Después de que terminó la sesión de entrenamiento, Friya, Quylla y Orion pasaron más tiempo juntos en el patio cercano. La casa Ernas tenía dos áreas de entrenamiento. Uno en interiores, para practicar con mal tiempo o realizar simulaciones de lucha en diferentes escenarios.
Las paredes y el techo estaban encantados, lo que les permitía cambiar de forma para recrear cuevas, pasillos estrechos o habitaciones pequeñas.
El otro estaba ubicado detrás de la casa. Era un gran claro, sin vegetación ni mobiliario exterior con maniquíes de entrenamiento. Era el lugar perfecto para practicar técnicas de magia y espada al aire libre bajo diferentes condiciones climáticas, con total libertad de movimiento.
-Papá, hay algo de lo que necesito hablarte. -Friya se sentó en el suelo frente a él con una expresión triste en su rostro. Orion se dio cuenta de que algo la acechaba.
» Durante el último día del ataque, maté a algunos no-muertos. Ni siquiera lo mencionaría, si no fuera por el hecho de que eran personas que conocía. -Ella le contó lo que había sucedido mientras buscaba un Sanador para salvar a Phloria y Yurial.
» Cuando maté a esa mujer, durante el segundo examen, me sentí terrible. Algunos días, todavía puedo ver su expresión de terror el momento antes de ejecutarla. Esta vez no sentí nada. Sé que se habían convertido en monstruos, pero seguían siendo mis compañeros de clase.
» Debería sentir remordimiento, algo de dolor por sus muertes, algo. ¿Esto me convierte en una mala persona? ¿Me estoy convirtiendo en una asesina a sangre fría?
-No a tus dos preguntas. -Orion negó con la cabeza sin dudarlo.
» Simplemente significa que tienes claras tus prioridades. En el campo de batalla, el remordimiento o la vacilación conducen a una muerte prematura. Incluso si tus enemigos son humanos, la misericordia es un lujo que no puedes permitirte.
» Mataste a la primera mujer a sangre fría, mataste a las demás en defensa propia mientras tratabas de salvar a las personas que amas. Los dos eventos son mundos aparte. Además, no eran tus compañeros de clase. Al menos no más. Tan sólo eran cadáveres reanimados, no hay razón para sentirse culpable. Estoy orgulloso de ustedes dos.
Las abrazó, besando la parte superior de sus cabezas.
-Papá, yo también tengo algo que decir. -Quylla nunca antes había tenido una familia. Todavía le costaba creer que alguien como Orion fuera su padre ahora.
Orion estaba lleno de alegría. Quylla finalmente lo había llamado papá en lugar de padre.
-Sobrevivir al aniversario del dios de la muerte me hizo comprender algunas cosas. Después de tanta muerte, me di cuenta de que no me gusta pelear. A diferencia de mis hermanas, no soy adecuada para el campo de batalla. Quiero convertirme en sanadora y ayudar personas.
Orion asintió.
-Es bueno que hayas encontrado tu camino tan pronto. Pelear no lo es todo. Siempre debes pensar primero en tu felicidad y tu futuro.
-Sobre eso, no quiero pasar el próximo año sólo estudiando magia. -Dijo apartando los ojos y jugueteando con su cabello.
» Hay más en la vida que calificaciones y exámenes. Phloria tiene razón, nos queda tan poco tiempo antes de que nuestro deber reemplace nuestra vida. Quiero más. No puedo esperar a que las cosas buenas caigan milagrosamente en mi regazo.
-Sí, yo también. -Friya intervino.
» Honestamente, nunca pensé que la relación de Lith y Phloria duraría tanto, ni que llegaría a ser tan especial.
ESTÁS LEYENDO
Mago Supremo: Volúmenes 4 y 5
FantasyDerek McCoy era un hombre que desde una corta edad tuvo que enfrentar muchas adversidades. Constantemente forzado a conformarse con sobrevivir en lugar de vivir, finalmente había encontrado su lugar en el mundo, hasta que todo le fue arrebatado una...