∞My Fucking Life∞

∞CAPITULO 6∞

Tres días después

Me encontraba cojeando a sala de enfermería ya que Thomas me dio una paliza, entré y llamé a Rosa (Enfermera) como ya era costumbre que me golpearan y ella me atendiera.

-No está aquí, fue a comprar gasas-Dice Daniel, abro mis ojos en grande porque recién me percato de su presencia en esta sala.

-Ah-Digo con voz apagada y hago una mueca de dolor, él arquea sus cejas, me vuelvo hacia la puerta para largarme de allí.

-¿Qué te ah sucedido?-Me pregunta preocupado.

-¿Qué?-Digo haciéndome la desentendida.

-Ni siquiera lo intentes, te vi cojear-Me reclama.

  Suspiro y cojeo hasta la camilla, me siento allí, trato de hacer tiempo para inventar una mentira mientras busco algo que no existe y no tengo en mis pantalones. Arrugo mi nariz y me invade la curiosidad.

-¿Qué haces tú aquí?-Le cuestiono.

-Vine a tomar mi pastilla, ya sabes por... Lo de la pierna y eso-Yo sólo asiento-No trates de evadir mi pregunta-Dice acusadoramente.

-Ya sabes...-le imito-Thomas y los suyos-Él aprieta su mandíbula.

-Nunca entendí el porqué dejas que te golpeen y te traten así, sí ya sé que yo era quien te golpeaba antes, pero crecí- Trata de justificarse. Me encojo de hombros restándole importancia.

-Debe ser que se me ha hecho costumbre aguantar el dolor-Le digo irónica.

  Suspira sacudiendo su cabeza.

-¿Sabes? Ya me siento lo suficiente mierda por lo que te hice y sólo te pido que me des una oportunidad-Me dice sincero.

Nos unos segundos hasta que regresó la enfermera y entonces rompimos el contacto visual.

-Hay cariño , ¿Otra vez lo mismo?-Desaprueba Rosa negando con su cabeza.

Me encojo de hombros, Coast suspira frustrado.

-Niña, ya te he dicho que no debes dejar que te traten como a un trapo-Reniega Rosa, pongo mis ojos en blanco y bufo, siempre el mismo discurso.

-Yo le digo lo mismo, pero es una cabezota-Replica Daniel.

-¿Cuándo aprenderán que su psicología barata no funcionará conmigo?-Les digo alzando mi voz. Me levanto y me voy con mi maldita cojera lejos de aquí.

Iba por el pasillo ya desierto, tenía que irme rápido de aquí. No podía faltar a mi trabajo, necesito el dinero.

-Espera, espera ¡Elizabeth!-Dice Daniel, me doy la vuelta y le veo correr hacia mí. Está agitado y rojito, lo que me da risa.

Le miro como diciendo y bien, puedo saber por qué me sigues desde la enfermería gritando que pare y por qué no entiendes que te estoy ignorando.

-Oye... No te pongas así, sólo intentamos protegerte- Retengo una gran carcajada en mi garganta. ¿Qué se comió este?

-Ok, seguro los anabólicos te afectaron lo poco que quedaba de tu cerebro-Le digo y me dispongo a caminar, él se me une a la par.

-Estoy hablando en serio-sentencia.

-Mira no tengo tiempo para esto, tengo un trabajo y no puedo faltar o me lo descontaran  del mes-Pongo una excusa, aunque no es del todo cierta.

-Bueno te acompaño y hablamos en el camino-Propone.

- ¡No!-Me niego en voz alta.

-¿Por qué no?-Me suplica-

-Porque...Bueno, está bien- Acepto.