ִ ִֶָ ┊El diario de ChangKyun ¡! JooKyun

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— ¿Qué cosas dices? — Fue lo único que pudo decir ChangKyun desviando su mirada avergonzado ante las palabras de su mayor. Sentía los nervios revolver su estómago mientras una ola de calor se expandía desde su pecho hasta lo largo de sus extremidades.

— Solo digo la verdad — JooHeon rió nervioso apretando un poco su agarre alrededor de la cintura del menor logrando que ChangKyun jadeara suavemente.

La madrugada seguía estando extremadamente fría, sus respiraciones se condensaban al hacer contacto con él ambiente creando esa particular neblina y los dos sentían sus corazones latir con fuerza. Había completo silencio a su alrededor, solo se podía escuchar levemente como la corriente pasaba a través de los tubos de luz que los alumbraban tan temprano un jueves común junto con sus suaves respiraciones.

ChangKyun no dejaba de darle vueltas a lo que acababa de escuchar, pensando sí el mundo le estaba dando una oportunidad y sí así era, ¿La iba a desperdiciar?

 Pero, no era ya demasiado simplemente estar de esa forma con JooHeon, acurrucados simplemente sintiéndose, compartiendo calor corporal con el mayor de los dos haciendo suaves mimos en su rubio cabello y abrazándolo como si fuera la cosa más frágil del planeta.

Dios ChangKyun no sabía que hacer en ese momento, dudaba demasiado en tomar la iniciativa pues no quería arruinar ese precioso ambiente que se había creado entre los dos. Como si estuvieran solos en el mundo y eso fuera más que suficiente para ser felices.

Aunque, ¿Enserio iba a dejar pasar esa oportunidad? Ni loco. Aunque ChangKyun era un chico adorable de sentimientos hermosos que constantemente estaba pensando en el bienestar de los demás y procurando siempre no hacerle daño a nadie. También era un adolescente extremadamente sensual que disfrutaba abiertamente de los placeres carnales, aprovechándose completamente de la hermosa figura con la que había nacido.

Tragando pesado y respirando profundo, intentando calmar el mar de emociones encontradas que sentía en su corazón: Alzó su mirada nuevamente, y empujándose con sus piernas delicadamente para quedar a la altura de JooHeon quien sintió que se le escapaba el aire al estar así de cerca de ChangKyun.

Sentía el aliento del menor acariciar su rostro y notaba como lo veía, tan profundo y con una sonrisa tan pícara y exquisita. La dualidad de ChangKyun iba a matarlo un día de estos.

Las pequeñas y heladas manos del menor se colocaron alrededor de su rostro, haciendo suaves mimos en sus mejillas y tocando con sus pulgares los carnosos labios de su mayor.

— ¿Sabes? — Le llamó, mirándole fijamente a los ojos. — Llevo mucho tiempo soñando con probar tus labios, no puedes simplemente jugar conmigo así JooHeon —

Un escalofrío recorrió al mayor, no supo en que momento sus manos habían tomado al menor de las caderas apretándolo. Sentía un extraño calor expandirse por su pecho y su abdomen. Su corazón latía tan emocionado que incluso sintió que le faltaba el aliento.  ChangKyun estaba prácticamente que acorralándolo contra la pared quedando peligrosamente cerca de sus labios.

¿Dónde había quedado el tierno joven que se envolvía en sus brazos buscando calor porque hacía demasiado frío? ¿Aquel que se sonrojaba y balbuceaba cuando estaba ligeramente nervioso? Mierda, era muy temprano para excitarse así.

Tragó saliva pesado, relamiendo sus labios y humedeciéndolos bajo la atenta mirada de ChangKyun que sintió que moriría ahí mismo si no lo besaba.

— ¿Por qué sientes que estoy jugando contigo Kyunnie? Más bien siento que eres tú el que juega conmigo —

ChangKyun mordió su labio inferior de una forma tan sensual que JooHeon se sintió infartar. La adrenalina junto con el sentimiento de expectación estaba empezando a calentarlo y no de la buena manera. No era momento ni lugar para cargar con una erección como la que le estaba provocando ChangKyun simplemente con estar tan peligrosamente cerca de él.