8. Dudas

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No sé cuanto tiempo estuve sentada en la misma posición. Empecé a tener frío pero no me preocupé en agarrar una campera, siento la cara toda dura y mojada pero no me levanté para limpiármela. Estuve llorando todo el tiempo, pero no secaba mis lágrimas. No lo encontraba necesario. Solo me quedé ahí, sentada, mirando hacia fuera, pensando...

Seguro se preguntan en que estoy pensando.

Bueno esa respuesta tal vez parezca sencilla. Puedo estar pensando sobre mis padres, mi vida en el orfanato, sobre mis amigos y que voy a hacer con ellos... pero solo hay una cosa en la que puedo pensar, una cosa. Una pregunta. Nunca me la formulé, nunca se me cruzó por la cabeza, pero en este preciso momento es lo que me preocupa. Nada más.

Escucho el ruido de la puerta abrirse, pero no me doy vuelta. Por el rabillo del ojo veo a James entrando a mi cuarto y eso es todo lo que debo saber para no tener que moverme de mi lugar.

-Te traje pizza por si tenes hambre-dice en voz baja y suave aunque noto vergüenza.

Escucho como apoya el plato en la mesa pero sigo sin darme vuelta.

Todos mis músculos están tensos desde que pisó un pie en este cuarto. Mi respiración irregular y mi corazón a máxima velocidad ¿supongo que es por los nervios?

"No te confíes tanto."

Se sienta en la cama y apoya sus brazos sobre sus rodillas mirándome fijamente. Sigue así por unos minutos, unos extensos minutos, y en todo este tiempo mi respiración no se vuelve regular, mi corazón no deja de latir a mucha velocidad y me siento incómoda, pero no dejo que nada de esos raros sentimientos salgan a la luz ni si quiera en un gesto.

-¿Estas bien?

Suspiro de cansancio.

-¿Cómo se puede estar bien?-respondo con otra pregunta.

Se acerca a mí y yo todavía no lo miro. Se apoya en la pared quedando enfrentado a mí a pocos centímetros de distancia.

-No creo que los amigos que hiciste cambien de opinión acerca de ti solo porque me conocieron-dice apoyando una de sus manos sobre mi pierna.

-¿Comos sabes?-pregunto intentado aguantar las ganas de llorar.

Agarra mi rostro con una de sus manos y la mueve para que pueda verlo a los ojos. Sus ojos miran los míos sin despegarse de ellos. En ese preciso momento tuve unas incontrolables ganas de llorar y como dije: incontrolables, entonces no pude hacer otra cosa que llorar. Las lágrimas caen por mi rostro dejando mis cachetes mojados. James las limpia con su pulgar pero sin dejar de mirar mis ojos.

-¿Por qué me adoptaste?-logro pronunciar la pregunta que ronda por mi cabeza hace un largo rato.

James me mira desconcertado y algo triste. Deja de limpiar mis lágrimas...que debo admitir que se siente lindo...

"¡Concéntrate!"

Bueno...deja de limpiar mis lágrimas y se sienta en mi cama apoyando los codos en las rodillas y pasando sus manos repetidas veces por todo su rubio pelo. Me quedo petrificada ante su raro giro de acciones. Respiro profundamente e intento mantenerme firme. Él no se va hasta que me de una respuesta. Y si tiene que quedarse y dormir conmigo, lo hará.

Si ya sé, mal pensaron lo de arriba ¿no? Igual yo.

-Necesito que me respondas-digo esta vez con ojos suplicantes y con la voz más dulce que pude sacar.

Sigue sin responderme por un largo rato. Espero que no sea nada malo ¿no? Porque supuestamente si es algo bueno no debería tardar mucho en decirlo.

-Yo...yo solo...-dice pero vuelve a pasar sus manos por la nuca preocupado.

-Por favor-suplico.

No puedo más, siento que voy a estallar en lágrimas en frente de él y no puedo permitirme eso.

-Yo te adopté porque necesitaba olvidarme de ser un mujeriego, de ser un niño mimado, quería crecer, dar un paso, y poder probarme a mí y a todos que soy capaz de cuidar de otra persona antes que a mí. De poner las necesidades de otro antes que las mías.

-¿Es en serio?-pregunto mirándolo a los ojos con ojos llorosos-mírame a los ojos y dime que lo que me estas diciendo es verdad.

No digo que no lo sea...es solo que algo anda mal en todo esto y no pienso en ninguna otra razón por la cual fui adoptada. Yo. A esta edad.

-Nadie me tomo en serio cuando dije que iba a adoptar a una niña para poder madurar, como un padre, el padre que quería ser-dice algo enojado mirándome a los ojos-es pura verdad.

Es todo lo que necesito...pero necesito pensar sola.

Me doy vuelta y vuelvo a la misma posición en la que estaba en la ventana dándole a entender a James que necesito tiempo para mí sola. Se levanta despacio de la cama y antes de salir por la puerta dice.

-El fin de semana vamos a ir a una fiesta. Es formal así que habla con Heather para que te ayude a comprarte un vestido.

Termina y sale de mi cuarto dejándome completamente sola.

Hola! Perdón, perdón, perdón por tardar en subir el capítulo además es corto y seguro quieren matarme pero les prometo que el siguiente va a ser de los largos normales. Espero que les haya gustado.

Voten y Comenten

En la imagen les dejo a Courtney.

Besos

-PILIACHE-

Mi Papa es un pendejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora