Capítulo 4

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Elección

El aprendiz Hoseok llegó a aquella habitación en conjunto con su maestro, el menor se sentía nervioso, sabía que por fin sería relevado de su puesto como aprendiz, pero no sabía cómo sería el procedimiento para ser un hechicero completo.

Ambos llegaron frente a la mesa, el aprendiz observaba con admiración cada objeto que ahí flotaba, sentía dentro de sí una gran emoción, quería brincar de la felicidad, pero se contuvo y simplemente volteó a ver a su mayor preguntándole con la mirada como harían todo.

- Mi querido Hoseok, ha llegado el tiempo para que subas de puesto, te explicaré como estará esto. Te vas a posicionar frente a tu bola de cristal, deberás colocar ambas manos sobre esta y cerrarás los ojos, tu sabrás en qué momento debes abrirlos, cuando lo hagas tendrás que escoger un objeto, usualmente ocurre que uno brilla ante tu mirada, así fue como yo escogí a los cíclopes, no puedo decirte cual objeto es de cada especie, si no lo sabes es mejor. - Terminó de decir el hombre de mayor edad dando un par de pasos atrás sentándose en el sillón posicionado detrás de él.

Hoseok apartó la mirada de su maestro y observó la mesa, decidió fijar su vista en la bola de cristal, sentía nervios, ¿Qué tal si tomaba la decisión incorrecta? Tenía miedo de ello, pero a la vez estaba curioso por saber a quienes tendría que cuidar.

Dio un paso al frente, pegándose a la mesa, y una vez listo llevó sus manos ligeramente temblorosas, hacía su bola de cristal y cerró sus ojos, puso su mente en blanco intentando no pensar en ninguna especie, quería que todo fuera tal y como el destino le tenía preparado.

Pasó un minuto entero y ahí fue cuando el menor de la sala abrió sus ojos, los objetos seguían igual, o al menos los primeros que observó, soltó un suspiro sin quitar las manos de aquella bola de cristal de su propiedad, miró hacia su derecha y un tridente era lo que le llamó la atención, no brillaba, pero si se movía ligeramente, como si alguien estuviese agitándolo con lentitud, soltó inconscientemente la bola de cristal y caminó hacia este objeto viendo como cada vez que se aproximaba, este se movía más rápido.

Una gran sonrisa se dibujó en los labios del menor y sin pensarlo más tomó ese objeto, cuando su piel estuvo en contacto con el tridente un fuerte estruendo llegó a los oídos de ambos presentes, los demás objetos cayeron al suelo a excepción de uno, el que se encontraba al lado opuesto del tridente, una daga bastante llamativa y garigoleada en la parte del mango, el único que se percató de esto fue el más viejo, estaba sorprendido, jamás había ocurrido algo así, ni mucho menos se tenían escritos que contaran algo similar.

Aquella bella daga avanzó en dirección al chico que se encontraba admirando el objeto en sus manos, sintió un leve golpe en su espalda y simplemente movió su mano izquierda en forma de que dejaran de molestar, ya que estaba emocionado al ver cada detalle del tridente.

Su espalda fue tocada nuevamente y el chico soltó un suspiro para luego hablar sin retirar la vista del tridente.

- Ahorita no maestro, déjeme seguir viendo los detalles. - Susurró bajo

Pero nuevamente sintió ese leve golpe en la misma zona y ninguna palabra fue mencionada, bufó por lo bajo y se dio la vuelta, pero no vio a su maestro, lo único que estaba ahí era aquella daga, levitando con un suave vaivén de arriba a abajo.

El hechicero ladeó su cabeza algo confundido y el objeto se aproximó hacia su mano libre, la izquierda, el joven tomó esta sin soltar el tridente y al tener ambos objetos representativos el mismo estruendo se hizo presente en el lugar y una fuerte luz rodeó las manos del joven cegando a ambos en la habitación.

Hobi llevó la mirada a su maestro quien seguía sorprendido con todo, estaba presenciando un momento histórico, la primera vez que algo similar ocurría. Los objetos temblaron y desaparecieron, esfumándose como su fuesen humo, ya no había rastro de ninguno, se habían ido al igual que aquella luz.

- Maestro... - Llamó el joven con voz baja. - ¿Por qué dos? - Preguntó con confusión quedándose pasmado en su lugar.

El viejo hombre tomó su bastón para recargarse y poder ponerse de pie, en silencio caminó hacia el adverso mirándolo directamente a los ojos.

- Te encomendaron dos especies. - Espetó con sorpresa. - Es la primera vez que ocurre esto, Hoseok, eres el elegido. -

- ¿Elegido de qué? - Preguntó Hobi sintiéndose aún más confundido

- Elegido de Aleysha... Hoseok, estas encomendado a cuidar a los demonios y a los vampiros, las dos especies que más se odian en este universo, tienes el trabajo más difícil de todos los hechiceros existentes, tu vida será distinta a la de todos nosotros. -

Aleysha, ese nombre le sonaba, ahí fue cuando recordó el libro, claro, ese era el nombre que estaba en la portada, era el momento de preguntarle sobre ese nombre, a pesar de haberlo leído en el libro, sentía dentro de él que debía preguntar.

- ¿Quién es Aleysha? - La voz del menor temblaba ligeramente, no entendía nada de lo que estaba ocurriendo, todo había llegado de golpe, el libro y la elección de especies, sabía que lo que vendría sería aún más interesante y comprometedor.

- Aleysha...- Desde la distancia se notaba el nerviosismo de su maestro, él no podía decir nada de lo que sabía, el menor debía descubrirlo por sí solo. - Solo sé que... es la creadora de este universo, nuestro dios, no se más... mañana quiero que te levantes temprano que iniciará tu entrenamiento para saber que hacer, no te duermas tarde. - Dicho eso se esfumó, dejando solo a Hoseok en toda la casa.

- Él sabe algo, pero no me quiere decir. - Susurró por lo bajo caminando hacia su habitación, tenía pensado acostarse y dormir ya que una pesadez invadió su ser de manera sorpresiva, solo quería dormir a pesar de ser apenas medio día.

Pero en cuanto entró a su habitación observó aquellos dos objetos posicionados sobre su colchón, el joven se sorprendió, pero se acercó agarrando ambos con cautela y cuidado, tomó asiento en el borde de su cama y se quedó observándolos con detenimiento.

- Esto será lo que el libro me advirtió, ¿ustedes son los que me ayudarán? sé que debo hacer algo que haga un cambio en el mundo, pero ¿Qué es eso? ¿Qué debo hacer? - Susurró mirando ambos objetos, esperaba alguna respuesta, pero nada parecía llegar, solo le quedaba esperar y ver qué era eso que el destino le tenía preparado.

Soltó un suspiro y se dejó caer en la cama observando directamente hacia arriba manteniendo los objetos cerca de su mirada, intentaba buscar algo extraño en las cosas que portaba, algo escrito o algo que pudiera responder sus preguntas, pero no encontraba nada, parecían simples objetos.

Así pasó horas revisando los objetos, la noche llegó y el hechicero quedó dormido sin soltar aquellos objetos que lo habían elegido.

Seres mitológicos || Namjin +18 (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora