Capítulo 2

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Al final de la jornada de estudios Cookie llevó a Michi con la profesora Grubbly-Plank como se había acordado. Y regresó sorprendentemente sin ningún rasguño, e incluso Michi le había dejado acariciarla un par de veces (A diferencia del zarpazo que Tet se llevó el otro día al intentarlo).

Al final, resultó que el italiano tenía razón y no era nada más que el estrés de estar en un ambiente nuevo, al cabo de unas semanas empezó a comer y tomar agua con normalidad y ahora mismo se hayaba acostada entre las piernas de su dueño en su dormitorio de Hufflepuff, donde había logrado colar también a los otros 3 estudiantes.

-¿De verdad piensas audicionar para entrar al equipo de quidditch? -Le preguntó Meit como por quinta vez al de cabellos blancos.

-Sé que casi no uso la escoba, pero tampoco soy tan malo. -Respondió rodando los ojos, parecía que a veces el castaño olvidaba que siempre había estado en contacto con la magia y sus deportes, y que incluso había derrotado un par de veces a Tet en algunos partidos amistosos.

En efecto, aunque la temporada de quidditch no comenzaba oficialmente hasta después de las vacaciones de navidad, los equipos ya estaban haciendo pruebas para conseguir nuevos miembros y así empezar a entrenar lo antes posible, pues a pesar de que supuestamente los torneos y partidos eran "solo" actividades extracurriculares, la seriedad y entusiasmo con el que toda la escuela los celebraba a veces era cuanto menos... Aterradora.

Por su parte, Kray había querido ser parte del equipo de Hufflepuff desde hace al menos un año, pero manejaba la suficiente mala suerte como para que, justo en la semana de pruebas, su escoba voladora decidiera finalmente morir después de 7 años de juegos brucos, accidentes continuos y pocos cuidados. Pero Kray estaba dispuesto a que ese no fuese el caso este año, pues con una escoba nueva y toda la determinación del mundo, se aseguraría de entrar de una vez por todas.

-Déjalo, solo tiene miedo de re-za-gar-se -Canturreó con una sonrisa burlona Tet mientras daba vueltas por la habitación jugando y toqueteando todo lo que veía.

-¡Y SEGUÍS JODIENDO CON ESO! -Le respondió inmediatamente el argentino tirándole una de las piezas pertenecientes al juego de ajedrez que estaba llevando a cabo contra Cookie. Al parecer aquello del "rezago" había sido un chiste interno de ambos que nunca parecieron quererles explicar muy bien a los otros, pero con el que aparentemente nunca dejarían de molestar.

-Okey, definitivamente sois insufribles. -Concluyó Cookie tomando su varita y lanzando un hechizo para así ordenar todas las piezas de ajedrez de vuelta a su lugar y cerrar el tablero.- Creo que lo que Meit quiere decir es que no te ve jugando quidditch porque eres lo opuesto a la agresividad y golpes... Y la verdad también me preocupa a mí. -Admitió rascándose la nuca, ¿Apenado?

Bueno, eso sin duda agarró por sorpresa a Kray. Quién ni siquiera supo como reaccionar cuando un intenso calor llegó a sus mejillas, y más tarde que temprano se dio cuenta que todos los demás en la habitación se habían quedado callados, aparentemente esperando una respuesta.

-Ahem, ahem, bueno. -Volvió a hablar con una tos para nada finjida el peli-blanco, ignorando que se había quedado en silencio como por 15 segundos enteros.- Pues se preocupan en vano chicos, pff, tampoco es como si no pudiera aguantar un golpe o dos, ¿No?

Pues, Kray no había mentido, pudo aguantar varios golpes, sí; pero no todos los de aquel entrenamiento.

-¡¿NO CREES QUE ESTO ES EXAGERADO?! -Se quejó Kray mientras intentaba evitar que alguna pelota le golpeara la cabeza, al mismo tiempo que se esforzaba por al menos golpear una de cada ¿3... 10 pelotas que se le estaban lanzando? con el misero bate a su disposición.

-Uhm, nop. -Respondió sin mucho interés o culpabilidad Tet desde las gradas, pues era él quien estaba ayudando a Kray a entrenar y quien controlaba con ayuda de su varita y un hechizo aquella lluvia de pelotas.

La enfermedad y las flores [Kray Team]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora