Ikary
Bajamos del taxi y nos dirigimos a aquella mansión con nuestra cantidad de maletas aunque la mayoría son de Natzuky, sin embargo, al cruzar la puerta principal Kisumi comenzó a actuar incómoda.
- Oye, ¿Estás bien, kisumi? - le pregunté.
cuido mucho a las chicas y me preocupo por ellas, me comporto como, la hermana mayor.
- Es que... ¿Acaso no sienten ese olor? - frunció sus cejas y se notó incomoda y enojada.
- ¿Que olor? - Natzuky cerro los ojos intentado concentrarse pero no olía nada extraño.
Intenté oler también pero no había ningún olor raro, en algún mínimo minuto sentí algo raro, inexplicable pero, después todo se sentía tranquilo.
- No importa, sigamos - sugirió Natzuky mientras volvíamos a caminar y ella guiaba la caminata.
Ya íbamos llegando a la mansión pero entonces Kisumi se empezó a notar más incómoda, más bien estaba más enojada que incómoda, y en ese preciso momento sentí aquel olor, supongo que Natzuky también sintió ese olor porque paro su caminata y ahora las tres estábamos frente a las escaleras que conducían a las puertas de la mansión, mientras aquel olor inundaba nuestras fosas nasales y una presión en el pecho se hacía presente.
Kisumi susurro algo que no le entendimos. En un impulso Natzuky y yo cerramos los ojos, supongo para analizar aquel olor.
Extrañamente podía describir aquel olor, bueno son varios olores, pero hay un olor que sobresalía, el aroma de algo que inspira tranquilidad, comprensión, felicidad y dulzura, es algo extraño poder describir aquel aroma de esa manera, pero también hay un aroma que seguramente es el que le incómoda a kisumi, raramente es un aroma que se siente como... "Maldito" como si allí hubiera algo o alguien que no es de este mundo, algo que posiblemente es igual que nosotras.
- Que clase de olor es esté? - pregunto Natzuky totalmente impactada.
Tome iniciativa y empeze a subir por aquellas escaleras, las chicas me siguieron poco después y entonces escuchamos el sonido de una puerta abriéndose e inmediatamente detuvimos nuestra caminata, quedando en la mitad de las escaleras.
No sé que pasó, tal ves la belleza de aquellos chicos que salieron nos impacto. Miramos a cada uno que se hizo en un lugar respectivamente, pero después mi atención se fijó en el chico que se hizo en la mitad de dónde iniciaban las escaleras desde la parte de arriba.
Extrañamente e involuntariamente una sonrisa salió de mí y aquel chico también me sonreía. Después de un momento en el cual nos sonreímos bobamente reaccione, me dí cuenta que aquello era absurdo y volví a mi seriedad por lo cual el clima tan agradable que estaba haciendo cambió.
Me lleve una gran sorpresa pues al mirar a mi derecha Natzuky tenía un leve sonrojo en las mejillas y su mirada estaba fija en uno de los chicos quien también le miraba fijamente y también mantenía un leve sonrojo y al mirar a mi izquierda kisumi estaba apretando sus puños con fuerza mientras miraba al último chico con tanto odio como si se conocieran desde hace mucho tiempo.
De sorprendida por el sonrojo de Natzuky pase a confundida por el enojo de kisumi, volví a mirar a aquel chico y el tenía la misma mirada que yo. Iba a decir algo pero entonces la vos de kisumi resaltó en aquel silencio que se generó.
- ¡No me quedaré en este lugar! -dijo con una vos de fastidio totalmente exaltada, sin paciencia alguna y sin dejar de mirar a aquel chico.
- ¡Genial, porque no creo poder soportar su presencia! - respondió aquel chico.
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°◇ Una Maldición Más ◇°
De TodoEl destino o una simple casualidad reúne en una mansión a tres chicos y a tres chicas; En el bosque se encuentra la puerta a su mundo inhumano y la luna roja será la llave para abrir dicha puerta. A ellas una maldición las condena a sufrir y a ellos...