Miraculous la batalla final.

Fisgón

-Vaya, parece que a Mari realmente le gusta Luka…
Chat Noir se encontraba observando desde uno de los techos, se dirigía a casa de Marinette para charlar un rato. Ella se había convertido en su confidente. Chat se sintió un poco extraño pues nunca había visto a Marinette besar a alguien, además se sentía un tanto avergonzado pues parecía ser un momento muy íntimo y especial para ella. Entonces pensó que podría ser un buen tema de conversación el primer beso de Marinette ya que tenía que pedirle consejos sobre su vida amorosa, además de sus inquietudes con respecto a Ladybug. Siendo así, de un salto llegó hasta su balcón y tocando la puertida de madera que daba a su habitación esperó que Marinette le abriera, al no recibir respuesta entró cuidadosamente y se asomó, Marinette iba entrando a su habitación cuando vio a Chat Noir asomarse a su habitación, se quedó quita un momento y entre avergonzada y molesta le dijo a Chat Noir:
- ¿Qué haces en mi habitación, gato fisgón?
Chat puso cara nerviosa un momento, saltó hasta donde estaba ella y se disculpó rápidamente excusándose en que la había visto con Luka antes y esperaba poder hablar con ella. Marinette nuevamente se ruborizó.
- ¿Por qué me estabas observando, Chat Noir?
- Fue sin querer, yo… de hecho me dirigía a hablar contigo sobre algo…
El semblante de Marinette se relajó de pronto, ¿de qué quería hablar este gato?
- ¿Qué es lo que sucede, Chat?
- Bueno… La verdad es que quería pedirte un consejo.
- ¿Un consejo?... ¿Sobre qué?
- Bueno, me sentiría más cómodo hablándolo desde el balcón. Aquí hay gato encerrado, je, je.
Ambos subieron al balcón, acomodaron unos silloncitos y empezaron a hablar.
- Y bien, Chat ¿de qué querías hablar?
- Bueno… la verdad es que estoy saliendo con una chica y no me siento del todo cómodo.
- ¿A qué te refieres? ¿No estás feliz con ella?
- ¿Eh? ¡Sí!... es solo que… aún no me siento listo.
- ¿Listo para qué?
- Para olvidarme por completo de Ladybug.
- Entiendo.
- ¿Sí?
- Sí, hace un tiempo yo también estuve enamorada de un chico…
- ¿Ah, sí?
- Sí, pero él era, ya sabes, inalcanzable.
- Ya veo, ¿te rechazó?
- No, nada de eso, la verdad es que ni siquiera pude confesarme.
- ¿Por qué no?
- Me pongo muy nerviosa cuando estoy con él.
- Ya veo, ja, ja.
- ¿Qué te causa gracia?
- Los dos somos desafortunados en el amor.
- No del todo, parece que ambos estamos con personas que nos quieren.
- Sí, tienes razón… a propósito, ¿no te gustaba Luka desde siempre?
- Ah, sí, bueno, no… en realidad es confuso.
- ¿A qué te refieres con “confuso”?
- Es que Luka es tan…bueno… Y no sé, con él siento que puedo ser yo misma.
- Eso es bueno, ¿no?
- Sí, lo es, la verdad es que lo quiero mucho.
- Hoy lo besaste.
- ¿Qué? Ah, sí, la verdad fue…lindo. ¿Tú ya besaste a tu novia?
- Sí, pero no lo sé, no fue como esperaba.
- ¿A qué te refieres?
- Me lo imaginaba diferente.
- ¿Cómo es ella?
- Es fuerte, determinada, valiente y muy inteligente.
- Suena a que es una buena persona ¿por qué no te das la oportunidad? Después de todo no parece que tengas oportunidad con Ladybug, y deberías respetar a tu novia.
- Tienes razón, además, hay otra cosa que quiero hablarte con respecto a Ladybug…
- ¿Ah sí? ¿Cuál es?
- Ella me pidió que… revelara mi identidad…
- ¿EN SERIO? ¿Y qué harás?
- Todavía no lo sé, cuando estaba por hacerlo un villano apareció, creo que lo pospuso hasta mañana que tenemos patrulla.
- Y tú… ¿qué piensas al respecto? ¿Te parece correcto?
- Muchas veces imaginé que lo hacía y que ella me amaría, pero la verdad es que ahora tengo algo de miedo a que se decepcione de mí y de quien está detrás de esta máscara. Por otro lado, hay muchos riesgos con respecto a revelar nuestras identidades, la verdad es que no sé qué podría suceder.
- Yo no creo que ella se decepcione de ti sin importar quién esté detrás de la máscara, además estoy segura de que ella se encuentra igual de preocupada, probablemente teme a equivocarse.
- Sé que sin importar lo que suceda Ladybug siempre encontrará la manera de reparar las cosas, confío en ella. Bueno, muchas gracias, Marinette.
- ¿Por qué?
- Por escucharme.
Chat Noir sonrió y se fue de un salto, Marinette se quedó pensando un rato más en su balcón. Le alegraba que Chat Noir confiara en ella sin importar qué, realmente era su amigo y compañero.