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Alejandro


En su cuarto... Nada.

En alguna casa de nuestros amigos... Nada.

En el pueblo... Nada.

Revise hasta el ultimo rincón del maldito pueblo pero ni un rastro suyo solo el cachorro que chillaba al no a Julie, era como si hubiera desaparecido por completo.

Llame a los chicos algunos se habían ido de misión y otros estaban ocupados por sus trabajos pero dejaron todo de lado para ayudarme a buscar a Julie.

Samuel, Manuel y Willy la fueron a buscar en la zona baldía, Raúl con Miguel fueron con los policías mientras Luzu y Ruben cuidaban de los cachorros.

Tuve que llamar incluso a Félix para que la buscara en el bosque.

Mi lobo estaba desesperado, me echaba la culpa por no haber llegado antes.

Alejandro: Tienes razón - Me tire al suelo - No sirvo como madre...

Rompí en llanto sintiéndome como el peor ser humano de toda la maldita tierra, llore como nunca antes lo había hecho, el cachorro se puso a mi lado tratando de consolarme.

Le acaricie la cabeza, me arrastre hasta mi cama donde saque una caja donde guardaba todas las cosas de Frank... 

Nada mas abrirla tome aquel muñeco que años atrás me regalo.

Alejandro: Frank lo siento... Perdí a nuestra pequeña - Solloce más fuerte - Fracaso como pareja... Y ahora como madre... Ahora entiendo porque me abandonaste.

Abrace fuertemente el peluche que aun permanecía con el aroma de él.

Lo olfatee un poco más hasta que escuche un ruido proveniente del bioma... El cachorro rápidamente me dejo corriendo en dirección a las escaleras... ¿Podrá ser?

Deje el peluche en su caja corriendo lo mas rápido hacia la habitación del fondo.

Subí las escaleras entre tropezones esperanzado que fuera mi pequeña la causante de aquel ruido.

Salte la valla viendo todo el bioma pero todo estaba oscuro, encendí la luz encontrando en el suelo un bulto envuelto en una manta... 

Alejandro: ... - Mi garganta se cerro.

Sentí un vuelco en mi pecho... Aquel bulto no se movía.

Comencé a sudar frio mientras me acercaba con lentitud.

Cada paso que daba mi lobo se inquietaba, ambos teníamos aquel mal estar tanto en el vientre como en el pecho, me agache y con las manos temblorosas quite la manta... Oh por los dioses.

Alejandro: ¡¡¡JULIEEEE!!!


Narrador


Desde afuera se podían oír los llantos de aquel omega que abrazaba con fuerza el cuerpo de su hija... Arriba de la montaña se veía una silueta que apretó sus manos de impotencia por no hacer mas.

Miro por ultima vez a la pequeña familia cubriendo su cabeza con una capucha retirándose entre las sombras.

La lluvia no se detuvo hasta el siguiente día, algunos héroes regresaban de sus misiones, los trabajadores abrían sus tiendas y los ciudadanos realizaban sus cosas cotidianas. En resumen todos estaban felices, todos excepto un omega que no había pegado un ojo de tanto llorar.

Una oportunidad de amar - Fargexby/StaxxbyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora