill entonces alcanzó su límite, ya era demasiado que Damián se burlara de él por su mala suerte pero el hecho de que Jack lo defendiera realmente lo molestaba.

Zill con decisión se empezó a acercar a Damián con toda la intención de golpearlo pero Jack lo detuvo poniéndole las manos en el pecho.

Jack: Zill tranquilo, no importa.
Zill: Amigo, ¿Siquiera te das cuenta de la forma en qué te trata?
Jack: Si, lo sé pero no quiero que te metas en problemas.
Damián: Mejor hazle caso iguana rara.

Zill se tranquilizó no por que Damián se lo dijera si no por qué no quería meterse en problemas por alguien que no valía la pena.

Damián: Ja, es divertido que le hagas caso a alguien más patético que tú.

A Jack esto le molestó bastante, una cosa era molestar a Zill y otra cosa era insultarlo a él de manera directa.
Jack tomó impulso con su brazo derecho dándole un golpe directo en la mandíbula a su primo que estaba flotando a un nivel no tan alto del suelo.
Por la conmoción y lo inesperado del golpe a Damián no le dió tiempo de detenerse lo que lo llevó a estrellarse contra varios casilleros y caer al suelo bruscamente.

Jack tomó su mochila marchándose de ahí inmediatamente mientras que Zill lo siguió.
Damián se levantó como pudo, dando pequeños quejidos de dolor mientras se tomaba la cabeza.

Damián: Esto no se quedará así niño mala suerte.

Damián, se levantó para ir a clase. Tenía algo entre manos y se notaba por su mirada malévola.

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Jack se sentó en su pupitre bajando la cabeza mientras que Zill se sentaba a lado de él como ya era costumbre.

Zill: ¿Estás bien amigo?
Jack: Perdón por eso yo... creo que sólo exploté.
Zill: Está bien, no tienes de qué preocuparte.
Jack: Zill, golpeé al hijo del diablo. Creo que realmente es algo serio.
Zill: ¿Pero se lo merecía?
Jack: Bueno, creo que si pero no quería ser yo quien le hiciera algo así.
Zill: No soy muy bueno aconsejando así que te recomendaré que vayas con la consejera Cameron, nuestra siguiente hora la tenemos libre.
Jack: Sólo espero que no esté muy ocupada...

Harto de ti | Jack & DamiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora