¿UNA VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE?

Intenta encajar las piezas

El doctor Kevin se quedo mirándome  después de que el detective salió, durante unos minutos de incomodo silencio entre los dos el dijo:

- Clara, yo se que la mentira no es algo que tu manejes, así que por favor, dime. ¿Asesinaste a tu hermana y esposo?

Aunque todo parecía tomar sentido hacia la realidad yo no estoy completamente segura de que esto no  sea obra de William. Lo mire a los ojos, le sonreí, mientras continuaba analizando mi situación y trazaba un plan en mi mente. Le respondí; 

- ¿Sabes? no se como es la Clara a la que tu conoces, incluso puedo decirte que ni siquiera se si soy Clara, porque en lo que a mi concierna ni siquiera se quien eres, o a quien dicen que  supuestamente mate es irónico, pero incluso estoy dudando de mi edad y, de las supuesta hija que tengo, no se nada.

- ¡Ay Clara de mi alma! a mi se me hace muy difícil aceptar esto, digo... "te conozco", estudiamos juntos durante 10 años, se que la Clara que conozco no es capaz de asesinar a nadie, pero... tu no te pareces a esa Clara. Al finalizar de hablar dio un gran suspiro y se dirigió a salir de la habitación.  

Mientras caminaba pude ver como el celular de alumbro en el bolcillo de su bata. 

- ¡ESPERA! -le grite con toda mi fuerza-.

El paro de caminar y volteo a mirarme, esperando que le dijera el motivo por el cual lo detuve, o eso supongo.

- No quería molestarte, pero es que no aguanto mas.  // Voltee mi cabeza un poco y continúe hablando, aunque esta vez un poco mas bajo// - Es que he estado aguantando por muchos minutos.. y ya no lo soporto... ¿Podrías por favor rascar mi espalda? 

El se rio, retrocedió unos cuantos pasos acercándose a mi y respondió con su tono de voz en burla;

- No te entendí muy bien ¿Puede repetirlo?

- Mejor olvídalo, se lo pediré alguna otra persona que entre a la habitación,  o encontrar la forma de hacerlo yo misma. Conteste molesta.

El doctor Kevin se rio a carcajadas, y después de unos segundos de felicidad, respondió;

- Siéntate y dime donde te pica.

Me senté e intente señalarle donde "me picaba" intentando lograr que se acercara lo mas posible a mi para poder tomar su celular. ¿Qué iba hacer con un celular? No lo se, solo se que tal vez me seria útil, pero una cuando el rasco mi espalda, con mucha delicadeza por cierto, tomo mi mano antes de que pudiera acercarla a su bolcillo y dijo:

- Tu espalda sigue siendo igual de delgada y delicada siempre y tus manos tan suaves como las recuerdo.

Después de decirlo salió rápidamente de la habitación. Decepcionada de tantos fracasos, me deje caer en la camilla a pensando en que hacer para poder buscar piezas para ponerle sentido a esta historia que no quiero aceptar.

Nadie mas entraba a verme, bueno es normal, según soy una loca asesina, bueno... tal vez si mate a mi hermana, ¡Ahhh NO!

mientras yo me ahogaba en mis pensamientos una enfermera entro a a habitación, con una mesa rodante en manos, parece que es la hora. La enfermera pidió permiso para entrar y saludo cortésmente, le conteste igual.

- Vaya esta habitación esta como un desierto a comparación de las otras y eso que es la hora de visitas. Dijo la enfermera.

- Prefiero esta soledad al alboroto delas  visitas. Conteste.

La enfermera se rio suavemente, mientras acomodaba la camilla de la mejor manera para que yo pudiera comer mejor. Entonces finalmente pude ver su rostro con claridad, después de acomodar la camilla se puso al frente de mi, pude ver su hermoso y joven rostro, pero ella no reacciono igual al ver mi.

Sus ojos se abrieron, no fue una expresión de felicidad, ella estaba asustada, en pánico, dio unos torpes pasos hacia atrás mientras decía tartamudeando;

-   ¿Co..cómo es p..po..posible? Tu deberías estar muerta igual que ese desgraciado. ¿Cómo e..es posible que sigas viva si todos los p..pa..paquetes murieron?

- ¿De que hablas? ¿Me conoces? pregunte confundida.

- ¿Ehm? //dijo mientras retomaba la compostura, vio mis manos esposadas,  y se acerco nuevamente a la camilla pero esta vez a la parte inferior para tomar la tabla, donde supongo estaba anotado algún tipo de información medica sobre mi, o mi situación.

 Mientras hojeaba la tabla una sonrisa se iba formando en su rostro, yo en realidad estaba muy confundida, a mi mente llegaron miles de pensamientos, y mucha mas confusión. ¿Era posible que haya hecho mas cosas malas como para que alguien entrara en pánico por mi? o al vez... la enfermera interrumpió mis pensamientos rompiendo la tensión con las siguientes palabras;

- Ya veo, realmente me asuste //Cerro la puerta de la habitación// -Digo, si realmente recordaras toso yo estaría en problemas. Bueno en todo caso déjame  refrescar tu memoria con un tu almuerzo, si, un delicioso plato de spaghetti.

Terminó de hablar con una gran sonrisa llena de maldad en su rostro, no se el motivo, pero al escucharla y verla así, un fuerte dolor de cabeza me invadió, tanto fue mí dolor que no pude contener mis gritos de dolor.

- Ohhh ¿Te sientes cansada? Déjame ayudarte con unos masajes.

El dolor se volvió más fuerte pero no fue solo en mí cabeza, también me empezó a doler mí pecho. Fue tanto mí dolor y agonía que sentí como simplemente me iba, y... ¿Me fui? ¿Morí? ¿Qué fue ese dolor?

Abrí mis ojos nuevamente y ¡Ahhhh!

El escenario era completamente diferente, ya no estaba en el hospital, en la sala con la enfermera.

¡ESTABA NUEVAMENTE EN LA MANSIÓN DE WILLIAM!

CONTINUARA...