TRUE LOVE - Harry Potter y el Prisionero de Azkaban

CAPÍTULO 1

*NARRA HARRY*

Era de noche, mi habitación era iluminada por destellos de luces que salía de mi varita mientras intentaba realizar un hechizo, tenia mi libro de hechizos en mis piernas, estaba sentado en la cama con una sabana cubriéndome todo el cuerpo; escucho pasos pesados de mi tío Vernon acercándose a mi habitación.

Rápidamente me acomodo en la cama para que mi tío vea que estoy dormido, sino me regañara como siempre. Escucho la puerta abrirse, mi tío se quedo unos momentos analizando mi cuarto hasta que cierra la puerta y se va.

al día siguiente.

- !Harry¡, !Harry¡, abre la puerta- me dice mi tía Petunia, luego de que tocaran la puerta y fui a abrirla. Era la hermana de mi tío, me dio su paraguas de manera brusca haciéndome aun lado. Paso mi tío Vernon y cierro la puerta después de que El entrara; me acerqué un poco a mi tío, quería que me firmara un permiso para ir a Hogsmeade.   

-Tío vernon, necesito que firmes estos papeles- le digo con algo de preocupación ante su respuesta.

-¿Qué es?- pregunta quitándose el chaleco algo mojado y dejándolo aun lado.

- Nada, cosas de la escuela- digo sin más, haciendo que el se quejara un poco.

- Después si te comportas- me dice con una advertencia en su voz, antes de entrar a la sala principal donde estaba su hermana.

- Lo hare si ella lo hace- digo con molestia, mientras le seguía detrás hacia la sala; donde ella me miro con disgusto.

-ahh, sigues ahí, eh- dice con molestia en su voz ante mi presencia.

-Si- digo en seco.

-No digas "si" tal altaneramente, agradece de que Vernon te recibió- me dice mientras le daba la correa de su perro a mi tía Petunia- estaría en un orfanato si lo hubieran dejado  afuera de mi puerta- le dice a mi tío Vernon con molestia de que yo estuviera cerca.

No dije nada más, la verdad me disgustaba ella; pero no podía hacer mucho si quiero ese permiso. Quiero que los días pasen rápido para ir a Hogwarts, estaba viendo como ella abrazaba a Dudley.

-Sube el equipaje de Marge- me dice mi tío mirándome.

-bien- digo si más, subí las cosas; si quiero ese permiso no tengo de otra que obedecer, por mucho que no me guste y me moleste por ello.

. . . . . . . . . . . . . . .

Estaba recogiendo los platos después de que terminaron de cenar.

-te sirvo de esto Marge- pregunta mi tío destapando una botella de brandy.

-si, excelente Petunia, hey- dice y me hiso una seña para que levantara el plato del suelo- tanto perros no puedo cocinar para mi -decía mientras recibía la copa de brandy; le ofreció a su perro y yo solo miraba la escena con disgusto por lo absurdo que era eso. 

-¿qué miras?- me dice con molestia, yo solo levante los hombros restándole importancia; no quiero problemas con ella por algo absurdo y seguí limpiando.

- ¿Dónde estudia el chico?- le pregunta a mi tío, refiriéndose a mi.

-San Brutos, es una buena escuela para muchachos difíciles- dice mi tío.

-¿En esa escuela reprenden con vara?- me pregunta esperando que contestara, mire a mi tío que me hiso un gesto para que contestara mintiendo. 

-Si, si me golpean todo el tiempo- le digo antes de darme la vuela y reír por lo que dije.

-excelente, no tolero esas tontas cursilerías de no reprender a quien se lo merece; no debes preocuparte por como es el muchacho Vernon El lo lleva en la sangre; mal padre, mal hijo- la escuche decir y la sonrisa que tenia en mi rostro se borro poco a poco al escuchar eso- ¿y su padre que hacía Petunia?- le pregunto a mi tía.

-Nada, no trabajaba, estaba desempleado- dice mi tía.

-No dudo que fuera un ebrio.

-Es mentira- exclame fuerte.

-¿!Qué dijiste¡?.

-Mi padre no era un ebrio- digo mirándola fijamente y de manera seria, cuando dije eso la copa que tenia en la mano exploto en pedazos, sobre saltando a todos en la mesa.

-Hay no descuida; no te preocupes Petunia soy de mano fuerte-le dice a mi tía que se asusto por lo que paso, mientras mi tío me miro con advertencia, yo solo le hice un gesto que no sabia que paso. 

-Puedes subir a dormir- me dice con una mirada de enojo.

-Espera, tu limpia- me hiso una seña, me estaba comenzando a fastidiar todo esto, solo me acerque para limpiar y poder salir de ahí - de hecho no es por el padre, es por la madre, es igual con los cachorros, si algo tiene mal la perra, algo tiene mal los cachorritos- eso me molesto bastante y tire el paño con los pedazos de vidrio al piso por el coraje que sentia.

-!Ya basta¡, !ya... basta¡- le grito con enojo en mi voz, mientras la miraba fijamente sentí que no podía controlarme en ese momento por el enojo que sentía; ella solo me observaba con una sonrisa burlona en su rostro.

-Muchacho, déjame decirte...- me miro apuntándome con su dedo, no termino la frase; porque su dedo se le estaba hinchando.

Luego comenzó a inflarse como un globo poco a poco todo su cuerpo; los botones de su camisa empezaron a saltar, un botón voto justo en la cara de mi primo tirandolo, se levanto y de nuevo le pego otro botón.  La silla le empezó aquedar pequeña para ella a medida que se inflaba cada vez más, hasta que rompiendo la silla y comenzó a flotar, se agarró del mantel de la mesa tirando de esta y todos los platos cayeron al suelo.

Mi tío peleaba con el perro, para que lo soltara, mientras su hermana se iba flotando hacia el patio, yo me acercaba para ver como se alejaba, mi tío gritaba su nombre e iba tras de ella para ayudarla a bajar tomando sus manos y los dos empezaron a elevarse; mi tío se disculpo por saltarla cayendo a suelo, mientras ella se aleja cada vez más del lugar.

Subir corriendo las escaleras hacia mi habitación, cuando entre cerré de un portazo la puerta, estaba tan enojando que patee un mueble por la frustración que sentía, me senté en mi cama para poder tranquilizarme un poco; rápido empaque mis cosas y me cambie. Baje las escaleras con mi valija dispuesto a irme de ese lugar, cuando mi tío me obstruye el paso.

- ¡Regresa a Marge!, ¡regrésala ahora y que este normal!- me reclama con desesperación.

¡No!, eso se lo merece-le digo, el intento tomarme de la camisa, pero fui más rápido y saque mi varita apuntándole con ella.

-¡Aléjate de mi!- le digo amenazante.

- ¡No puedes hacer magia aquí en la casa!- dice algo asustado y alejándose de mi.

-¡No, rétame!- le digo molesto.

-Te expulsaran de Hogwarts y no vivirás aquí.

-No me importa, es mejor la calle.

Después de eso salí del lugar, comencé a caminar dando vuela a la calle, seguí caminando rápido y molesto; hasta que detuve mi andar al ver que había dos caminos y me di cuenta que no sabia hacia donde iba. 

Me senté debajo de una farol ya un poco tranquilo, hacía mucho frio; el farol empezó a parpadear hasta que se apago, los juego del pequeño parque que estaba detrás mío comenzaron a moverse.

Me quede algo confundido y mirando como los juego se movían con más fuerza, por el fuerte viento que se comenzaba a sentir; escuche un sonido cerca, vi a un perro negro salir de unos arbustos que estaban frente al parque. Al verme empezó a ladrarme, saque rápido mi varita pero sentí que algo me empujo hacia atrás y caí en la banqueta cerca de mis cosas.